Las agresiones a médicos y enfermeras, una lacra que supera récords

En el Día Nacional contra las Agresiones a Sanitarios que se celebra este jueves, hay que echar la vista atrás. En los últimos siete años, España ha registrado más de 3.429 agresiones, según el Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC).

Este dato supone una auténtica epidemia entre el personal sanitario, que ve como el número de agresiones anuales va camino de superar el récord, el cual ya se superó en el año 2017 con un total de 515.

Los datos recopilados por este observatorio revelan un moderado crecimiento de estas conductas violentas en el ámbito sanitario (451, 493, 416, 354, 344, 361, 495 y 515 agresiones entre 2010 y 2017), lo que supone que la tendencia ascendente se mantiene por tercer año consecutivo.



Según confesó el coordinador de este observatorio, José Alberto Becerra, los datos de 2018 mantendrán una tendencia similar al alza, por lo que todo hace apuntar que por cuarto año consecutivo las agresiones contra sanitarios volverán a aumentar. Estos son los datos reales de los episodios recogidos por las corporaciones colegiales, convirtiéndose en la punta del iceberg de la realidad de un problema que va más allá.

Diferencia de datos

Como contraste, la implicación directa de la Policía Nacional contra esta lacra, a través de la figura del interlocutor policial, ha permitido que este año este organismo ofrezca sus propios datos. El total de agresiones a sanitarios en el ejercicio de su profesión, correspondiente al año 2018, fueron de 298 hechos, siendo Andalucía la región con más casos, un total de 109. Todos estos sucesos ocasionaron 322 víctimas de las que el 54,96 por ciento fueron mujeres, destacando que la Policía Nacional ha esclarecido el cien por cien de los hechos.

La variación entre los datos que ofrece la OMC y la Policía Nacional radica principalmente en que los médicos recopilan todos los casos remitidos a los colegios profesionales de toda España, mientras que la Policía se limita a sumar sucesos que han sido denunciados de forma oficial.

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Del total de agresiones, el 52% fueron a mujeres, el 87% se produjo en el sector público y Andalucía es la comunidad que más incidentes registra

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Es por ello que desde los colegios profesionales se insiste en la necesidad de que todos los profesionales sanitarios que hayan sufrido algún tipo de agresión, ya sea física o verbal, acudan a la policía para dejar constancia del hecho, para que este no quede exento de castigo.

Agresiones verbales

Los datos, recogidos por el Observatorio Nacional de Agresiones de la OMC, desgranan que en su gran mayoría las agresiones a sanitarios son verbales, un 56 por ciento amenazas y un 32 por ciento insultos, y el porcentaje más inferior corresponde a ataques físicos que acarrean lesiones, un 12 por ciento.

De estos más de 500 casos de violencia, el 52 por ciento de las agresiones fueron a mujeres y el 48 por ciento a hombres descendiendo, en un 6 por ciento, el porcentaje de féminas agredidas respecto al año anterior.

En lo referido al lugar en el que se ejecutan este tipo de agresiones, el 87 por ciento de las mismas se produjeron en el sector público y el 13 por ciento en el privado. Además, estos colegiados fueron más agredidos en espacios de Atención Primaria, un 53 por ciento, mientras que la minoría de las mismas ocurrieron en hospitales, con un 21 por ciento. El resto de las agresiones ocurrieron en Urgencias hospitalarias y en Atención Primaria, con un 10 por ciento y un 16 por ciento, respectivamente.

Localización

Por regiones, las comunidades que registran un mayor número de incidentes son Andalucía (122), Cataluña (98) y Madrid (84). Sin embargo, la incidencia es mayor en Extremadura (3,8 agresiones por cada mil colegiados), Cantabria (3,3), Andalucía (3,1), Castilla-La Mancha (2,8), Cataluña (2,5) y Baleares (2,4). En el lado opuesto estarían País Vasco y Navarra, con apenas 0,3 y 0,2 casos por cada mil médicos colegiados.

Además, un análisis de las 59 sentencias sobre este tema publicadas en 2017, de las que 43 fueron condenatorias, muestran una gran variabilidad a la hora de tipificar las agresiones y establecer condenas. En 19 se impusieron penas de prisión y en 43 casos hubo multas que, en la mayoría de casos, fueron de una cuantía insignificante.