Javier Crespo, presidente de la SEPD.
La Sociedad Española de Patología Digestiva (
SEPD) ha proporcionado información básica relacionada con su especialidad y con la infección por el
SARS-CoV-2 y la enfermedad que es capaz de ocasionar (
Covid-19). Además, junto a la Asociación Española de Gastroenterología (AEG), han elaborado un
documento (que puede ir cambiando) de
recomendaciones sobre la práctica la
endoscopia digestiva en pacientes con y sin
coronavirus, pero dentro del contexto de la pandemia.
Explican que la
endoscopia digestiva es un procedimiento diagnóstico terapéutico de riesgo alto en el caso de las exploraciones endoscópicas altas, y de riesgo medio-bajo en el caso de las exploraciones endoscópicas bajas.
- Acceda aquí al documento de recomendaciones -
Señalan que se ha documentado de forma consistente la
presencia del ARN del SARS-CoV-2 en las heces de pacientes infectados este virus y, ocasionalmente, en las
biopsias colónicas. "De hecho, la eliminación de virus a través de las heces puede ser más prolongada que su detección en secreciones respiratorias", matizan.
"Además, la
trasmisión del virus se puede producir en
pacientes asintomáticos. No obstante, hasta el momento, no existe ninguna información sobre la potencial trasmisión del virus mediante esta vía ni el potencial contagio de profesionales a través de la misma", aseguran. Con todo, han hecho unas recomendaciones cuyos objetivos generales son proteger a los profesionales sanitarios y a los pacientes de los riesgos de la infección por SARS-CoV-2, así como prestar una atención de calidad. También el de preservar el funcionamiento normal funcionamiento de las unidades de endoscopia y evitar el cierre de las mismas en caso de infección de alguno de sus miembros.
Presencia de afectación del tracto digestivo y/o del hígado
La SEPD y la AEG recuerdan que el SARS-CoV-2 es un coronavirus que causa un proceso infeccioso similar al virus de la gripe común. Sin embargo, indican que la presencia de
afectación del tracto digestivo y/o del hígado es relativamente frecuente:
• Un pequeño porcentaje de los pacientes con
coronavirus presenta
diarrea, náuseas, vómitos y/o molestias abdominales incluso antes de iniciarse la sintomatología respiratoria. Esta sintomatología debe alertar a los profesionales acerca de la potencial existencia de una infección por SARS-CoV- 2 en pacientes que presenten estos síntomas, que además son un factor de peor pronóstico de la infección.
• Se ha descrito una
afectación hepática en los pacientes infectados por SARS-CoV- 2, más frecuente en pacientes con una enfermedad severa, aunque se desconoce si la causa de esta alteración hepática es el propio virus, un efecto inmunomediado o consecuencia de los fármacos empleados en el tratamiento de la infección.
Aplazar las endoscopias no urgentes
Aseguran que el SARS-CoV-2 ha mostrado una capacidad elevada de trasmisión en los centros sanitarios y que la endoscopia digestiva, especialmente la que atañe al tracto superior, se asocia a un
riesgo significativo de trasmisión. Por eso, las dos asociaciones firmantes recomiendan, de forma temporal y con carácter excepcional:
1. Aplazar todas las exploraciones endoscópicas no urgentes o demorables con el fin de minimizar la exposición de nuestros pacientes y profesionales al SARS-CoV-2. Para ello se recomienda que:
a. Uno o varios médicos (nunca personal administrativo) reevalúen todas las indicaciones de endoscopia programadas y efectúen sólo aquellas que se consideren no demorables.
b. Se realice una llamada personalizada a cada uno de los pacientes explicándoles el motivo de la suspensión temporal (no anulación) de la exploración.
2. De modo general, también indican que se recomienda suspender temporalmente las exploraciones cuyas indicaciones sean:
• Cribado de cáncer colorrectal.
• Vigilancia endoscópica tras polipectomía.
3. Señalan que se debe mantener las exploraciones de pacientes cuyo motivo de solicitud entrañe
riesgo muy elevado de patología oncológica, así como todos aquellos procedimientos requeridos con carácter de urgencia.
4. La cuarta medida es que se
posponga durante un periodo de tiempo nunca inferior a 30 días todas las
exploraciones endoscópicas no urgentes en los pacientes que presenten
fiebre o sintomatología sugestiva de infección respiratoria en los 15 días previos a la exploración.
5. Recomiendan que se indique la realización de una endoscopia en un paciente con
alta sospecha de infección por SARS-CoV-2 (pendiente de confirmación) o con una infección confirmada solo ante una necesidad urgente e inaplazable de dicho procedimiento. En ningún caso, afirman, se efectuará ningún procedimiento invasivo a este tipo de pacientes sin el consentimiento expreso del responsable de la unidad.
6. También recomiendan que se extremen las medidas de protección habituales en las unidades. "Se deberá reducir al máximo el número de personas presentes en las salas de endoscopia. Es recomendable la creación de
equipos fijos de trabajo formados por un endoscopista, una enfermera y un auxiliar, junto con una enfermera de sedación y/o un anestesista en función del hospital", explican. Y añaden que se debe
evitar que durante este periodo los residentes entren en la sala.
7. Por último, señalan que se debe evitar, en lo posible, la movilidad dentro del hospital de los pacientes con SARSCoV-2. Si es imprescindible la práctica de una endoscopia, idealmente y en función de las posibilidades de cada hospital, aseguran que esta se debe hacer en una
sala del hospital exclusiva para este tipo de pacientes (como, por ejemplo, un quirófano).
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