La alergia a los cacahuetes se ha duplicado en los últimos 20 años.
Investigadores del King's College de Londres han señalado que un
tratamiento potencial para la
alergia al
cacahuete, como es la
inmunoterapia, proporciona una cierta protección para esta intolerancia, pero que
no cura a los pacientes alérgicos. Este descubrimiento podría explicar por qué
se siguen observando reacciones alérgicas durante el tratamiento.
En el estudio, publicado en
The Journal of Allergy and Clinical Immunology, los investigadores han analizado muestras de pacientes que sufren de alergia a los cacahuetes con
inmunoterapia oral de cacahuetes (
POIT, por sus siglas en inglés) y han descubierto que este tratamiento no elimina la alergia, sino que simplemente suprime la reacción.
"La inmunoterapia oral con cacahuetes puede proporcionar cierta protección a la exposición accidental"
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Así, la inmunoterapia funciona reduciendo la sensibilidad del paciente para que pueda tolerar pequeñas cantidades y, por lo tanto, tenga menos riesgo de reacciones accidentales a posibles contaminaciones cruzadas. Sin embargo, una revisión reciente ha encontrado que los pacientes que han recibido POIT tienen
más reacciones alérgicas a los cacahuetes en comparación con los pacientes alérgicos que simplemente los evitan.
No obstante,
cuando se eliminaron los anticuerpos protectores, las células alérgicas seguían siendo tan reactivas como antes del tratamiento. La autora principal,
Alexandra Santos, del King's College London y el hospital infantil Evelina London ha explicado que "la inmunoterapia oral con cacahuetes puede proporcionar
cierta protección a la exposición accidental al cacahuete como resultado de los denominados
'anticuerpos bloqueadores' y que se demuestra por la reducción de la reacción de las células alérgicas después del tratamiento, pero si eliminamos estos 'anticuerpos bloqueadores', podríamos ver que las células siguen siendo tan reactivas como antes, lo cual confirma que los pacientes son alérgicos y que tienen que seguir adelante con su régimen de tratamiento con el POIT para mantener la protección".
Desarrollo de la investigación
Los autores utilizaron una prueba conocida como test de activación de mastocitos (MAT, por sus siglas en inglés) para confirmar esta hipótesis. Los siguientes pasos en la investigación serán
validar estos hallazgos en
otras cohortes de pacientes alérgicos al cacahuete
tratados con POIT y confirmar que el MAT es útil para monitorear la respuesta del paciente a este tratamiento.
"Los tratamientos definitivos para los cacahuetes y otras alergias alimentarias son muy necesarios. Actualmente, la inmunoterapia es
la única opción de tratamiento que podemos ofrecer a los pacientes alérgicos al cacahuete, principalmente a través de ensayos clínicos, ya que aún no está disponible en el NHS. La inmunoterapia se puede administrar por
ingestión (inmunoterapia oral), debajo de la lengua (
sublingual) y se puede aplicar en la piel como un parche (
inmunoterapia epicutánea). En mayor o menor medida, las diferentes formas de inmunoterapia con cacahuetes pueden hacer que los pacientes alérgicos sean
menos sensibles, lo que puede
protegerlos de la exposición accidental, pero los pacientes siguen siendo alérgicos", ha explicado Santos.
La alergia a los cacahuetes es una enfermedad potencialmente mortal, que se ha duplicado en las últimas dos décadas y que afecta a 1 de cada 50 niños en el Reino Unido. La alergia al cacahuete rara vez se supera y es la causa más común de muerte por alergia alimentaria. Actualmente no existe cura y el tratamiento estándar consiste en
evitar estrictamente este fruto seco.
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