Detenido un médico en Linares por supuesto tráfico de benzodiacepinas

La nueva operación contra la producción de estupefacientes alcanza al ámbito de la Medicina. La Policía Nacional ha detenido en Linares (Jaén) a un facultativo por traficar supuestamente con benzodiacepinas para la elaboración de Karkubi, conocida como la 'droga de los pobres'. La acusación se aplica a otras ocho personas, con edades entre los 19 y los 83 años, que también han sido arrestadas.

A los nueve implicados se les ha imputado un presunto delito contra la salud pública por tráfico ilícito de medicamentos. Según ha informado el comisario de Linares, Javier Cazorla, todos han quedado en libertad con cargos tras su puesta a disposición judicial

La actualización policial se enmarcada en la Operación Receta, iniciad a finales de 2023, tras haber detectado la Delegación Territorial de Salud y Consumo en Jaén una adquisición de grandes cantidades de fármacos de tipo psicotrópico, concretamente Rivotril, sujetos a una estricta prescripción médica. Esta información puso en alerta a la Policía Nacional.

Más de 56 recetas para una misma familia

La investigación llevó a los agentes a contactar con consumidores de sustancias estupefacientes y pacientes del mencionado preparado. Así, se halló a un varón dedicado a la compra ilegal de benzodiacepinas en el mercado negro local. La Policía Nacional comenzó a vigilar al objetivo y a su hijo mayor de edad, los cuales también se dedican supuestamente a la venta de cocaína, como corrobora el seguimiento realizado.

Los miembros del cuerpo de seguridad encargados de llevar a cabo las vigilancias observan como ambos investigados contactan en su domicilio familiar y en la vía pública con conocidos consumidores de sustancias estupefacientes. Estos venden al objetivo envases totalmente precintados de Rivotril, por el que reciben 20 euros por unidad.

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"La redada se saldó con la localización de 2.160 pastillas y  cerca de 18.000 euros en efectivo"

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Mientras, la Delegación Territorial de Salud detecta en octubre de este año un número muy elevado de dispensaciones de este fármaco en boticas de Linares por varias personas emparentadas entre sí. A raíz de esta información, la Policía Nacional detecta que se habían realizado de manera inusual hasta 56 recetas por un mismo facultativo de un centro de salud de la localidad jienense. Un suceso que revela una supuesta connivencia entre el médico y la familia.

De esta forma, los agentes proceden a la entrada y registro en dos domicilios de los principales investigados. Allí, localizan un total de 2.160 pastillas, todas ellas benzodiacepinas sujetas a prescripción médica, además de 17.920 euros en efectivo.

Relación con otras operaciones

Esta actuación está vinculada a la detención de dos personas procedentes de Algeciras (Cádiz) en el puerto marítimo de Tánger MED durante el 16 de noviembre. En esta ocasión se intervinieron 155.703 comprimidos psicotrópicos, entre ellos Rivotril, ocultos en el camión destinado al transporte de mercancías. La misión de los arrestados era introducirlos en Marruecos.

Tras recabar información sobre los detenidos y el vehículo en el que se transportaban las pastillas, los agentes comprobaron como a uno de los arrestados y al auto utilizado les constaba como domicilio el municipio de Vilches (Jaén), cercano a Linares. Cazorla no descarta que Marruecos pudiera tratarse de una salida natural de las pastillas intervenidas en la presente operación policial.

Uso de los benzodiacepinas como estupefaciente

La utilización del citado fármaco no es extraño en la elaboración de narcóticos. En concreto, Rivotril está compuesto por clonazepam, un compuesto que actúa sobre el sistema nervioso y tiene características ansiolíticas e hipnóticas. Este acostumbra a emplearse como un relajante para los pacientes que requieren de su toma.

En la actualidad, varias organizaciones criminales mezclan este fármaco con otro tipo de sustancias depresoras, como el pegamento o el hachís, para la producción de Karkubi. Esta droga tiene un potente efecto alucinógeno, además de un precio bajo y un acceso relativamente sencillo. Desde la Policía Nacional alertan que su consumo conlleva un grave riesgo para la salud y peligrosos efectos secundarios.