El consejero Antoni Comín; Elissa Sagarra, técnico del CatSalut; y David Elvira, director general del CatSalut.
24 oct. 2016 12:30H
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El concurso de las terapias respiratorias domiciliarias en Cataluña está varado. Tanto el consejero Antoni Comín como el director gerente del CatSalut, David Elvira, han heredado una ‘bomba de relojería’ del equipo anterior, que amenaza con estallarles en la cara, como ya le pasó a la consejera Marina Geli allá por 2008 con esta misma licitación.
¿Pero quién es el responsable de que el ambiente se esté enrareciendo en el entorno de la Neumología y los pacientes por culpa de este concurso? Ante esta pregunta son multitud los dedos que señalan a Elissa Sagarra, enfermera de formación y técnico del CatSalut desde hace muchos años. Su firma es la que avala gran parte de las valoraciones de las ofertas presentadas por las empresas que optan a alguno de los 18 lotes en liza (todos territoriales, salvo uno pediátrico).
Según ha podido saber este diario, Sagarra sería quien protagonizara una fórmula de valoración que ha hecho que una empresa novata en Cataluña, como lo es la italiana Vivisol, sea la mejor valorada técnicamente, mientras que tanto a líderes del mercado mundial (Air Liquide y Linde), como a empresas con claro ‘ADN catalán’ (Esteve Teijin y Oxigen Salud), les habría asignado mucha peor calificación.
Un procedimiento que podría estar sesgado
El procedimiento de valoración técnica en este concurso podría estar sesgado. Según consta en las actas que firma la propia Sagarra, ella es quien rubrica la mayor parte de la valoración, ya que la Sociedad Catalana de Neumología (Socap) solo habría aceptado avalar lo valorado por sus propios especialistas. Los neumólogos finalmente solo accedieron a firmar 13 puntos de los 49 que requieren los pliegos; el resto los asume Sagarra, con aspectos tan importantes entre ellos como los relativos a recursos humanos o equipos tecnológicos. El problema es que a estos neumólogos el CatSalut solo se les habría hecho llegar extractos muy generales de las ofertas, ‘descafeinados’, por lo que sus puntuaciones habrían estado incluso sesgadas por desconocimiento de la propuesta total. Esto habría hecho que la valoración técnica de Sagarra fuese la decisiva para que finalmente se descantase la puntuación más alta a favor de una u otra empresa.
Un precedente casi calcado
En 2008 se vivió una situación muy parecida, y la sombra de Elissa Sagarra ya estaba presente en el CatSalut. Entonces la empresa novata que por sorpresa se llevó la mejor puntuación fue Oximeplus. Tras la denuncia de Redacción Médica, de la que se hizo eco la prensa local catalana, la entonces consejera Marina Geli tuvo que maniobrar para ‘rehacer’ la adjudicación.
Comín y Elvira se encuentran en una encrucijada parecida ahora. Según fuentes de su entorno la polémica generada en este concurso les ha pillado ‘en fuera de juego’, ya que es una patata caliente heredada de la época de Boi Ruiz y del gerente del CatSalut Josep Maria Padrosa. Incluso es muy posible que estos dos últimos desconocieran lo que se estaba cociendo en la cocina del CatSalut.
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