Expertos defienden la equidad como garantía para que el paciente reciba la mejora atención posible

Redacción. Barcelona
Profesionales sanitarios, sociedades médicas y expertos en bioética se han dado cita en la Jornada ‘Equidad en el sistema de salud. ¿Cómo puedo contribuir ?’ organizada por la Societat Catalana de Dret Sanitari de l’Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i de Balears en colaboración con Novartis. Durante la misma, se ha puesto en valor la importancia de la equidad en el sistema sanitario, no tanto como distribución equitativa de los recursos, sino como garantía de que cada persona recibe la mejor atención posible en cada momento vital.

La equidad en salud y en los servicios sanitarios constituye un desafío ético mundial y un área sustantiva de la bioética, de ahí la importancia de esta jornada que “pretende discutir y valorar el concepto de la equidad en el sistema de salud, especialmente en aquello que hace referencia a la limitación de recursos”, destaca Josep Reig, presidente de la Societat Catalana de Dret Sanitari.

La equidad implica el aprovechamiento de los recursos del sistema de salud de manera que se produzca un equilibrio entre la eficacia y el trato equitativo. Reig indica que “equidad no significa igualdad, sino que está más cercano al término de la justicia, que sería tratar a los iguales como iguales y a los desiguales como desiguales”.

Para Ledesma, director del Plan Interdepartamental de Atención e Interacción Social y Sanitaria (Piaiss), “la equidad en la provisión del bienestar, siendo importante, no se centra solo en una distribución equitativa de los recursos en un territorio determinado y en función de variables colectivas o personales sino que también se basa en garantizar a cada persona la mejor atención posible en cada momento vital”. En su opinión, para hacer una contribución de primer orden a la equidad, es básico “garantizar una atención en la que los pacientes participen en la toma de decisiones conjuntamente con los profesionales, en la que sus decisiones sean tenidas en cuenta en todo el proceso asistencial, dando una respuesta priorizada a sus necesidades sociales y sanitaria”.

Garantizar la continuidad asistencial

Durante el encuentro se ha debatido sobre la posibilidad de garantizar la continuidad asistencial de las personas con necesidades sanitarias y sociales con la máxima eficiencia en el uso de los recursos y Ledesma ha señalado que “la eficiencia, es el resultado de dividir la eficacia con el coste y en este caso el coste total de la atención a estas personas no aumentará a corto o medio plazo y la atención tiene como objetivo mejorar el bienestar y la calidad de vida de estas personas, de sus cuidadores y de sus familias”.

En este sentido, ha indicado que “recientemente se ha demostrado que la atención integrada permite reintroducir recursos, alrededor de un 35 por ciento de los que utilizamos, evitando un uso inapropiado de dispositivos, garantizando que la respuesta sea en base a la priorización de necesidades y por tanto, aportando mejoras en los resultados de salud y una prolongación de la esperanza de vida”.

Los expertos han destacado que el secreto de una buena atención, generadora de equidad, se basa en dar respuesta a las necesidades sociales de los pacientes y una atención sanitaria capaz de mezclar tres visiones en cada momento evolutivo del ciclo vital de la persona: preventiva, curativa y paliativa. Asimismo, señalan que la atención tiene que ser introducida en fases tempranas del proceso, la mayor parte de las ocasiones no relacionada con su expectativa vital y siempre con el ánimo de aliviar las molestias y mejorar el bienestar. Rosa Masriera, directora ejecutiva de la Fundación Esclerosis Múltiple (FEM), indica que “desde la FEM queremos transmitir el cambio de la visión cortoplacista precio-efectividad de los tratamientos por una visión a medio plazo, en la que tratar a tiempo significa un ahorro, no sólo en costes directos sino también indirectos”.