Los humanos tenemos 46 cromosomas, 2 de los cuales determinan el sexo de las personas. En las mujeres ambos cromosomas son X (lo que se escribe como XX). El síndrome de Turner es una enfermedad genética en la que la mujer que lo padece no tiene el par de cromosomas X completos.
El
síndrome de Turner es una
causa importante de baja estatura en niñas y de infantilismo sexual en mujeres jóvenes. Sin tratamiento, la estatura final es de unos 20 cm por debajo de la estatura media. El síndrome de Turner aparece en 1 de cada 2000 a 5000 niñas nacidas vivas.
¿Cuáles son las causas del síndrome de Turner?
El síndrome de Turner
se produce por la falta total o parcial de un cromosoma X. En algunas pacientes pueden existir al mismo tiempo células del cuerpo con los 2 cromosomas X y otras con un solo cromosoma X, algo que se denomina mosaicismo. Los motivos por los que esta alteración se produce son desconocidos.
¿Qué síntomas produce esta enfermedad genética?
Los síntomas del síndrome de Turner son:
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Baja estatura. La estatura baja es la característica principal del síndrome de Turner y la única alteración presente en el 100% de las pacientes. Para la medición del crecimiento se necesitan tablas de crecimiento específicas para esta enfermedad.
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Cara de forma triangular, con orejas de implantación baja, aplanamiento del puente nasal y epicanto (pliegue del párpado superior que cubre la esquina interna del ojo).
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Baja implantación del pelo en la nuca.
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Cuello ancho con membranas a los lados (pterigium colli).
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Tórax plano y ancho en forma de escudo con distancia ampliada entre las mamas.
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Hinchazón de manos y pies.
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Cuarto metacarpiano corto.
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Deformidad de los codos.
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Uñas anómalas.
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Anomalías renales; se observan entre el 30% y el 50% de las pacientes, sobre todo el riñón en herradura seguido de anomalías vasculares.
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Enfermedad cardiovascular. Existe un aumento del riesgo cardiovascular debido a cardiopatías congénitas (la más frecuente es la coartación de aorta seguida de la válvula aórtica bicúspide), disección aórtica, hipertensión y otras.
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Anomalías óseas. Osteoporosis, fracturas óseas, escoliosis y cifosis.
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Enfermedades endocrinológicas. El hipotiroidismo aparece con una frecuencia cinco veces mayor en el síndrome de Turner que en la población general. También se ha descrito una mayor frecuencia de diabetes (tipo 1 y tipo 2).
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Celiaca. La frecuencia de enfermedad celiaca es mayor en pacientes con síndrome de Turner que en la población general.
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Alteraciones oculares; las pacientes con síndrome de Turner tienen con mayor frecuencia: ojo vago, estrabismo, párpados caídos (ptosis), hipertelorismo, epicanto, hipermetropía, daltonismo, queratocono,glaucoma, cataratas y desprendimiento de retina.
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Cáncer. Las pacientes con síndrome de Turner tienen un riesgo aumentado para desarrollar algunos tumores (gonadoblastoma, meningioma, tumores cerebrales en niños, cáncer de vejiga y cáncer de útero).
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
La confirmación del diagnóstico se realiza mediante un
análisis cromosómico llamado cariotipo. El cariotipo de las niñas con síndrome de Turner es muy variable. Solo el 50% presentan cariotipo 45, X (es decir, les falta un cromosoma sexual).
Muchas niñas con síndrome de Turner no se diagnostican al nacer porque los rasgos característicos del síndrome son muy leves. Alrededor del 33% de los casos se diagnostican al nacimiento debido a la presencia de una cardiopatía y a los rasgos físicos; otro 33% se diagnostica en la infancia, generalmente por una consulta por baja estatura; el 33% restante se diagnostica durante la adolescencia, cuando no desarrollan los caracteres sexuales.
Estas pacientes no tienen un déficit de hormona de crecimiento por lo que, a pesar de su baja estatura no está indicada la determinación de su concentración en sangre. Sin embargo, sí hay pruebas diagnósticas indicadas como:
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Determinación de hormonas tiroideas
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Ecocardiograma y/o RMN para detectar posibles anomalías cardiovasculares.
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Análisis de glucosa, creatinina y análisis de orina una vez al año debido al riesgo que tienen estas pacientes de desarrollar diabetes o insuficiencia renal crónica.
Las pacientes con síndrome de Turner deben ser evaluadas psicológicamente antes de comenzar la educación infantil. La inteligencia suele ser normal, aunque algunas pacientes presentan un retraso mental profundo. Se han descrito deficiencias a nivel de psicomotricidad, de orientación témporo-espacial, en matemáticas y déficit de atención.
¿Es hereditario el síndrome de Turner?
No. Las mujeres con síndrome de Turner no son fértiles.
¿Puede prevenirse?
No, el síndrome de Turner no está asociado con la edad materna avanzada. Se cree que el fallo se produce después de la concepción.
¿Cuál es el pronóstico de los afectados?
La tasa de mortalidad general en el síndrome de Turner es tres veces superior a la de la población general lo que refuerza la importancia de la prevención y revisiones periódicas en este tipo de pacientes.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome de Turner?
El síndrome de Turner no se cura, pero hay tratamiento para sus síntomas.
Tratamiento prenatal (antes del nacimiento)
El síndrome de Turner puede ser diagnosticado en algunas ocasiones durante el embarazo de forma casual. En estos casos, los padres deben recibir asesoramiento por si decidieran interrumpir el embarazo.
Tratamiento en la infancia
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Malformaciones cardiovasculares. La coartación aórtica debe ser corregida mediante una intervención quirúrgica. El resto de anomalías requiere un seguimiento regular en el tiempo.
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Baja estatura. El tratamiento con dosis altas de hormona de crecimiento (superiores a las utilizadas en el tratamiento del déficit de hormona de crecimiento) permite alcanzar la máxima altura posible. El tratamiento para intentar alcanzar una altura normal en la edad adulta debe comenzar cuando la estatura cae por debajo del percentil 5 para la edad, lo que suele ocurrir entre los 2 y los 5 años. Los efectos adversos del tratamiento con hormona de crecimiento son los mismos que en niñas sin síndrome de Turner. En los casos en los que a los 9 años de edad la estatura sea extremadamente baja, se puede asociar una hormona masculina (andrógeno) a dosis baja (para evitar una virilización) o una hormona femenina (estrógeno), sobre todo entre los 12 y los 14 años para inducir la pubertad. Ambos tratamientos han demostrado ser eficaces en el aumento de la estatura final.
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Otras anomalías. Las anomalías asociadas al síndrome de Turner deben valorarse durante las consultas de seguimiento.
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Tratamiento con estrógenos. En general, todas las niñas con síndrome de Turner precisan tratamiento con estrógenos para:
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Inducir y mantener el desarrollo sexual.
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Completar la maduración ósea y alcanzar un grado óptimo de masa ósea.
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Tratamiento con progestágenos (hormonas femeninas). El tratamiento con progestágenos se administra para prevenir un crecimiento exagerado del endometrio. Se administra durante 10 días al mes tras la primera menstruación (unos 2 años después de comenzar con los estrógenos). Otra pauta de tratamiento alternativa consiste en pasar a anticonceptivos orales con dosis bajas de estrógenos, tras los dos primeros años con estrógenos.
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Hinchazón de manos y pies (edema). En general se debe a la obstrucción de los vasos linfáticos y suele corregirse con medias de descompresión. La cirugía no suele ser necesaria.
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Formación de queloides. Las niñas con síndrome de Turner suelen ser propensas a la formación de cicatrices queloides por lo que se recomienda evitar la cirugía en la medida de lo posible.
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Función cognitiva y dificultades de aprendizaje. Los resultados de estudios indican que el tratamiento hormonal tiene efectos beneficiosos sobre la función cognitiva y las dificultades de aprendizaje en niñas con síndrome de Turner.
Tratamiento en la edad adulta
Las mujeres con síndrome de Turner deben realizar una revisión anual que incluya examen físico y análisis de sangre. Además deben controlarse la audición y la función cardiovascular.
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Anomalías cardiovasculares. Estas pacientes tienen un mayor riesgo de morbimortalidad cardiovascular que la población general y deben realizar un seguimiento para detectar posibles anomalías, como dilatación de la raíz aórtica, enfermedades de las válvulas cardiacas, disección aórtica o hipertensión arterial.
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Audición. Un 50% de las pacientes con síndrome de Turner experimenta pérdida de audición que empeora con la edad. Es recomendable realizar una audiometría cada 2 ó 3 años.
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Síndrome metabólico (hipertensión, dislipemia, diabetes tipo 2 y obesidad). Es más frecuente en pacientes con síndrome de Turner que en la población normal. En los análisis anuales se deben controlar los niveles de glucosa y de lípidos, así como dar asesoramiento nutricional y de actividad física.
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Hipotiroidismo. La incidencia de hipotiroidismo en el síndrome de Turner oscila entre el 25% y el 30%. En los análisis anuales se deben controlar los niveles de hormonas tiroideas.
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Enfermedad celiaca. La incidencia de celiaquía en el síndrome de Turner oscila entre el 4% y el 6%. Es recomendable determinar los anticuerpos antitransglutaminasa en la infancia y cada 5 años en la edad adulta.
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Enzimas hepáticas. La incidencia de elevación de enzimas hepáticas, de cirrosis y de enfermedad inflamatoria intestinal en el síndrome de Turner es mayor que en la población general. En los análisis anuales se deben controlar los niveles de enzimas hepáticas.
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Fertilidad. Las mujeres con síndrome de Turner no son fértiles. La reproducción asistida con óvulos de donante ha permitido que mujeres con síndrome de Turner puedan tener hijos. Si una mujer con síndrome de Turner desea un embarazo, debe realizarse previamente una evaluación médica completa prestando especial atención a las funciones cardiovascular y renal.
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Tratamiento con estrógenos y progestágenos. Debe prolongarse hasta la edad de la menopausia (sobre los 50 años).
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.