Julián Pérez-Villacastín, presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Hace una semana el corazón del futbolista
Christian Eriksen dejó de latir súbitamente durante un
partido de la Eurocopa. Tras ser reanimado e ingresado de urgencia, los médicos informaron que el deportista de 29 años
sufrió un paro cardiaco, motivo por el cual decidieron
implantarle un desfibrilador automático. Sobre este implante, Julián Pérez-Villacastín, presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología (
SEC), explica a
Redacción Médica el funcionamiento de este dispositivo y el
futuro que le espera al j
ugador de fútbol danés.
La explicación de lo que le ocurrió a
Eriksen se debe a una
“arritmia ventricular”, argumenta Pérez-Villacastín. “Esto hace que el corazón lata tan rápido que es
incapaz de expulsar sangre con lo cual la
tensión arterial cae dramáticamente y con ello
pierde el conocimiento”, agrega.
Para lograr que el
corazón del futbolista tenga un ritmo “normal” el cardiólogo explica que “la única forma de sacarlo adelante es con
masaje cardiaco y un
choque eléctrico con el desfibrilador para
resetear el corazón”.
"Este sistema se implanta a nivel subcutáneo, el cual consiste en una suerte de mini ordenador que está conectado a un cable que registra la actividad eléctrica del corazón"
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La anomalía que “probablemente” tiene Eriksen es
eléctrica y no se puede "corregir”. “Lo que hay que hacer es prevenir por si le vuelve a pasar lo mismo y
acompañado de una especie de UVI móvil, que vendría siendo el desfibrilador automático”, explica el experto.
Funcionamiento del desfibrilador automático
“Este sistema se
implanta a nivel subcutáneo, el cual consiste en una suerte de
mini ordenador que está conectado a un cable que
registra la actividad eléctrica del corazón. Cuando éste se encuentra en un
estado anormal -arritmia ventricular-, lo trata con un
choque eléctrico de alta energía que corta en seco la
arritmia”, detalla Pérez-Villacastín.
Futuro profesional de Eriksen
Al ser consultado sobre el
futuro del futbolista, el cardiólogo explica que ha habido casos excepcionales donde un deportista que tiene un
marcapasos o un desfibrilador pudo continuar su carrera. El especialista, sin embargo, no aconseja el
retorno a la rutina deportiva de alta competición.“No suele ser aconsejable porque normalmente el ejercicio al que están sometidos estos pacientes y su entrenamiento suele
exacerbar el problema cardiaco”, aclara.
Paro cardiaco en deportistas españoles
Respecto al
registro de casos de esta envergadura en España, el presidente electo de la SEC señala que han tenido pacientes deportistas con este tipo de complicaciones, pero enfatiza de que
no es una situación “frecuente”. “Todos los años vemos
entre dos o tres casos parecidos”, concluye.
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