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La violencia hacia médicos, enfermeras y farmacéuticos se disparó en el último año. Hasta 612 facultativos, siete de cada diez enfermeras y 62 farmacéuticos fueron agredidos mientras ejercían su trabajo. El segundo año de pandemiade coronavirus disparó la violencia contra la profesión médica hasta un 39 por ciento. Además, son las mujeres, y especialmente las médicas de Atención Primaria, las que acumulan más de la mitad de los casos, con un aumento de las amenazas y lesiones.
Así lo confirman los datos del Observatorio Contra las Agresiones del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM). Siete de cada diez enfermeras y enfermeros de nuestro país han sufrido una agresión física o verbal por parte de pacientes o familiares en los dos últimos años en los que nuestro sistema sanitario ha tenido que hacer frente a la pandemia de covid. Los farmacéuticos tampoco se libran de esta lacra: 62 han sido agredidos, amenazados, coaccionados o insultados en los últimos 12 meses, mayormente por negarse a dispensar sin receta médica.
El ámbito de la Atención Primaria, que supone más de 50 por ciento de los casos (51,1 por ciento) se mantuvo a la cabeza de las estadísticas, seguido del de los Hospitales, que subió cinco puntos y se situó en el 22 por ciento; Urgencias de Atención Primaria (7,9 por ciento) y Urgencias de hospitales (7,7 por ciento). Ocho de cada diez enfermeras y enfermeros de nuestro país han sido agredidos mientras desempeñaban su labor asistencial y de cuidados en un centro sanitario o sociosanitario, de los que cerca de la mitad lo han sido hasta en cinco ocasiones y cerca de un 15 por ciento en más de 10 ocasiones.
Según una macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería (Satse) un total de 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, han sufrido graves problemas de agresiones en ámbito sanitario. Además, afirman que el 80,3 por ciento de las enfermeras y enfermeros ha sufrido alguna agresión, ya sea física (empujones, retenciones involuntarias o puñetazo) o verbal (amenazas, vejaciones, insulto) a lo largo de su vida laboral.
Así lo confirman los datos del Observatorio Contra las Agresiones del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM). Siete de cada diez enfermeras y enfermeros de nuestro país han sufrido una agresión física o verbal por parte de pacientes o familiares en los dos últimos años en los que nuestro sistema sanitario ha tenido que hacer frente a la pandemia de covid. Los farmacéuticos tampoco se libran de esta lacra: 62 han sido agredidos, amenazados, coaccionados o insultados en los últimos 12 meses, mayormente por negarse a dispensar sin receta médica.
Médicos y enfermeros, los profesionales que más agresiones denuncian
El ámbito de la Atención Primaria, que supone más de 50 por ciento de los casos (51,1 por ciento) se mantuvo a la cabeza de las estadísticas, seguido del de los Hospitales, que subió cinco puntos y se situó en el 22 por ciento; Urgencias de Atención Primaria (7,9 por ciento) y Urgencias de hospitales (7,7 por ciento). Ocho de cada diez enfermeras y enfermeros de nuestro país han sido agredidos mientras desempeñaban su labor asistencial y de cuidados en un centro sanitario o sociosanitario, de los que cerca de la mitad lo han sido hasta en cinco ocasiones y cerca de un 15 por ciento en más de 10 ocasiones.
¿Cuántos enfermeros han denunciado agresiones de pacientes?
Según una macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería (Satse) un total de 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, han sufrido graves problemas de agresiones en ámbito sanitario. Además, afirman que el 80,3 por ciento de las enfermeras y enfermeros ha sufrido alguna agresión, ya sea física (empujones, retenciones involuntarias o puñetazo) o verbal (amenazas, vejaciones, insulto) a lo largo de su vida laboral.
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