¿Qué es una mamografía?
Una
mamografía es una radiografía especial de las mamas que sirve para detectar diversas enfermedades o anomalías, fundamentalmente la presencia de un
cáncer de mama.
¿En qué consiste?
Es una prueba simple, que consiste en realizar una
radiografía de ambas mamas. Las imágenes posteriormente pueden ser reveladas como una radiografía convencional, o pueden ser digitalizadas, permitiendo una mayor resolución y calidad. Existen técnicas que permiten tomar imágenes en varios planos y hacer una reconstrucción tridimensional de la mama, lo que facilita la detección de las lesiones que no pueden detectarse con una mamografía convencional.
¿Cuándo se solicita una mamografía?
La mamografía es, en general, una
prueba preventiva realizada para diagnosticar de forma precoz la presencia de un cáncer de mama y poder poner un tratamiento adecuado antes de que el tumor sea demasiado grande.
Todas las mujeres
mayores de 50 años deberían realizarse una mamografía anual o cada 2 años. En algunos países, como Estados Unidos, se recomienda la realización de esta prueba a partir de los 40 años de edad. Algunas
personas con antecedentes familiares de cáncer de mama deberían realizarse mamografías a edades más tempranas. Las mamografías deben seguirse realizando hasta aproximadamente los 70 años de edad.
También puede solicitarse una mamografía en aquellas mujeres en las que se detecta un bulto en el pecho a la palpación, o para el diagnóstico de otras enfermedades de la mama.
¿Cómo debe prepararse la paciente?
No requiere ninguna preparación especial. El día de la prueba se debe evitar la utilización de desodorantes, polvos o maquillajes sobre la zona.
Para que la mamografía pueda ser correctamente interpretada se debe informar al médico sobre la posibilidad de estar embarazada, si se está administrando lactancia, si se tienen puestas prótesis o si se ha realizado una biopsia de mama previa.
Debido a la mayor sensibilidad de las mamas en los días previos a la menstruación, la mamografía debería realizarse en las dos semanas posteriores a la misma para que sea menos molesta.
Contraindicación de la mamografía
Únicamente las embarazadas deben informar de su estado porque la prueba emite radiación que puede afectar al feto.
¿Como se hace?
La paciente se desnuda de cintura para arriba y se quita todo objeto metálico que tenga (collares, pendientes). La radiografía se hace de pié, apoyando la mama sobre una placa y siendo posteriormente comprimida por una segunda placa desde arriba. Se debe levantar el brazo y contener la respiración en el momento del disparo. Posteriormente se repite la misma acción con la otra mama. La prueba puede ser discretamente molesta. Tras su realización, la mamografía es interpretada por un especialista quien decidirá si es o no necesario repetirla o realizar nuevas mamografías desde ángulos diferentes. En total el proceso, desde la llegada hasta que la paciente puede irse, no suele prolongarse más de 30 minutos.
Efectos adversos
No. La radiografía somete al paciente a una radiación pequeña.
¿Existe algún cuidado posterior en las mamografía?
No existen cuidados posteriores a la prueba.
¿Cómo se interpretan los resultados?
Para su correcta interpretación es conveniente poder comparar las imágenes obtenidas con imágenes previas. Por ello es recomendable llevar a la prueba todas las mamografías anteriores de las que se disponga.
La mamografía puede detectar la existencia de un
bulto en la mama. Si este fuera el caso, suele ser necesario realizar estudios adicionales.
En muchas ocasiones (entre 1 y 3 de cada 10 mujeres que se hacen mamografías de repetición, sobre todo jóvenes) se producen
falsos positivos, es decir, se observan imágenes sospechosas que luego no son confirmadas con estudios más precisos.
Los bultos mamarios detectados en la mamografía son más sugestivos de ser malignos si muestran zonas de diferente densidad, sobre todo si tienen una forma espiculada, si tienen pequeñas calcificaciones en su interior o si distorsionan la arquitectura normal de la mama. A veces puede ser conveniente realizar una
ecografía para valorar mejor las características del bulto. En algunas circunstancias, cuando las imágenes son sospechosas de ser malignas, puede ser necesario realizar una biopsia de mama.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.