La mascarilla, 'enemiga' del fumador al incrementar su disfunción vascular

La reinhalación de monóxido de carbono durante uso de la mascarilla en los fumadores provoca disfunción vascular. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por investigadores griegos que compararon los resultados de 40 fumadores de cigarrillos convencionales, 40 usuarios exclusivos de los electrónicos y otros 40 no fumadores. Los resultados muestran cómo "el volumen de sangre expulsado hacia la aorta genera una onda de pulso, y cuanto más rígida sea la aorta, mayor será la velocidad de la onda de pulso (VOP)", según explica Ignatios Ikonomidis, principal investigador del estudio.

Ikonomidis señala que el estudio, publicado en la revista científica European Journal of Preventive Cardiology, demuestra que "fumar con una mascarilla quirúrgica provoca un aumento doble del monóxido de carbono exhalado y un deterioro concomitante de la elasticidad arterial en los fumadores, tanto de cigarrillos convencionales como de electrónicos".

Esto se puede deber a la "reinhalación del monóxido de carbono exhalado o del vapor rico en nicotina". Los niveles de esta sustancia química después de fumar "se asocian a la activación de las plaquetas, mientras que la exposición crónica a la nicotina puede perjudicar la elasticidad de la aorta". Por el contratio, según Ikonomidis, "la mascarilla quirúrgica no tuvo ningún efecto en los no fumadores".

Mayor incidencia de enfermedad cardiovascular por el tabaco

El estudio ha tenido en cuenta algunos marcadores a la hora de obtener los resultados como son "los efectos del estrés durante el trabajo, la contaminación ambiental, la dieta o el sueño en los cambios observados en los marcadores examinados", asegura Ikonomidis. A lo que añade que "este estudio demuestra que fumar cualquier producto del tabaco durante un uso prolongado de una mascarilla quirúrgica puede comprometer aún más la función vascular, al menos en parte".

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Los marcadores examinados en los usuarios fueron "los efectos del estrés durante el trabajo, la contaminación ambiental, la dieta o el sueño"

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Unos efectos "perjudiciales que no son evidentes en los no fumadores. Por lo tanto, los fumadores deben abstenerse definitivamente de fumar mientras llevan la mascarilla, y dejar de fumar tanto los cigarrillos convencionales como los electrónicos es imprescindible para mejorar la salud", recalca Ikonomidis.

¿Cómo se mide el monóxido de carbono en fumadores?

Para obtener los resultados, el estudio ha medido "el monóxido de carbono exhalado con un dispositivo que registra la velocidad de la onda del pulso, el índice de aumento ajustado a la frecuencia cardiaca y la presión arterial sistólica central", añade el autor principal de la investigación. 

Los participantes de la misma se dividieron en tres grupos: fumadores de cigarrillos convencionales, de electrónicos y no fumadores. Además, Ikonomidis subraya que "todos los usuarios tenían características clínicas similares". Un análisis que tuvo una duración de un mes y en el "se excluyeron los sujetos con enfermedades cardiovasculares conocidas como hipertensión, diabetes, dislipidemia, enfermedad renal crónica o fibrilación auricular, ya que estas entidades pueden afectar a la función vascular". La investigación se ajustó "en función de la edad, el sexo, los valores de referencia de los marcadores medidos, la frecuencia cardíaca y los cambios en la presión arterial", concluye.