Grupo de investigación del Ciberobn liderado por F. Tinahones.
Científicos del Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (
Ciberobn) han descubierto que la microbiota intestinal en niños con
diabetes tipo 1 es diferente a la de los niños sanos, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevas terapias para controlar el avance de la enfermedad mediante la modificación de la flora intestinal.
El estudio,
publicado en la prestigiosa revista científica ‘Diabetes Care’, ha sido liderado desde el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y el Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga por
María Isabel Queipo Ortuño y
José Carlos Fernández García. La metodología se basó en el
análisis del perfil de microbiota intestinal, su capacidad funcional, la inflamación y la permeabilidad intestinal en 15 niños con diabetes1, otros
15 niños con MODY2 (un tipo de diabetes monogénica de causa no autoinmune) y 13 en niños sanos. Los pacientes fueron reclutados por
Isabel Leiva del Servicio de Pediatría del Hospital Regional de Málaga.
“Aunque estudios anteriores ya habían relacionado la microbiota con la génesis de algunas enfermedades autoinmunes, y también con el control glucémico, en esta ocasión los niños con diabetes tipo 1 presentaron un perfil de microbiota intestinal con una
menor diversidad y con una mayor proporción de
bacterias proinflamatorias. Además, se asoció con una
alteración de la integridad de la barrera intestinal y con un
aumento de la inflamación de bajo grado y de la respuesta autoinmune comparados con los niños con MODY y con niños sanos”, expone
Queipo Ortuño.
Microbiota intestinal: causa y solución a numerosas enfermedades
La microbiota intestinal constituye un complejo ecosistema de organismos que desempeña una importante función en el estado de salud del ser humano. Tiene una función digestiva contribuyendo a la síntesis de micronutrientes, a la absorción de electrolitos y minerales y a la digestión y absorción de determinadas sustancias indigeribles. Por otro lado, la microbiota también contribuye a la destrucción de toxinas y carcinógenos, evita la colonización por bacterias patógenas, c
ontribuye al desarrollo del sistema inmune y
modula el estado inflamatorio.
Sin una microbiota equilibrada se altera todo el metabolismo,
elevando el riesgo de sufrir enfermedades, debilitando el cuerpo y haciendo que las recuperaciones sean más largas. “En los últimos años hemos podido comprobar que la flora intestinal influye en la aparición de enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes tipo 2, patologías inflamatorias y cardiovasculares y hasta en el riesgo de cáncer”, apunta la especialista del Ciberobn.
“Conocíamos, por tanto, la e
strecha relación entre diabetes tipo 2, obesidad y cambios en la microbiota, pero este estudio relaciona en
humanos cambios en la microbiota con la diabetes tipo 1. Lo más importante para las investigaciones futuras es plantear estudios longitudinales encaminados a evaluar si la modulación de la microbiota en pacientes con alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 es capaz de
modificar la historia natural de esta
enfermedad autoinmune”, concluye.
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