Vista de los juzgados de Oviedo.
La Fiscalía del Principado de Asturias solicita cuatro años de
prisión para cada uno de los dos médicos acusados de un delito de
homicidio por imprudencia por la muerte de un hombre en enero de 2014 a consecuencia de la
gripe A. La vista oral se celebrará este miércoles 8 de noviembre de 2017 en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo, a las 9.30 horas.
El Ministerio Fiscal sostiene que, sobre las 17.15 horas del día 12 de enero de 2014, una mujer decidió llevar a su hijo a un
centro de salud en Oviedo, ya que se encontraba mal, tenía mucha fiebre, gran dolor de cabeza y mucha tos.
Allí fue atendido por una médico quien, tras examinar al paciente, a pesar de no descartar ya en ese momento que se tratara de una gripe A, procedió a recetarle paracetamol e ibuprofeno al entender que los síntomas que presentaba eran compatibles con una
gripe ordinaria en una fase leve.
Como consecuencia del alarmante agravamiento del estado de salud del enfermo en los días sucesivos al 12 de enero, su madre, sobre las 09.30 horas del 15 de enero, decidió llamar al mismo centro de salud para requerir
asistencia médica domiciliaria con carácter urgente, siendo atendida telefónicamente por el médico de guardia, uno de los acusados, quien "omitiendo las más elementales normas de la medicina", tras informarle la mujer de que su hijo estaba muy mal, que su piel había cambiado de color, que se había desmayado y que tenía mucha tos, le contestó que el tratamiento prescrito por la médico el día 12 de enero de 2014 era el correcto para los síntomas que presentaba su hijo.
El Ministerio Fiscal solicita que los acusados indemnicen a la madre de la víctima con 100.000 euros, más intereses legales
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Añadió que no se iba a desplazar a su domicilio, afirmando "si no sabía lo que era una gripe". Tampoco le derivó a ningún otro centro hospitalario ni le ofreció una ambulancia.
Ese mismo día 15 de enero de 2014, aproximadamente sobre las 19.15 horas de la tarde, y como consecuencia del extremo empeoramiento del estado de salud que estaba sufriendo su hijo, la mujer decidió llamar al 112 para requerir asistencia médica domiciliaria con carácter urgente, siendo derivada la llamada a la médico de guardia de un centro de salud de Oviedo.
Esta médico, que es la segunda acusada, obvió según el fiscal la más elementales normas de la 'lex artis' de la Medicina. Una vez le hubo informado la madre de que su hijo "estaba consciente pero no podía hablar, estaba negrín, hinchado y tenía mucha fiebre, no respiraba, tenía 39 grados y vomitaba sangre", se negó a acudir a su domicilio. También se
negó a enviar una ambulancia al mismo o derivarle a un centro hospitalario, manifestando la médico que su turno de trabajo ya había terminado.
Una hora después, desde su domicilio particular, esta médico llamó a la madre a su domicilio para saber cómo estaba siendo la evolución de su hijo. La mujer contestó que su hijo estaba
tosiendo sangre. La acusada le recetó entonces 'Flutox' como jarabe para la tos.
Ante la impotencia de no ser atendido su hijo domiciliariamente por ningún médico, a pesar de las llamadas realizadas tanto al servicio de urgencias de los centros de salud y al 112, la madre decidió llevar por su propia cuenta en coche a su hijo al
Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), donde ingresó sobre las 22.57 horas del día 15 de enero de 2014 en el servicio de urgencias. Fue directamente intubado, sedado e ingresado en la UCI en estado crítico, donde permaneció hasta su fallecimiento, el día 10 de febrero de 2014.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia y solicita que se condene a cada uno de los acusados a cuatro años de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de la medicina durante seis años y abono de las costas procesales. El Ministerio Fiscal solicita igualmente que los acusados, de forma conjunta y solidaria, indemnicen a la madre de la víctima con 100.000 euros, más los intereses legales correspondientes.
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