Francisco Fernández-Avilés.
10 sept. 2021 9:00H
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El Hospital Gregorio Marañón puede presumir de haber alcanzado un nuevo precedente en Cardiología después de haber realizado a nivel mundial la primera intervención simultánea de dos afecciones cardiacas con catéter mediante litotricia.
Hicieron falta unas 3 horas y una decena de profesionales, encabezados por el jefe de Cardiología, Francisco Fernández-Avilés para realizar esta intervención mínimante invasiva y dar así una "oportunidad" a la paciente, de 79 años, "desahuciada" debido al elevado riesgo quirúrgico que presentaba. Los factores en contra se acumulaban y las soluciones escaseaban.
Por un lado, debido a su edad y las múltiples patologías que tenía asociadas, quedaba descartada la opción de realizar una intevención a corazón abierto con cirugía convencional dado el alto riesgo. La obstrucción o "estenosis" que presentaban sus válvulas mitral y aórtica, severamente calcificadas, suponían igualmente un impedimento a la hora de aplicar un procedimiento con catéter. "Con el paso del tiempo los tejidos se endurecen en arterias, músculos...pero también en las válvulas y en las paredes del sistema circulatorio que impiden que se puedan arreglar", detalla Fernández-Avilés a Redacción Médica.
La única esperanza estaba en manos del facultativo Fernández Avilés y su equipo de Cardiología. Después de evaluar detalladamente el caso, decidieron aplicar una técnica utilizada habitualmente en la eliminación de los 'cálculos de riñón', la litotricia, para, a través de una serie de "ondas de choque", reblandecer ese tejido pétreo y poder dilatarlo de una manera más fácil con el catéter", explica.
Adaptación de la litotricia a las intervenciones cardiovasculares
Dado que la litroticia está pensada para "estructuras mucho más pequeñas", los profesionales tuvieron que adaptarse a las circunstancias, actuar "de manera artesanal", y utilizar "de manera ingeniosa" tres balones en vez de uno. La complejidad era todavía mayor al tener que intervenir no una sino dos válvulas enfermas de forma simultánea.
La preparación previa y la "enorme experiencia" del equipo multicisplinar en este tipo de intervenciones ayudaron a afrontar el desafío, no exento de estrés. "Estamos en un ambiente donde cualquier complicación se puede resolver", añade el también Catedrático de Cardiología.
Aún así, la intervención, realizada por dos cardiólogos, uno de ellos experto en imagen y otras 5 personas auxiliares, no tuvo "ningún tipo de complicación" y culminó con éxito. Han pasado 6 meses y la paciente, que fue dada de alta a las 48 horas, goza de una "excelente calidad de vida" y un "buen funcionamiento de las válvulas".
Aunque el desarrollo de tecnologías ha permitido extender dicha técnica al campo de los problemas cardiovasculares, todavía es necesaria una investigación más extensa para poder adaptarla a las válvulas de las que se dispone ahora. "Esto sirve para que los ingenieros continúen desarrollando, como ya están haciendo, dispositivos dedicados de manera específica al manejo de las válvulas".
En cualquier caso, la litotricia ha ido ganando terreno ya que "facilita mucho las intervenciones con catéter sobre todo en gente mayor", siendo este el sector más afectado por este tipo de enfermedades cardiovasculares. Así, la esperanza de vida mayor pronostica un aumento del número de casos de enfermedades valvulares muy calcificadas.
Esta técnica permite introducir el catéter por los vasos sanguíneos de la ingle, sin cirugía, por lo que al ser minimanete invasiva, provoca una recuperación más rápida del paciente. "No es lo mismo abrir el pecho, que se haga con anestesia general, conectado a una máquina mientras se para el corazón, que un pinchazo con una sedación mientras el cardiólogo habla contigo".
En opinión del cardiológo, este caso demuestra por qué es conveniente explorar la opción de la litotricia y no desechar la aplicación del catéter cuando la válvula está calcificada. "Ahora ya no es imposible de abordar. Gracias a la litotricia podemos reparar la válvula con los instrumentos disponibles".
Esta operación marca, por tanto, "un nuevo horizonte" en este área ya que más del 80 por ciento de los pacientes que necesitan ser intervenidos del corazón, deben hacerlo con catéter "y no con técnicas de cirugía convencionales", concluye Fernández-Avilés.
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