La
toxoplasmosis aguda es una
enfermedad infecciosa que puede pasar desapercibida o que puede producir una serie de síntomas característicos de los síndromes mononucleósicos. La mayoría de síndromes mononucleósicos son debidos a la
infección por el virus de Epstein-Barr, el cual produce una enfermedad denominada mononucleosis infecciosa. En este caso, un
análisis de sangre llamado Paul-Bunnell o monotest, que demuestra la presencia de anticuerpos heterófilos en sangre, da positivo. Cuando en el caso de un síndrome mononucleósico los anticuerpos heterófilos son negativos, la primera posibilidad es que se trate de una
infección aguda por citomegalovirus, la segunda posibilidad es que se trate de una infección por
Toxoplasma gondii, un parásito que origina una
zoonosis (enfermedad de los animales que se transmite al hombre) ampliamente distribuida por todo el mundo.
¿Cuál es la causa de la toxoplasmosis aguda?
La toxoplasmosis aguda es
producida por el Toxoplasma gondii, un parásito que se encuentra en diversos animales, siendo los gatos el vehículo de transmisión más importante. La enfermedad se puede adquirir por:
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El contacto con gatos o con su orina.
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El consumo de carne poco cocinada o cruda de animales infectados, especialmente pero no exclusivamente de cerdo, cordero y venado.
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Cortarse con utensilios que hayan estado en contacto con carne infectada.
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Beber agua contaminada.
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Recibir una transfusión o un trasplante de una persona infectada.
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De la madre al feto.
¿Qué síntomas produce la toxoplasmosis aguda?
En el adulto con un sistema inmune (defensas) normal sólo el 10-20% de las infecciones por Toxoplasma producen algún síntoma, en el resto la infección se adquiere sin producir ninguna enfermedad. Los síntomas más frecuentes son los característicos de un síndrome mononucleósico, es decir:
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Fiebre.
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Dolores musculares.
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Dolor de garganta.
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Ganglios y bazo aumentados de tamaño (linfadenopatías y esplenomegalia). Los ganglios y el aumento del tamaño del bazo son siempre de menor tamaño que en la infección por el virus de la mononucleosis infecciosa.
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Hepatitis.
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Ocasionalmente una erupción generalizada.
La toxoplasmosis aguda se considera responsable del 3 al 7% de los casos de fiebre y ganglios generalizados. Al igual que la infección por citomegalovirus los síntomas son completamente diferentes en el caso de que el paciente tenga alteraciones de su sistema inmune, es decir, de sus defensas.
En las
mujeres embarazadas, la infección aguda por toxoplasma puede pasar al feto y producir malformaciones. Por este motivo, las mujeres embarazadas que no hayan pasado esta infección (y por tanto tengan análisis de sangre negativos para toxoplasma), deben evitar el contacto con gatos y el consumo de carne cruda.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
La toxoplasmosis aguda se caracteriza por datos clínicos de síndrome mononucleósico pero sin anticuerpos frente a la mononucleosis infecciosa. En los análisis pueden encontrarse datos inespecíficos sospechosos de infección (aumento de la velocidad de sedimentación, aumento de los linfocitos, anemia) y datos de hepatitis con aumento de las transaminasas. El método más utilizado para hacer el diagnóstico definitivo es la
detección de anticuerpos del tipo IgM frente a Toxoplasma gondii. La presencia de anticuerpos exclusivamente del tipo IgG no implica la presencia de enfermedad aguda y solo significa que esa persona ha tenido contacto con el parásito en alguna ocasión de su vida.
¿Es contagiosa?
La toxoplasmosis aguda no se transmite persona a persona ya que los quistes se adquieren por el consumo de carne poco cocinada, el consumo de agua contaminada o el contacto con gatos, que son los huéspedes definitivos del parásito. El único riesgo de contagio entre personas es el que tiene el feto de una madre embarazada con toxoplasmosis aguda, sobre todo en las primeras semanas de gestación.
¿Cómo se puede evitar el contagio?
Una medida fácil de evitar la toxoplasmosis aguda es
comer la carne convenientemente cocinada y realizar una correcta higiene de manos, fundamentalmente después del contacto con gatos. Las mujeres embarazadas deben hacerse un análisis de sangre de forma rutinaria para detectar si ya han tenido contacto con el Toxoplasma. En caso negativo no deben encargarse del cuidado y limpieza de gatos, ni comer carne de animales poco cocinada.
¿Cuál es el tratamiento de la toxoplasmosis aguda?
La toxoplasmosis aguda no suele requerir tratamiento. En los pacientes sin alteraciones del sistema inmune simplemente deben tratarse los síntomas (fiebre, dolores, etc.) sin administrar ningún medicamento antiparasitario. Si el diagnóstico se hace en una mujer embarazada hay que administrar tratamiento antiparasitario para evitar complicaciones fetales ya que puede producirse una toxoplasmosis congénita (al nacer).
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.