Daniel Muñoz, profesor asistente de Cardiología en el Vanderbilt University Medical Center.
Tomar una
píldora diaria que
combina medicamentos para tratar la
presión arterial alta y el
colesterol alto redujo el riesgo de
enfermedad cardiaca entre los pacientes con dificultad de acceso a asistencia,
mejor que tomar varios medicamentos por separado para tratar estos factores de riesgo, según una nueva investigación publicada en 'New England Journal of Medicine' y financiada por la American Heart Association, la principal organización voluntaria de salud .
Los investigadores descubrieron que también era probable que los pacientes siguieran una
rutina de medicamentos si solo tenían que tomar una píldora.
"Los pacientes se enfrentan a una variedad de barreras para obtener la atención que necesitan -contextualiza el autor del estudio
Daniel Muñoz, profesor asistente de Cardiología en el Vanderbilt University Medical Center, en Estados Unidos-. Esas barreras pueden incluir el
coste y la
complejidad de los regímenes de medicamentos, por lo que se necesitan
estrategias innovadoras para mejorar la
prestación de atención preventiva, especialmente cuando se trata de
personas socioeconómicamente vulnerables".
Elaboración del estudio
Muñoz y su equipo estudiaron cómo una polipíldora que incluye
cuatro medicamentos conocidos por reducir la
presión arterial alta y el
colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL)
afectaría a los
pacientes con
presión arterial alta y
colesterol alto en un centro de salud comunitario en Mobile, Alabama (EEUU).
Tres cuartas partes de los
303 pacientes estudiados informaron que ganan menos de 15.000 dólares al año. El 96 por ciento de los participantes eran negros, 60 por ciento eran mujeres y la edad promedio fue de
56 años.
"Cuando se trata de prevenir la enfermedad cardiovascular, las estrategias simples pueden ofrecer ventajas clave"
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A la
mitad de los pacientes se les administró una
píldora diaria que contenía
cuatro medicamentos de baja dosis que se sabe que reducen la presión arterial alta y / o el colesterol LDL alto: atorvastatina (10 mg),
amlodipino (2.5 mg),
losartán (25 mg) e
hidroclorotiazida (12.5 mg). La otra mitad de los pacientes recibió su
atención médica y
medicamentos habituales. Los médicos realizaron un examen médico y midieron la presión arterial y el colesterol en la sangre de los pacientes al comienzo del estudio, a los dos meses y al año.
Los investigadores encontraron que los pacientes que tomaban la polipíldora tenían
mayores reducciones en la
presión arterial sistólica y el
colesterol LDL en comparación con los del grupo de atención habitual.
En el grupo de polipíldora, la presión arterial sistólica cayó un promedio de 9 mm Hg en comparación con 2 mm Hg en un año en el grupo de atención habitual. El colesterol LDL
disminuyó un promedio de 15 mg por decilitro frente a 4 mg por decilitro en el grupo de atención habitual.
Alta adherencia
Según Muñoz, estas diferencias se traducen en una
reducción de aproximadamente el 25 por ciento en el
riesgo de experimentar un evento cardiovascular, como un ataque cardiaco.
La
adherencia a la
medicación durante el período de estudio de 12 meses fue
alta (86 por ciento) en pacientes asignados al grupo de polipíldora, en comparación con
estudios anteriores que encontraron que
menos de la mitad de los pacientes siguen tomando sus
medicamentos recetados para la
presión arterial al año, según Muñoz.
"Cuando se trata de
prevenir la enfermedad cardiovascular, las
estrategias simples como la polipíldora pueden ofrecer
ventajas clave para los pacientes que enfrentan barreras para
acceder a la atención médica -asegura Muñoz-. La simplicidad es una gran ventaja: es
una vez al día,
fácil de entender y
no requiere ajuste. Es más probable que los pacientes tomen sus medicamentos según lo recetado, lo cual es bueno para ellos y sus médicos".
La población de este estudio es de
particular interés porque los
pacientes desatendidos en los centros de salud comunitarios tienden a ser
poco estudiados en ensayos clínicos, dijo Muñoz.
"Necesitamos entender mejor qué funciona y qué no en estos entornos para poder
mejorar los resultados para las personas que pueden ser los
más vulnerables -añade-. También tendremos que
estudiar si los beneficios de la pólipo se aplican a la
población en general. Estas son
preguntas importantes en el debate sobre
nuevas estrategias creativas e innovadoras para la
prevención de enfermedades cardiovasculares".
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