La comunicación con móvil supone una diferencia sustancial en la atención del infarto.
13 oct. 2016 13:00H
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La comunicación mediante teléfonos inteligentes o ‘smartphones’ entre los equipos médicos de diferentes hospitales posibilita una Atención Especializada del enfermo infartado 27 minutos más rápida, según desvela un estudio publicado en American College of Cardiology, lo cual bien puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte en esta clase de enfermos.
El estudio evalúa la longitud de tiempo en la que los pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST (Imest), el tipo más grave de ataque al corazón, sufre una reducción en el suministro de sangre, conocida como isquemia, mientras esperaba someterse a un procedimiento para abrir las arterias bloqueadas.
En efecto, los investigadores encontraron que los pacientes que necesitaban una derivación a otro hospital fueron objeto de esta técnica, en promedio, 27 minutos más rápido cuando sus equipos médicos empleaban un sistema de red social basado en la aplicación de teléfono inteligente (SNS, por sus siglas en inglés) para coordinar la transferencia hospitalaria en comparación con los equipos que se comunican con una línea de comunicación del Stemi sin emplear teléfonos inteligentes.
El beneficio fue en especial pronunciado durante las noches y los fines de semana, cuando los equipos de atención médica se encuentran fuera del sitio y han de viajar al hospital para realizar el procedimiento.
“La activación del SNS es un método simple, rentable y adecuado para una amplia utilización y aplicación entre los proveedores de atención médica para reducir el tiempo total de isquemia en los pacientes con Stemi transferidos”, ha declarado Jin Joo Park, profesor asistente de Medicina Interna en la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur, y uno de los investigadores principales del estudio.
“En mi opinión, la activación del SNS podría potencialmente salvar vidas sin necesidad de utilizar nuevos recursos en el sistema de atención de la salud”, ha añadido.
No todos los hospitales llevan a cabo el procedimiento
La intervención coronaria percutánea (PCI, por sus siglas en inglés), también conocida como angioplastia, es el tratamiento preferido y el más común para la apertura de las arterias bloqueadas y restaurar el flujo sanguíneo, conocido como reperfusión, en pacientes de Stemi. Sin embargo, no todos los hospitales están equipados para realizar este procedimiento y algunos sólo se pueden llevar a cabo durante los días laborables.
Investigaciones anteriores han demostrado que los pacientes que requieren un cambio de hospital antes de recibir PCI tienen un tiempo de isquemia total superior y peores resultados.
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