A día de hoy, en España hay unos
2.294.000 ciudadanos dependientes que necesitan la ayuda de otras personas para poder llevar a cabo acciones básicas del día a día. No se trata de una etiqueta administrativa, sino de pacientes que sufren problemas de salud crónicos y para cuya atención, principalmente domiciliaria, es clave la figura del
cuidador.
De hecho, este colectivo, que a partir de la puesta en marcha de la
Ley de Dependencia ha vivido una progresiva profesionalización (aunque en la mitad de los casos el peso de los cuidados sigue recayendo en las familias), es considerado “
absolutamente esencial”, según
Fernando Prados, viceconsejero de Humanización de la Asistencia Sanitaria de Madrid, quien ha reconocido que hay que hacer un esfuerzo por formar a los cuidadores y “buscar su complicidad, puesto que son los que nos van a permitir interactuar directamente con el paciente” en su hogar. En este sentido, ha destacado que la
Escuela Madrileña de Salud “nace con esta filosofía: formar al paciente y al entorno que le va a tener que cuidar en situaciones que va a tener que afrontar sí o sí”.
“La figura del cuidador es imprescindible, tanto en el caso de pacientes mayores como de otros jóvenes con enfermedades degenerativas. Muchas veces son familiares sin formación, que no tienen el soporte que sería deseable”, ha comentado
Carmen Aláez, directora técnica de la
Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). Precisamente, para reivindicar este perfil y su labor la patronal, en colaboración con Cofares y el Colegio de Farmacéuticos de Madrid, va a poner en marcha una campaña de reconocimiento del valor de los cuidadores en la sociedad.
Para ello, unas 379 oficinas de farmacia de la capital lucirán pósteres de la iniciativa y entregarán trípticos informativos a las personas interesadas. En los folletos, se facilitan
consejos de salud y recomendaciones para los que presten cuidados y atención a dependientes y se ofrece información sobre las herramientas y recursos disponibles para apoyar su labor desde los ámbitos sociosanitario e institucional y desde las propias asociaciones de pacientes.
En la fila superior: Manuel Martínez del Peral, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid; Juan Jorge Poveda, del Gabinete de Dirección de Cofares; César Antón, director del Área Sociosanitaria de Cofares: En la fila interior, Fernando Prados, viceconsejero de Humanización de la Asistencia Sanitaria de Madrid; Carmen Aláez, directora técnica de Fenin; Luis González, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid; Yolanda Tellaeche, presidenta del Instituto de Formación de Cofares, y Primitivo Ramos, coordinador médico asistencial del Servicio de Bienestar Social de la Comunidad de Madrid.
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En esta labor, la patronal considera fundamental a la
oficina de farmacia, algo en lo que ha coincidido
César Antón, director del Área Sociosanitaria de
Cofares y exdirector del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), quien opinado que la botica tiene “un importante papel en esto. Puede percibir y conocer las necesidades del cuidador, al que también hay que cuidar. Puede adaptarse a esta realidad gracias a su cercanía”.
Con todo, Antón ha reconocido que uno de los retos que todavía le quedan a la farmacia es, precisamente, el de los cuidados domiciliarios. “Cofares trabaja en lograr instrumentos para facilitar estos servicios en un contexto que favorece la humanización de la atención sanitaria”, ha indicado.
Sobrecarga
La iniciativa se ha presentado en la jornada '
El valor del cuidador en el sistema sanitario, celebrada en Madrid, en la que ha participado
Primitivo Ramos, coordinador médico asistencial del Servicio de Bienestar Social de la Comunidad de Madrid, quien ha advertido de que el trabajo de los cuidadores "les afecta de una manera bastante intensa y poco visible o reconocido. Deberían estar más reconocidos ante la
sobrecarga fisica y afectiva que sufren al ser el je de la vida de la persona a la que cuidan".
De hecho, ha informado de que el 35 por ciento de los cuidadores no consulta a su médico y va entrando "en una casaca que llamamos el
síndrome del cuidador: tiene tiempo para cuidar al paciente pero no a sí mismo. Se descuida física y psicológicamente y disminuye su calidad de vida y su atuonomía". Por ello, ha llamado a los colectivos sanitarios a "volcarnos en esta figura y apostar por su formación e información".
Claudia Tecglen, presidenta de la Asociación Convives con Espasticidad, ha reivindicado también esta figura, que "es vital no solo para personas mayores, sino también para menores y jóvenes que pueden sufrir enfermedades raras. El apoyo del cuidador no solo da cuidados, sino que nos permite vivir una vida plena, participativa e inclusiva".
Por su parte,
David Rudilla, responsable de Pacientes en Air Liquide Healthcare, ha dado su testimonio como psicólogo durante unos 11 años en una unidad de Cuidados Paliativos, y ha ofrecido un consejo: "
Cuidar al final de la vida duele, y atender al cuidador del paciente en cuidados paliativos es tan importante como atender al paciente".
César Antón, Fernado Prados y Carmen Aláez.
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Manuel Martínez del Peral; Claudia Tecglen, presidenta de la Asociación Convives con Espasticidad; Ana Román, coordinadora de la Comisión de RSE de Fenin; David Rudilla, responsable de Pacientes de Air Liquide Healthcare; María Valdivia, enfermera y responsable del Servicio de Enfermería de la Fundación Esclerosis Múltiple; Mónica Suárez, cuidadora y Relaciones Institucionales de la Federación Española de Enfermedades Neuromusculares, y Primitivo Ramos.
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Fernando Prados junto a Ana López Alonso, directora de Relaciones Institucionales de Cofares. A continuación, Yolanda Tellaeche y César Antón.
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Ana Román, David Rudilla y Mónica Suárez.
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Claudia Tecglen, David Rudilla, Manuel Martínez del Peral y Primitivo Ramos.
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Claudia Tecglen y María Valdivia. A continuación, Isabel Rosa y Pablo Bengoa, directora comercial y director general de Farmavénix.
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Ana Román, Mónica Suárez y María Valdivia.
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Eloísa Ávila, de CuyDe, y Marieta Montoya, de AtePharma. A continuación, Lucía Vega, de OAT, y Elisa Díaz, de Merck.
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Un momento de la jornada celebrada en Madrid por Fenin y Cofares.
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