El
síndrome de compresión de la salida torácica se debe a la
compresión de los nervios y de los vasos sanguíneos que se dirigen hacia el brazo (lo que se denomina paquete neurovascular, que está compuesto por el plexo nervioso braquial y la arteria y la vena subclavias),
en la zona del cuello y del hombro. Como consecuencia de la compresión de estas estructuras se producen diversos síntomas.
¿Cuáles son las causas del síndrome de compresión de la salida torácica?
Las causas del síndrome de compresión de la salida torácica son:
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Presencia de una costilla cervical, que es una costilla que nace de forma anómala muy arriba y que puede comprimir estas estructuras.
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Anomalías en la inserción del músculo escaleno.
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Proximidad anómala de la clavícula con la primera costilla.
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Inserción anómala del músculo pectoral menor.
¿Qué síntomas produce el síndrome de compresión de la salida torácica?
Los síntomas del síndrome de compresión de la salida torácica dependen de si se afecta fundamentalmente el nervio, la arteria o la vena. Puede haber síntomas referidos solamente a una de estas estructuras o a las tres:
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Compresión del nervio (plexo braquial). Es la afectación más frecuente. Aparece en el 95% de los pacientes. Produce dolor en el hombro y dolor, debilidad y hormigueo en el brazo.
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Compresión de la arteria braquial. Se observa en un 5% de los casos. Produce claudicación, es decir, dolor o debilidad cuando se realiza una actividad que requiera mover mucho el brazo. Puede también producir un síndrome de Raynaud y, si la falta de riego es muy importante, incluso gangrena de los dedos.
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La afectación de las venas es la menos frecuente. Puede producir trombosis de la vena subclavia o axilar, con hinchazón del brazo.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del síndrome de compresión de la salida torácica puede ser difícil de diagnosticar porque a veces los síntomas son vagos y la exploración muchas veces es normal. Existen diversas pruebas de provocación que colocan el brazo en determinadas posiciones forzadas, evaluando si se produce dolor o claudicación (cansancio) del brazo. Estos
test de provocación también se pueden realizar mientras se realiza una
ecografía de las arterias del brazo o una arteriografía, las cuales pueden demostrar una disminución del riego al brazo en las circunstancias de la provocación. Para el diagnóstico también se puede realizar un
electromiograma, e intentar ver si existe daño del plexo nervioso braquial, aunque a veces la prueba es normal aun existiendo la enfermedad. Puede también ser necesaria una
radiografía especial del tórax para ver si existe una costilla cervical u otra anomalía que pueda justificar la enfermedad.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome de compresión de la salida torácica?
El tratamiento del síndrome de compresión de la salida torácica no suele necesitar cirugía. Se debe
recomendar al paciente que evite aquellas posturas que provocan la compresión del paquete neurovascular.
En ocasiones, sin embargo, es necesaria la cirugía para desobstruir la zona.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.