Diccionario de enfermedades

Mononucleosis infecciosa

¿Cómo se diagnostica la mononucleosis infecciosa?
La mononucleosis infecciosa es una enfermedad aguda y autolimitada (que se cura sola pasados unos días) producida por un virus de la familia de los herpes llamado virus de Epstein-Barr. Habitualmente afecta a niños y adultos jóvenes y se caracteriza por la aparición de fiebre y ganglios por todo el cuerpo (linfadenopatías). Se diagnostica mediante un análisis de sangre al encontrar anticuerpos frente al virus de Epstein-Barr positivos, una prueba que se denomina Paul-Bunnell o monotest.

¿Cuáles son las causas de la mononucleosis infecciosa?


La mononucleosis infecciosa es una infección por el virus de Epstein-Barr. El virus de Epstein-Barr solo se puede transmitir de una persona a otra. Se transmite con las secreciones corporales, fundamentalmente la saliva, por lo que se puede transmitir al besarse, de donde toma su otro nombre de “enfermedad del beso”.

¿Qué síntomas produce la mononucleosis infecciosa?


Muchos niños infectados por este virus en la infancia presentan un cuadro febril inespecífico, como si se tratara de un catarro o una gripe. Sin embargo, otros niños o jóvenes, sobre todo si se infectan a edades más avanzadas, presentan un síndrome mononucleósico característico de la enfermedad consistente en:
  • Fiebre. Está presente en 9 de cada 10 pacientes.
  • Presencia de ganglios por todo el cuerpo. Los ganglios se localizan fundamentalmente en el cuello.
  • Dolor de garganta.
  • Un 5% de los pacientes tiene lesiones en la piel en forma de sarpullido rojizo, que puede aparecer o aumentar de tamaño al tomar amoxicilina, recetada pensando que lo que se tiene es un cuadro de amigdalitis.
  • Al explorar el abdomen, en la mitad de los pacientes se encuentra que el bazo está aumentado (esplenomegalia)
  • Otras alteraciones que pueden aparecer en el transcurso de esta enfermedad son la presencia de hepatitis, generalmente demostrada por un aumento de las transaminasas en los análisis aunque sin ninguna manifestación clínica, y meningitis. Más raramente puede aparecer una orquitis.

¿Cuáles son las complicaciones de la enfermedad?


Una complicación infrecuente pero grave de la mononucleosis infecciosa es la rotura esplénica. El crecimiento del bazo debido a su inflamación puede facilitar su rotura si recibe un golpe. La rotura esplénica produce un intenso dolor de abdomen por la brusca salida de sangre a la cavidad abdominal. La caída de la tensión arterial y el shock subsiguiente pueden llevar a la muerte.



¿Cómo se diagnostica la mononucleosis infecciosa?


El diagnóstico de la mononucleosis infecciosa se basa en los datos clínicos, sobre todo en la presencia de fiebre, linfadenopatías y esplenomegalia en una persona joven, y se sospecha con la realización de un análisis de sangre que suele demostrar una característica elevación de un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos que presentan una morfología peculiar, lo que se denominan “linfocitos atípicos”. Estos se observan ya en las 2 primeras semanas de la enfermedad. Es frecuente también encontrar una moderada elevación de las transaminasas. De forma menos habitual (0,5-3%) se puede observar anemia y disminución del número de plaquetas (trombopenia).

El diagnóstico de mononucleosis infecciosa se confirma por la presencia de unos anticuerpos específicos en la sangre que se llaman anticuerpos heterófilos, Paul-Bunnell o monotest. La presencia de anticuerpos exclusivamente del tipo IgG frente a Epstein-Barr no implica la presencia de enfermedad aguda y sólo significa que esa persona ha tenido contacto con el virus en algún momento de su vida.

¿Cuál es el tratamiento de la mononucleosis infecciosa?


La mononucleosis infecciosa no requiere ningún tratamiento especial ya que pasadas unas semanas (menos frecuentemente meses), los síntomas y las alteraciones de laboratorio desaparecen de forma espontánea. Si la situación del enfermo es grave se puede ingresar en el hospital para poner tratamiento sintomático (sueros, medicinas para bajar la fiebre). Si existe aumento del tamaño del bazo se recomienda evitar el ejercicio y vigilar más estrechamente al paciente porque el bazo puede romperse de forma espontánea.

La enfermedad no requiere ninguna dieta especial ni tampoco requiere que se esté en reposo.

El paciente debe reincorporarse a su vida normal según se vaya encontrando mejor, teniendo cuidado para no realizar actividades físicas ni de contacto que puedan favorecer la rotura del bazo. Generalmente se recomienda esperar 3 semanas desde el inicio de los síntomas para volver a realizar actividades físicas y deportivas, o 4 o más semanas si se trata de actividades deportivas de contacto que puedan favorecer los golpes en el abdomen.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.