El problema de suministro de la vacuna de la hepatitis A es grave

El Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas (Gehep) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) ha celebrado su III Congreso Nacional Sevilla, con el objetivo de dar a conocer los últimos avances en lo que respecta a estas patologías víricas. Más de 200 congresistas de diferentes especialidades médicas se dan cita en esta reunión anual: infectólogos, microbiólogos, especialistas en Aparato Digestivo, farmacéuticos, médicos de prisiones, de atención al drogodependiente y farmacéuticos, entre otros.

Según Luis Morano, presidente de Gehep, uno de los principales retos del grupo es “el grave problema de salud pública que a nivel nacional e internacional constituye la actual epidemia de hepatitis A, así como los problemas de suministro de la vacuna de este virus, cuya disponibilidad es un arma fundamental en la prevención de la infección”.

Por otro lado, el presidente del Comité Organizador, Juan Antonio Pineda, ha resaltado “la posibilidad de que las hepatitis víricas sean enfermedades que, a medio-largo plazo, puedan ser erradicables, ya sea porque solo afectan al ser humano y se pueden curar en el cien por cien de los casos (hepatitis C), o porque existe una vacuna efectiva frente a ellas (hepatitis A y B) o estará disponible a no mucho tardar (hepatitis E)”.

La eliminación de las hepatitis

En la actualidad, se ha logrado la curación de la infección por virus de la hepatitis C en un número importante de pacientes. Sin embargo, según ha destacado Pineda, “en algunos de ellos, que tenían una lesión hepática importante anterior, se siguen viendo complicaciones de la enfermedad hepática, e incluso, raramente, infecciones que parecer denotar un cierto grado de inmunodeficiencia”.

Por otro lado, los especialistas han señalado que la hepatitis A está adquiriendo carácter casi epidémico en ciertos colectivos en nuestra área, como en hombres homosexuales; que sobre la B se acercan importantes novedades terapéuticas; y que la E sigue siendo una gran desconocida, pero cada vez existe más evidencia de que es un problema zoosanitario de primer orden en nuestro medio.