La Sociedad Andaluza de Patologías Digestivas ha celebrado su XLVIII Reunión

Cohesión profesional y datos actualizados para mejorar en Digestivo
Manuel Romero, presidente de la SAPD.


27 oct. 2017 17:20H
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POR REDACCIÓN
“Es necesario cohesionar a todos los profesionales y actualizar datos e información sobre el manejo de las enfermedades digestivas. Para el médico de a pie, cada día surgen nuevas incógnitas y es muy importante mantenerse informado”, ha señala Manuel Romero, presidente de la Sociedad Andaluza de Patologías Digestivas (SAPD), durante la XLVIII Reunión de la sociedad científica, celebrada recientemente en Huelva. “Estamos en un momento dulce en el que la SAPD está adquiriendo relevancia y está siendo escuchada y actúa como órgano consultor con frecuencia”, ha añadido.

Durante el encuentro se ha presentado el nuevo registro nacional, financiado y avalado por la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), de enfermedad hepática metabólica grasa, que incluye a 1.600 pacientes sometidos a biopsia hepática con nuevos datos de métodos no invasivos.

Además, los especialistas han destacado el grado de implicación con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) de la SAPD, dado que afecta a gente joven y activa, de entre 20 y 40 años, con picos en edad pediátrica o por encima de los 50 años.

Tanto para colitis ulcerosa como para enfermedad de Crohn, los objetivos clínicos han cambiado en los últimos años, “lo que ahora se busca en los nuevos tratamientos no es solo lograr que el paciente no presente síntomas sino también que este no tenga inflamación. Si se consigue una curación mucosa, el paciente tendrá menos complicaciones, menos necesidades de escalar tratamientos y de cirugía u hospitalización”, ha señalado Juan María Vázquez Morón, facultativo especialista del área de digestivo en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva.

Actualmente, en este centro sanitario se atiende a un total de 1.200 pacientes con EII. Tal y como se ha manifestado en la reunión, dentro de la EII se aboga por intentar inducir una mejoría en el estado de inflamación de la enfermedad y, si esto no fuera posible, intentar al menos intensificar los tratamientos lo antes posible para que la inflamación no evolucione.
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