Las últimas terapias en patología cardiovascular centran el 35 Congreso SEA

El Congreso de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) vuelve al noroeste de España, concretamente a A Coruña, del 14 al 16 de junio en la 35ª edición. El mensaje que marcará estas jornadas se centra en "concienciar" a los especialistas del tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Este encuentro entre facultativos albergará la actualización de las novedades de medicamentos, técnicas de diagnóstico y modelos de atención para personas con arteriosclerosis con el objetivo de recalcar la necesidad de ofrecer un tratamiento de la manera más precoz posible. Además, se abordará el porqué tratar el colesterol y los trastornos lipídicos es "esencial" para disminuir la morbimortalidad y mejorar la vida de las personas.

Manuel Suárez, uno de los presidentes del Comité Organizador del Congreso SEA 2023, argumenta la necesidad de seguir aunando conocimiento: "Los últimos datos que tenemos de estudios europeos sobre el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares siguen diciendo que en toda Europa se está lejos de los objetivos de dichos tratamientos". 

"Nunca tenemos suficientes conocimientos. Son temas tan extensos que es casi imposible abarcar tantas cosas. Cuanto más nos reafirmemos y recalquemos estos temas, más beneficioso será", asegura el especialista en Medicina Interna.

José Luis Díaz, el otro presidente del Comité, señala que el eje sobre el que giran estos simposios se centra en reducir el riesgo para vivir "más y mejor" y que, en este caso, pasa por controlar el colesterol y otras alteraciones lipídicas.

En las jornadas se abordarán temas candentes

Estas tres jornadas, que se clausurarán con una asamblea general para los socios de SEA, servirán para la actualización en líneas generales de la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. En relación con el tratamiento, Suárez destaca los anticuerpos monoclonales que se llevan utilizando desde hace cinco o seis años. "Aparece este año el ácido bempedoico, que es la novedad que todavía no tenemos incluida en la cartera de servicios de la Seguridad Social. Está disponible, pero no subvencionada", detalla. Tal y como concreta, se utiliza para pacientes que tienen intolerancia a las estatinas o como ayudante para los que ya la reciben y necesitan algún otro medicamento.

Además de abordar las últimas innovaciones, Díaz, que trabaja en la Unidad de Lípidos del Hospital Abente y Lago, explica que lo más importante va a ser atender aquellos espacios asistenciales y de investigación que tengan más relevancia en la actualidad. Algunos de estos temas candentes son la arteriosclerosis subclínica, el riesgo cardiovascular en personas mayores o la hipercolesterolemia familiar con arteriosclerosis. 

Pero si hay una mesa en la que Díaz, especialista en Medicina Interna, pone el foco es en la sesión dedicada al riesgo cardiovascular en las mujeres: "Es algo que pasa desapercibido. Es una población que tiene un riesgo vascular que muchas veces se infraestima y luego da lugar a accidentes cardiovasculares", detalla.

La asistencia de distintas especialidades

Se espera que al congreso acudan alrededor de 400 personas, médicos de distintas ramas: cardiólogos, nefrólogos, endocrinos, y de Atención Primaria. "Cuantos más especialistas dominemos un tema mejor oferta le podremos dar a nuestros pacientes", defiende.

Desde que se comenzó a celebrar este congreso anual hace tres décadas hasta ahora, la evolución del abordaje de la arteriosclerosis ha sido dilatada. "Hemos partido de cuando casi no se conocía tratamientos para las enfermedades cardiovasculares, como eran las estatinas que aparecieron a principios de los 90, a tratamientos combinados de estas con otras sustancias en la misma pastilla. Sumado a esto, hay una nueva hornada de medicamentos que están saliendo con alta tecnología", resume Suárez, que dirige la Unidad de Lípidos del Hospital San Rafael. Estos fármacos pueden presentarse en inyecciones subcutáneas, que requieren de administración cada 15 días, un mes o incluso cada seis meses.

"La evolución ha sido realmente buena", sostiene. Sin embargo, el especialista recuerda que muchos de estos medicamentos no están disponibles por cuestiones de económicas, por lo que los tiempos "no son los mejores".