El centro pretende identificar qué alimentos empeoran esta enfermedad crónica y cuáles no.
Detección precoz y
dietas especiales permiten llevar una vida normal a los pacientes de
esofagitis eosinofílica y evitar la progresión del cuadro hacia la impactación del
bolo alimenticio y sus complicaciones derivadas.
Es el resultado de un estudio llevado a cabo por la Unidad de
Alergología del Hospital General Universitario de Elda sobre la influencia de la
alergia alimentaria en la inflamación de esófago, que ha sido publicado en el
World Allergy Organization Journal.
Desde 2012, la Unidad ha aplicado un protocolo de
diagnóstico y seguimiento a los pacientes con esofagitis eosinofílica por parte de
digestólogos, anatomopatólogos y alergólogos. El objetivo era poder recomendar dietas que eviten la progresión de la enfermedad y la no dependencia de fármacos. Estas dietas fueron eficaces en la mayoría de pacientes en seguimiento, evitando complicaciones y adaptando de forma personalizada las dietas en cada caso.
El hospital pretende profundizar en la relación entre la esofagitis y diferentes alérgenos
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El objetivo que se ha establecido en la actualidad es progresar en el conocimiento de esta entidad y para ello se siguen dos líneas de investigación. En la primera, se pretende profundizar en el seguimiento de pacientes con esofagitis eosinofílica con alergia alimentaria observando la
influencia de unos y otros alérgenos alimentarios, de la estacionalidad de pólenes, la alergia respiratoria y las vacunas antialérgicas.
Las sensibilizaciones a múltiples pólenes son frecuentes en este departamento de salud y muchos de los pacientes refieren
empeoramiento de sus síntomas de atragantamiento cuando agudizan sus síntomas respiratorios en primavera.
Identificación de alérgenos
En su segunda línea, se pretende llegar a tener la capacidad de poder identificar a los alérgenos que pueden influir de forma más decisiva en la evolución de la enfermedad con el objetivo de que los pacientes
solo tengan que evitar en cada caso los alimentos responsables y no otros que no influyen realmente.
Se ha observado que de un 15 a un 35 por ciento de los pacientes que presentan
episodios de disfagia (dificultad para digerir el bolo alimenticio con sensación de parón en la garganta) padece una enfermedad de diagnóstico relativamente reciente, la esofagitis eosinofílica. Su prevalencia puede superar los 50 casos por cada 100.000 habitantes.
La mayoría de pacientes
suelen padecer otras enfermedades alérgicas, como la rinoconjuntivitis estacional, el asma bronquial o la sensibilización a alimentos o pólenes.
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