Una
taquicardia sinusal es la aceleración rítmica del corazón como respuesta a un estímulo normal, como pueden ser:
Debido a ello, el corazón late más deprisa de lo habitual. Sin embargo, en ocasiones la taquicardia sinusal es el resultado de alguna enfermedad como un exceso de actividad del tiroides (
hipertiroidismo),
anemia, etc. Su valoración debe hacerse, por tanto, dentro del contexto clínico que se produce, según indica el Instituto de Arritmias del Hospital Quirónsalud de Zaragoza.
El ritmo “estadísticamente normal” se sitúa
entre los 60 y los 100 latidos por minuto. Cuando esta frecuencia está por debajo de los 60, se denomina
bradicardia sinusal, mientras que la taquicardia sinusal es el ritmo por encima de los 100 latidos por minuto. No obstante, el cardiólogo Manuel Anguita asegura que esto no quiere decir que sea “anormal”. “ Una persona sana puede tener 50 o 45 latidos o puede tener 110 o 120 en reposo sin que ello suponga una enfermedad", señala.
Como indica la Sociedad Española del Corazón, estas taquicardias se enmarcan dentro de los tipos de
taquiarritmias supraventriculares. Señalan que, en general, no precisan tratamiento específico, pero sí se debe actuar sobre la causa: dejar el tabaco, corregir la anemia, etc.
Síntomas de la taquicardia sinusal
La taquicardia sinusal habitualmente no produce ningún síntoma. Si el paciente tiene una
cardiopatía isquémica, un episodio de taquicardia sinusal puede facilitar el desarrollo de una
angina de pecho.
No obstante, Anguita especifica que existe un tipo concreto de taquicardia sinusal, denominado
taquicardia sinusal inapropiada, que se da cuando está por encima de 100 “de forma mantenida y sin que se deba a ninguna circunstancia ni fisiológica ni anormal”. En ese caso, la persona sí que suele sentir síntomas entre los que se encuentran:
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Palpitaciones.
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Mareo.
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Malestar estomacal.
Diagnóstico de la taquicardia sinusal
El diagnóstico de la taquicardia sinusal requiere de un
electrocardiograma que demuestre que la aceleración del corazón no se debe a ningún tipo de
arritmia cardíaca, como una
fibrilación auricular o una
taquicardia supraventricular. Este electrocardiograma debe realizarse en reposo.
Tratamiento de la taquicardia
Anguita señala que lo primero que se debe hacer es comprobar si hay o no una enfermedad del corazón que cause esa taquicardia. Para ello hay que hacer una exploración y un ecocardiograma que descarten que haya una cardiopatía estructural.
“Si la hay, lo que hay que hacer es tratar la cardiopatía, la lesión que tenga el paciente. Normalmente, si corrige la
insuficiencia cardíaca o corrige el problema que haya, la frecuencia cardíaca baja y el paciente deja de tener esa taquicardia sinusal. Si no la hay, depende de si la persona. Si no se lo nota y no está molestando, no hace falta poner ningún tratamiento” , aclara.
Lo segundo que se debe hacer es recomendar que el paciente deje de hacer las cosas o de tomar los estimulantes cardíacos que pueden aumentar la frecuencia cardíaca: “Es decir,
el alcohol, el café, el té, todas las bebidas energizantes que pueden subir la frecuencia cardiaca”.
En algunos casos que son la minoría, si toleran muy mal esta taquicardia sinusal, existen medicamentos que bajan la frecuencia cardíaca, concretamente de dos tipos: Betabloqueantes e Ivabradina. “Normalmente, los utilizamos para bajar las pulsaciones en personas que están muy molestas porque están por encima de 110, 120 o 130 pulsaciones, pero en la mayoría de los casos no hace falta”, indica.
Anguita recomienda en estos casos hacer ejercicio, concretamente entrenamiento de fuerza, con un programa que vaya poco a poco, para que, en un corto o medio plazo, disminuya la frecuencia cardíaca.
¿La taquicardia sinusal tiene cura?
El cardiólogo señala que, cuando la situación se debe a una enfermedad como la anemia o el hipertiroidismo, si se corrige ese problema, “sí se puede hablar de cura” . Es decir, la taquicardia sinusal puede llegar a desaparecer. Pero, cuando no hay ninguna enfermedad que la causa, sino que es una característica de la persona, no. “Puede controlarse con medicación, si produce muchas molestias. Otras veces puede desaparecer sola” , concluye.
Manuel Anguita es portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y expresidente de la misma entre los años 2017 y 2019. Jefe de Sección de Cardiología Clínica en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.