Redacción. Palma
El grupo parlamentario socialista ha presentado este lunes una proposición de ley con el objetivo de "regular el ejercicio de derechos de la persona durante el proceso de su muerte", así como los deberes del personal sanitario en este aspecto y las garantías que deben proporcionar las instituciones sanitarias.
Vicenç Thomàs. |
Así lo han manifestado la portavoz del PSIB en el Parlament, Francina Armengol, y el portavoz adjunto del mismo partido, Vicenç Thomàs, en una rueda de prensa en la que han remarcado que esta iniciativa "no habla de regular la eutanasia ni permite el suicidio asistido", sino que su finalidad es que "se evite el padecimiento innecesario o se aplique el ensañamiento terapéutico", porque "todas las personas quieren vivir dignamente y morir forma parte de la vida".
En esta iniciativa, Thomàs ha explicado que se propone que se incluya en la historia clínica de cada paciente su voluntad de acuerdo a sus creencias o valores, que se respete su derecho a rechazar cualquier tratamiento y también se incide en el derecho a recibir sedación contra el dolor y cuidados paliativos, todo con la finalidad de garantizar una muerte digna.
Asimismo, los profesionales tendrán la obligación de informar a los pacientes de los procesos asistenciales e intervenciones sanitarias, que estos podrán rechazar. A su vez, contempla la posibilidad de que el paciente asigne representantes o pida asistencia espiritual y la garantía de disponer de una habitación individual para personas en situación terminal o "de agonía" para respetar su intimidad.
Esta norma también regularía qué pasaría con las personas incapacitadas para expresar sus últimas voluntades y a qué edad debería comenzar a informarse y qué información se daría a los menores para darles la oportunidad de decidir. En cuanto a las instituciones, tendrían que poner los medios necesarios para que se pudieran llevar a cabo estas acciones, fomentar el apoyo a las familias y personas cercanas y promover el voluntariado, entre otras.