A mediados de enero la
tercera ola Covid-19 en
España era una realidad. Las vacaciones de
Navidad, con las consecuentes reuniones familiares y sociales, más un clima propicio para los virus respiratorios como los
coronavirus generaron una ola de
contagios que no han dado tregua hasta mediados de febrero. De hecho, las notificaciones de casos diarios han sido mucho mayores, con jornadas donde se sumaron casi
50.000 positivos.
A diferencia de la segunda ola
Covid-19 en España, que se produjo tras la caída de restricciones por las vacaciones de verano; esta tercera ola ha tenido características distintas.
Mayor presión por ocupación de camas UCI en la tercera ola
Por un lado, la ocupación de las camas de
Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) ha sido mucho mayor. De hecho, ya el 9 de enero se alertaba de que esta empezaba a asemejarse a la registrada en la segunda ola, que en sus momentos más álgidos llegó a ocupar el 32% de las camas UCI disponibles en España. Sin embargo, en esta tercera ola Covid-19 hemos llegado a febrero con una ocupación de estas camas de
más del 40%.
Camas de hospitalización más colapsadas en la tercera ola
Lo mismo ha ocurrido con las camas de
hospitalización convencional. Si en la segunda ola de coronavirus el momento más tenso de presión hospitalaria llegó a tener algo más de un 16% de estas camas ocupadas; la tercera ola Covid-19 ha llegado a una
ocupación de cama convencional del 24%.
Pico de muertes en la tercera ola: casi 1.000 fallecidos por Covid-19 en un día
En los muertos por
Covid-19 también se han notado diferencias entre la segunda y la tercera ola Covid-19. Así, durante los peores momentos de transmisión de este coronavirus entre la población en los meses previos al fin del año 2020, los datos de fallecidos fueron notablemente menores que los vividos en la tercera ola.
Si el 17 de noviembre se notificaron 346 muertos; la tercera ola Covid-19 ha arrojado en España números mucho más preocupantes, con cifras diarias que han llegado a notificar
909 fallecidos en un día febrero.
Una ventaja clave de la tercera ola: las vacunas
La mayor incidencia del Covid-19 durante la tercera ola de contagios ha tenido en cambio también una nota positiva en comparación con lo ocurrido en la segunda ola. Y es que en esta tercera se ha jugado con un aliado fundamental: las
vacunas que han llegado de momento de
Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
En España, la
vacunación comenzó un 27 de diciembre de 2020, fechas en las que los contagios se estaban disparando por el amplio aumento de la actividad social por la Navidad. Y si bien los expertos ya anunciaron que su efecto iba a ser testimonial por el escaso número de
dosis disponibles en estas primeras semanas de la campaña de inmunización, también es cierto que a mediados de febrero algunas comunidades autónomas empiezan a
detectar el efecto de estos fármacos en residencias, que están reduciendo los contagios en estos espacios habitados por
población vulnerable.
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