El aumento del nivel de grasa se relacionó con la obesidad abdominal.
Un estudio publicado en la
Revista Española de Cardiología por investigadores de la
Universidad de Navarra ha analizado la relación entre la presencia de
grasa epicárdica (la que se encuentra alrededor del miocardio) en población sana y el riesgo de sufrir
síndrome metabólico y
enfermedad cardiovascular.
Se partió del estudio poblacional ‘Rivana’, que examina el riesgo cardiovascular y el síndrome metabólico en
Navarra, evaluando una muestra de 880 sujetos de 45 a 74 años entre 2008 y 2010. De ellos, 492 tenían síndrome metabólico pero nadie presentaba enfermedad cardiovascular.
“Lo que pudimos ver con el estudio es que la grasa epicárdica
aumenta significativa e independientemente con la edad”, explica
Álvaro Calabuig, del departamento de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Clínica Universidad de Navarra y primer firmante del estudio. “Su incremento se asocia independientemente con el síndrome metabólico”.
En comparación con los participantes de 45-54 años, los de 55-64 presentaban una probabilidad 4,11 veces mayor de tener niveles de grasa epicárdica elevados, mientras que
los mayores de 65 años tenían una probabilidad 8,22 veces superior de tener exceso de grasa epicárdica. En promedio, los varones presentaban niveles superiores a los de las mujeres.
El aumento se asoció a mayor prevalencia de síndrome metabólico, menor concentración de colesterol HDL, hipertrigliceridemia y
presencia de obesidad abdominal. Por tanto, la medición de la grasa epicárdica mediante ecocardiografía “podría ayudar en la identificación de los individuos en riesgo gracias a una medición sencilla, al no tratarse de una técnica invasiva ni que conlleve efectos secundarios”.
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