Los investigadores han vinculado el consumo regular con un agrandamiento en el ventrículo izquierdo.
Investigadores británicos han identificado un posible vínculo entre el consumo habitual de cannabis y cambios estructurales y en la función del corazón. Según una investigación dirigida por un equipo de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido), que se publica en la revista
JACC Cardiovascular Imaging.
Analizando
imágenes de resonancia magnética del estudio de población del Biobanco del Reino Unido, el equipo identificó una asociación entre el consumo regular de cannabis y un
agrandamiento en el ventrículo izquierdo, junto con signos tempranos de deterioro de la función cardíaca.
El estudio ha analizado imágenes de resonancia magnética cardiaca para identificar estos cambios
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El autor principal,
Mohammed Khanji, profesor clínico del Queen Mary, explica que estos hallazgos "no son concluyentes, pero la investigación se realizó en un contexto de despenalización y legalización del consumo de cannabis recreativo en muchos países y necesitamos urgentemente una investigación sistemática para identificar las implicaciones a largo plazo del consumo regular de cannabis en el corazón y los vasos sanguíneos. Esto permitiría a los profesionales de la salud y los encargados de formular políticas mejorar el asesoramiento a los pacientes y al público en general".
El estudio analizó escáneres cardíacos de
3.407 individuos con una edad promedio de 62 años sin enfermedad cardiovascular. La mayoría (3.255) rara vez o nunca consumían cannabis, 105 lo habían consumido regularmente, pero más de cinco años antes de ser entrevistados y 47 eran consumidores habituales.
Este último grupo tenía más probabilidades de tener ventrículos izquierdos más grandes y mostrar signos tempranos de insuficiencia cardíaca, según la forma en que las fibras del músculo cardíaco se deforman durante la contracción. Sin embargo, no parece haber diferencia entre los tres grupos en la masa total del ventrículo izquierdo o la cantidad de sangre expulsada con cada latido cardíaco.
Por otra parte,
no se identificaron cambios en el tamaño y la
función de las otras tres cámaras del corazón.
El análisis también encontró que las personas que habían consumido cannabis con regularidad pero que habían dejado de fumar tenían un tamaño y función cardíaca similares a los que rara vez o nunca habían consumido esta sustancia.
Limitaciones del estudio
Aunque el estudio tuvo en cuenta factores como la
edad,
diabetes,
presión arterial,
tabaquismo y
alcohol,
Khanji ha reconocido, sin embargo que tiene limitaciones. Entre ellas destaca una
representación excesiva de participantes caucásicos (96 por ciento), el número relativamente bajo de consumidores regulares de cannabis, la dependencia del reconocimiento del consumo de una droga que sigue siendo ilegal en el Reino Unido y el posible impacto de factores de confusión no medidos.
Khanji, que también es cardiólogo consultor en el Hospital de la Universidad de Newham y en el Centro Cardíaco Barts, considera no obstante que se trata del "
primer estudio que informa sistemáticamente sobre cambios en la estructura y
función cardíaca asociados con el cannabis recreativo utilizando
resonancia magnética cardíaca, que es una herramienta de imagen muy sensible y el estándar de referencia actual para evaluar las cámaras cardíacas".
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