Julián Pérez-Villacastín Domínguez, nuevo presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Julián Pérez-Villacastín Domínguez, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha sido nombrado nuevo presidente de la
Sociedad Española de Cardiología (SEC) este viernes. Con motivo del anuncio, Villacastín ha diseccionado para
Redacción Médica los retos que afronta con este nuevo cargo, además de temas como la formación de los MIR, las condiciones laborales de los cardiólogos españoles y la relación actual con el Ministerio de Sanidad.
- A partir del sábado será el nuevo presidente de la SEC ¿Cómo afronta este nombramiento?
Es un proyecto muy ilusionante. Considero que tengo la suerte de que la SEC funciona fenomenal, desde todos los puntos de vista. Gracias a todos los socios que conocen a la perfección las distintas facetas de la especialidad, tenemos una capacidad formativa muy importante y la cual nos permite estar continuamente actualizados y, por ende, que esto repercuta en la población que tratamos.
Afronto este nombramiento con mucha ilusión y con una serie de proyectos entre manos que siguen una línea continuista dentro de la SEC.
-¿Qué retos se marca a partir de ahora?
Los retos que nos marcamos se encuentran dentro de un cuadro con cuatro objetivos. El primero de ellos se centra en medir la calidad de los resultados en salud. Consideramos que este punto es fundamental para los pacientes, que conozcan los resultados de las patologías de ese centro cuando sean atendidos. Lo ideal sería que, además, supieran los resultados de los profesionales médicos que se encuentran en los centros, pero esto solo se puede llevar a cabo en patologías muy concretas. Los resultados en salud creemos que es algo que la población tiene derecho a conocer y estamos trabajando en ello.
La experiencia del paciente será nuestro segundo objetivo, es decir, si conocer esos resultados en salud es bueno o no para el paciente, ya que es importante entenderlo desde su punto de vista. Por ejemplo, una vez tratado un paciente que ha sufrido un infarto de miocardio, mostrarles qué medidas les va a permitir llevar una vida familiar, lúdica o laboral con normalidad, y finalmente serán ellos quienes puedan decidir y así mejorar su experiencia.
En ese mismo sentido, nuestro tercer objetivo será mejorar la experiencia del profesional. Todos los profesionales tenemos que estar contentos y satisfechos con nuestro trabajo, por ello es muy importante que tengamos capacidad a la hora de tomar decisiones e influir en esta organización. Y, en cuarto lugar pero no menos importante, pondremos el foco en la eficiencia de nuestro trabajo. Vamos a preocuparnos más por los costes e intentar distribuirlos de la mejor manera posible para el mayor beneficio de la población.
- ¿Cuál va a ser la primera iniciativa que promueva al frente de la sociedad?
Como comentaba antes, el primer objetivo será medir los resultados en salud. Esto ya lo estamos llevando a cabo con una serie de proyectos que tienen nombres propios. El primero se llama 'Recalcar' y consiste en medir los resultados y conocer los recursos que tienen los diferentes hospitales en los cuales hay servicios de Cardiología, contando ya con el 80 por ciento de los datos. Y, en segundo lugar, el otro proyecto se llama 'Avacar' a través del cual queremos mejorar la educación para que a la hora de medir estos resultados se haga de forma correcta. Los resultados, basados en el Conjunto Mínimo de Datos (CMD), son aportados de forma obligatoria por cada centro al Ministerio de Sanidad y a su comunidad autónoma para que, de esta forma, conozcamos exactamente los resultados en salud.
Estos son los proyectos principales a los que tenemos que añadir un tercero llamado 'Unidad relativas de valor'. Este consiste en analizar los costes de esos procedimientos que llevamos a cabo. Todos y cada uno de los proyectos siguen una línea de continuidad, marcados en una estrategia común basada en los cuatro objetivos de los que hemos hablado.
También podría mencionar un cuarto proyecto en el que, actualmente, situamos en el horizonte. Este consistiría en perfilar y consensuar los cuadros de mando, es decir, las cuestiones que consideramos fundamentales que se se deben medir para poder tener toda esta información actualizada de forma automática, de manera que ya podamos integrarlo en sistemas de inteligencia artificial o big data. Aunque todavía lo vemos en un horizonte no muy lejano, está claro que estamos en ruta para conseguirlo en un periodo de tiempo de no muchos años.
- En su opinión, ¿tienen los cardiólogos españoles unas condiciones laborales y un sueldo adecuado?
En mi opinión, no. Ahora mismo existen muchos contratos que no son estables, no hay la movilidad que a nosotros nos gustaría para que la gente pudiera cambiar de ciudad e incluso de comunidad, como a veces cambias de país. Además, considero que la remuneración económica debiera estar relacionada con el grado de responsabilidad del profesional. En este momento nosotros creemos que aquí existen carencias que están repercutiendo en las personas más jóvenes que sienten que, a pesar de que les gusta mucho lo que hacen, no encuentran una recompensa como la que ellos esperaran.
- Y los MIR, ¿están bien formados?, ¿cómo podría mejorar su formación?
Los MIR en España han sido probablemente los médicos mejor formados en las diferentes especialidades a nivel mundial. El sistema que se ha llevado acabo desde finales de los 70, o primero de los 80, ha sido un sistema fantástico que ha conllevado la dedicación a tiempo completo de los profesionales que, ya de entrada, pasaban un corte que era una posición extremadamente difícil, y esto sigue sucediendo. Además de estar varios años viviendo prácticamente en el hospital, el resto de profesionales que estaban por encima se podían dedicar mucho tiempo a una labor docente, de manera que la formación ha sido extraordinariamente buena.
Esto está cambiando en los últimos años porque hay muchos factores que están incidiendo en ello, entre otras cosas, porque la dedicación ya no es la que existía antes por distintos motivos. Quizás suceda lo mismo a nivel del resto de la sociedad, pero al saber que a lo mejor su salida profesional no está tan clara como podría estar antes, influye en la dedicación e implicación. ¿Cómo influye? Por ejemplo, buscando alternativas de trabajo antes de terminar la especialidad, y además observamos que, aún sin querelo, tendemos a ser negativistas. Considero que la formación en los próximos años debería modificarse para seguir teniendo la misma calidad que hemos tenido hasta ahora en los profesionales que se especializan en las diferentes ramas de la Medicina.
En cuanto a cómo se podría mejorar esta formación, el primer paso sería facilitándoles su presencia en los hospitales, eso es importante. Después darles la tranquilidad de que con una buena formación, después de haber pasado una oposición de cuatro o cinco años de un trabajo durísimo, van a poder tener una plaza relativamente estable, con capacidad de progresar a nivel profesional y no quedarse estancados en una sola comunidad. De esta manera, deberían de abrirse las barreras para que las personas puedan subir libremente al menos dentro del territorio nacional. Además de luchar para que esto se tradujera en una serie de oposiciones periódicas que dieran lugar a estabilidad de las plazas con unos salarios dignos. Yo creo que con todo eso volvería la ilusión de estas personas que realmente dedican su vida a la Medicina y que son el futuro del sistema.
"Demandamos que las sociedades científicas de la medicina puedan tener un peso importante en la toma de decisiones del sistema sanitario español"
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- ¿Cuáles son las demandas de los profesionales a las que se intentará dar voz desde SEC a partir de ahora?
La principal demanda de los profesionales es que las sociedades científicas de la medicina puedan tener un peso importante a la hora de influir en la toma de decisiones del sistema sanitario español, y que no solo sea con carácter consultivo.
Y, por otro lado, nos gustaría que se reforzaran los Colegios de Médicos y pudieran representar y defender al colectivo médico. El objetivo de esta demanda es que exista una defensa científica o más profesional, y otra defensa más laboral para que los médicos podamos mantener unas condiciones que consideremos necesarias para que se desarrollen bien profesionalmente y puedan llevar su labor de la mejor forma posible. Ese sería el beneficio que va a encontrar la sociedad con nosotros.
- ¿Cómo confían que serán a partir de ahora las relaciones con el Ministerio de Sanidad?, ¿Cuáles serán las reivindicaciones que le trasladarán?
Tengo que reconocer que las relaciones con el Ministerio de Sanidad han mejorado en los últimos meses, pero todavía no nos fiamos del todo. Esto se debe a que muchas veces, con anterioridad, hemos confiado y no nos han demostrado que somos o podemos ser sus aliados, o que así nos consideran. En esta línea, están pendientes una serie de decisiones que tienen que ver con la Comisión de Especialidades Médicas y esperamos que aquí demuestren que efectivamente hacen caso de lo que las sociedades científicas proponemos casi al unísono.
Una de ellas es fortalecer el sistema MIR, no destruirlo, no fragmentarlo, sino fortalecerlo, y que se adapte un poco a la evolución de la Medicina. Ahora existen subespecialidades que están ya en marcha en los hospitales, sobre todo en los hospitales grandes, y que deben tener una formalización. Por ejemplo en Cardiología nosotros tenemos la especialidad de Electrofisiología y Arritmias, o la especialidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista, es decir, nosotros ya tenemos muy bien definidos desde hace varios años cuáles son los requisitos para poder adquirir esas áreas de capacitación específica. El Ministerio ha prometido que lo va a formalizar y estamos pendientes de que así sea. Por eso creo que estamos ahora en mejor camino y disposición para poder mejorar estos aspectos.
- ¿De qué forma ha pasado factura la pandemia de Covid-19 a los cardiólogos?, ¿Cómo se puede revertir esta situación?
Ha sido tremendo, porque hemos pagado la falta de planificación y la falta de unas prioridades. Los pacientes Covid han requerido toda la atención del sistema, pero muchas veces a costa de pagar un precio altísimo como cerrar y retrasar la acción en la actividad de otros servicios que son también importantísimos, como puede ser Cardiología o la Oncología. Los hospitales no estaban preparados para esto, entonces ha habido que ocupar todas las plantas de agudos para tratar a enfermos Covid. Esto ha repercutido muy negativamente en los enfermos de distintas patologías, y ahora estamos 'pagando el pato' porque nos encontramos con unas enfermedades cardiovasculares, unas enfermedades oncológicas respiratorias que han avanzado muchísimo en estos dos años porque han estado mucho menos atendidas.
Entonces, lo que nos tiene que enseñar esta pandemia es que tenemos que estar preparados para ser mucho más flexibles sin desatender sobre todo las patologías que son más graves y más preocupantes para los pacientes, de las cuales podemos actuar para afrontar más años de vida saludables a la población. Nos hemos dejado llevar y no hemos podido hacerlo de otra forma por esta hecatombe. Pero por lo menos que aprendemos y nos organicemos para que podamos pasar, si tenemos que pasar un trago como este o algo parecido, de una forma mucho mejor.
- ¿Qué espera Cardiología del RD de Especialidades que está ultimando Sanidad?
Esperamos, entre otras cosas, que las áreas de capacitación específica (ACE) se concreten y es una de las cosas del Real Decreto que consideramos que son importantes. Yo me conformaría con eso.
Otra medida que va a tomar la SEC es que no va a estar cambiando representante del Ministerio cada dos años, como se hacía hasta ahora. Es decir, al llegar al cargo de presidente de la SEC, ya te metían en la Comisión Nacional de Especialidades y así no se gana la partida. Por ello, quiero que Ángel Cequier, que está muy bien formado en esta línea, continúe siendo el representante de la SEC en el Ministerio, aunque haya acabado su mandato de presidente.
- España cuenta con 15 de los mejores hospitales en Cardiología del mundo, ¿cree que se reconoce suficiente la calidad de los cardiólogos españoles?
Siempre nos va a parecer poco, pero yo creo que lo primero que tenemos que hacer es medirnos para saber de verdad qué es lo que hacemos y
cómo lo hacemos. Y después, corregir las acciones que no hagamos bien inmediatamente y presumir de aquellas que realicemos correctamente. Yo creo que ese es el camino correcto. Volviendo un poco a lo que hemos hablado al principio, medir para poder mejorar, para poder aportar más calidad porque si no nunca vamos a ser capaces de identificar qué es lo que hacemos bien y qué es lo que hacemos mal. Pero en general debemos de reconocer que la contribución de la Cardiología española a nivel mundial es extraordinaria. Para lo pequeñitos que somos como país, el impacto que tenemos es muy grande.
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