Picadura de chinches

La chinche común o ‘cimex lectularius’, como se la conoce en el ámbito científico, es un pequeño insecto sin alas y de tonalidad rojiza que se alimenta de sangre animal. Los humanos no escapan de la ‘voracidad’ de este hemíptero, cuya picadura es causa de inflamación y picazón intensa.

Estos son, de hecho, los principales inconvenientes de las picaduras de chinches, que no suelen ser peligrosas para la salud humana. En ocasiones, eso sí, el hecho de rascarse de forma intensa y prolongada puede provocar infecciones en la piel.

¿Cómo son las picaduras de chinche?

A las chinches les gustan las superficies textiles, lo que convierte en potencial hábitat cualquier prenda de ropa, los sofás y las camas. No es de extrañar, por ello, que muchas picaduras se produzcan por la noche, momento en el que estos insectos están más activos.

Por norma general, estas picaduras tienen las siguientes características:

• Son pequeñas y rojas: aparecen como ronchas o protuberancias en la piel, a menudo con un centro más oscuro.
• Presentan una distribución lineal y ‘en racimo’: las picaduras siguen ciertos patrones porque las chinches ‘atacan’ varias veces áreas concretas de la piel antes de avanzar.
• Producen inflamación local e irritación.
• Pican.

Tanto la apariencia como la envergadura de la picadura puede variar en función de la sensibilidad de cada individuo. De hecho, hay personas que no presentan reacción.

Tratamiento para la picadura de chinche

Los tratamientos para las picaduras de chinche están enfocados a aliviar la picazón y reducir la inflamación. Los más habituales son:

• Cremas cutáneas con hidrocortisona.
• Antihistamínicos orales.

Las lesiones suelen desaparecer al cabo de una semana, siempre y cuando no se produzcan infecciones.  

¿Las chinches transmiten enfermedades?

No, las chinches no son transmisoras de enfermedades potenciales para el ser humano, como sí ocurre con las garrapatas (que pueden transmitir la borreliosis de Lyme) o los mosquitos (dengue o Zika). Su mayor ‘peligro’ es, precisamente, el picor que generan. Más allá de la irritación local, un rascado excesivo en la zona afectada puede provocar infecciones en la piel.

Eso sí, estos insectos han demostrado ser difíciles de erradicar, dada su capacidad para infestar colchones, sofás y otros tejidos. Lo recomendado en estos casos es lavar la ropa a altas temperaturas y limpiar a fondo la casa, aunque, en los casos más extremos, siempre se puede contar con la ayuda de exterminadores profesionales.

¿Cómo saber si tengo chinches en mi casa?

Estos insectos suelen dejar en los hogares signos patentes de su presencia. Estos son los indicios habituales a tener en cuenta para evitar picaduras de chinche:

• Olor rancio o dulce.
• Motas de sangre marrones en sábanas, manchas o muebles.
• Mudas de esqueleto.
• Pequeños huevos de color blanco.