Según un estudio con más de 200.000 muestras, estas condiciones aumentan especialmente el riesgo entre las mujeres

Un 74% más de riesgo de infarto por la combinación de calor y contaminación
Calor y contaminación, combinación 'mortal' que aumenta el riesgo de sufrir infarto.


24 jul. 2023 21:15H
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Aunque hay diversos factores que pueden duplicar el riesgo de infarto, hay una combinación que resulta especialmente mortal: el calor y los niveles elevados de contaminación por partículas finas, dos elementos que disparan el riesgo de muerte hasta un 74 por ciento, sobre todo en mayores y mujeres.

Esta es la principal conclusión de un estudio publicado este lunes en Circulation, la revista de la Asociación Americana del Corazón, basado en el análisis de más de 202.000 muertes por infarto de miocardio entre 2015-2020 en la provincia china de Jiangsu, una región con cuatro estaciones bien diferenciadas y una amplia gama de temperaturas y niveles de contaminación por partículas finas.

Las partículas finas de menos de 2,5 micras de tamaño proceden de los tubos de escape de los coches, las fábricas o los incendios, y su inhalación causa enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares entre otros problemas. Estas partículas "pueden interactuar sinérgicamente con las temperaturas extremas y afectar negativamente a la salud cardiovascular", ha declarado el autor principal, Yuewei Liu, investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Sun Yat-sen en Guangzhou, China.

Para averiguar si la exposición conjunta a temperaturas extremas y contaminación afecta a la salud, el equipo ha analizado 202.678 muertes por ataque cardíaco entre 2015-2020 registradas en Jiangsu. El estudio ha confirmado que los días que combinaron calor extremo y altos niveles de contaminación del aire por partículas finas dispararon el riesgo de muerte por infarto, más en las mujeres que en los hombres y en los adultos mayores más que en los jóvenes.


Han fallecido más los hombres de edad más avanzada


En concreto, las muertes se produjeron entre adultos con una edad media de 77,6 años, el 52 por ciento tenían más de 80 años y el 52 por ciento eran varones.

Las temperaturas extremas se han medido según el índice de calor diario de una zona que incluye el efecto combinado del calor y la humedad. Y se han evaluado tanto la duración como la intensidad de las olas de calor y las olas de frío.

Las muertes por infarto de miocardio, o 'casos-día', durante estos periodos se han comparado con las fechas de control del mismo día de la semana del mismo mes; es decir, si una muerte se produce un miércoles, todos los demás miércoles del mismo mes se considerarían días de control.


Más riesgo de infarto mortal en olas de calor prolongadas


Los niveles de partículas se han considerado altos en cualquier día con un nivel medio de partículas finas superior a 37,5 microgramos por metro cúbico. En comparación con los días de control, el riesgo de sufrir un infarto mortal aumenta un 18 por ciento en las olas de calor de dos días con índices de calor iguales o superiores al percentil 90 (entre 28,1 y 36,6 grados Celsius), y hasta un 74 por ciento más en las olas de calor de cuatro días con índices de calor iguales o superiores al percentil 97,5 (entre 34,8 y 43 grados C).

Los infartos vinculados al frío han sido un cuatro por ciento más frecuentes durante olas de frío de dos días con temperaturas iguales o inferiores al percentil 10 (entre 0,7 y 4,7 grados), y un 12 por ciento más en las olas de frío de tres días con temperaturas iguales o inferiores al percentil 2,5 (entre -2,7 y 2,7 grados Celsius).

Sin embargo, con una contaminación superior a los 37,5 microgramos por metro cúbico, las muertes han aumentado en las olas de calor de cuatro días pero no en las de frío.


Diferencias entre sexo y grupo hetario


Por sexos y edades, se han detectado más muertes entre las mujeres que entre los hombres durante las olas de calor y entre personas de 80 años o más. La edad media de todos los individuos que han muerto de un ataque al corazón en Jiangsu entre 2015 y 2020, incluso durante eventos de temperaturas no extremas, ha sido de 77,6 años; el 52,1 por ciento de estos individuos tenían más de 80 años.

"Nuestros hallazgos demuestran que reducir la exposición tanto a las temperaturas extremas como a la contaminación por partículas finas puede ser útil para prevenir las muertes prematuras por infarto de miocardio, especialmente en el caso de las mujeres y los adultos mayores", ha señalado Liu.
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