La
transparencia en la relación médico-paciente es importante, especialmente si se producen negligencias en el proceso asistencial. Tanto es así que si el facultativo da a conocer al paciente el error que ha cometido durante su intervención, el número de
demandas judiciales cae hasta un 61 por ciento.
Así lo ha puesto de manifiesto
Allen Kachalia, director de Calidad del Hospital de Brigham and Women de Boston, en Massachusetts, durante su intervención en el
4º Seminario Internacional de Seguridad del Paciente y Excelencia Clínica organizado por
Quirónsalud en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
Kachalia se ha referido a
un estudio llevado a cabo en su centro sanitario durante diez años (1996-2007), donde se analizaba la incidencia de la transparencia y la comunicación entre el médico y el paciente y sus posibles efectos. Durante este tiempo, el experto detectó que, a pesar de que se creía lo contrario, el número de denuncias por parte de los pacientes había disminuido significativamente, debido a que
“si el hospital les dice que les va a indemnizar por una negligencia médica, los pacientes litigian menos”.
Se deben comunicar los errores médicos
Esta idea va en consonancia con otra de las conclusiones aportadas por esta investigación, donde se evidenció que
6 de cada 10 médicos consideraban que se deben comunicar los errores asistenciales al paciente, en lugar de ocultárselos.
En su opinión, unos datos en salud transparentes no solo mejora la relación médico-paciente, sino que hace a este último partícipe en su tratamiento y puede mejorarlo. Repercutiendo todo ello, insiste, en el conjunto del sistema sanitario.
‘Right care’ o el cuidado perfecto
Por su parte,
Vikas Saini, presidente del Lown Institute de Boston, en Massachusetts, ha puesto sobre la mesa una novedosa técnica en el cuidado de los pacientes: el
‘right care’. La técnica se basa en el hecho en el que, en la actualidad, los médicos no están ofreciendo “el tratamiento adecuado o suficiente” a sus pacientes.
“Si las personas reciben un tratamiento que no necesitan, tendrán efectos secundarios”, asegura el experto.
Ante esta situación, Saini propone implementar en los sistemas de salud una serie de terapias médicas que se basen en una serie de pilares:
suficiencia, responsabilidad con los recursos disponibles, seguros y eficientes para el paciente.
Raimon Belenes Juárez, director del IV Seminario Internacional de Seguridad del Paciente y Excelencia Clínica de Quirónsalud; Héctor Ciria, CEO-Consejero Delegado de Quirónsalud; y Juan Antonio Álvaro de la Parra, director de Hospitales Públicos de Madrid de Quirónsalud.
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A la izquierda, Gonzalo Bartolomé, gerente del Hospital Clínica La Luz. A la derecha, Alberto Pardo, subdirector general de Calidad de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
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Javier Dodero, responsable de Continuidad Asistencial de los Hospitales Públicos de Madrid de Quironsalud; Javier Guerra, director médico de la Fundación Jiménez Díaz; y Ana Lea, subdirectora médica del mismo centro.
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En la primera imagen, Leticia Moral, directora general de Asistencia, Calidad e Innovación de Quirónsalud; con Ralf Kuhlen, director médico del Grupo Helios. En la segunda imagen, Nuria Díaz Avendaño, directora corporativa de Calidad de Quironsalud, con Agustín Albarracín, director de Planificación y Evaluación Asistencial de Quirónsalud.
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Raimon Belenes, Héctor Ciria y Juan Antonio Álvaro de la Parra en la inauguración de la jornada.
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En la primera imagen, Marta Cremades, directora corporativa de Talento y Desarrollo de RRHH de Quirónsalud. En el centro, Alien Kachalia y Vikas Saini, ponentes de la jornada. A la derecha, José Joaquín Mira Solves, responsable del del Departamento de Salu del Hospital San Joan y premiado en esta jornada.
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El acto ha tenido lugar en el auditorio de la Fundación Jiménez Díaz.
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