Los
síndromes de malabsorción son
enfermedades del aparato digestivo caracterizadas por la dificultad para la absorber de uno o varios
nutrientes, vitaminas o minerales de la dieta hacia la sangre. Muchas de estas patologías, aunque no todas, cursan con
diarrea por lo que la malabsorción siempre se debe tener en cuenta a la hora de valorar a un paciente con este síntoma.
¿Cuáles son las causas de la malabsorción?
Las causas de malabsorción son muy variadas:
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Enfermedades del intestino:
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Intolerancia a la lactosa. Suele iniciarse en la infancia pero puede también aparecer en los adultos. Desaparece al dejar de tomar alimentos con lactosa (principalmente leche y derivados).
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Enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn. Si la inflamación de la pared del intestino es extensa, puede impedir la absorción de nutrientes.
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Infecciones intestinales, como la infección por Giardia o por parásitos.
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Raramente, la utilización de algunos medicamentos como la colestiramina, las tetraciclinas, la fenitoína, etc. puede producir malabsorción de algún nutriente muy concreto.
¿Qué síntomas produce la malabsorción?
El síntoma más característico de la malbsorción es la diarrea, con frecuencia debida a problemas en la absorción de las grasas
(esteatorrea). Sin embargo, algunos síndromes de malabsorción no tienen problemas para absorber las grasas, como ocurre en la intolerancia a la lactosa, en muchos casos de enfermedad celiaca, sobre todo en adultos, o en la anemia perniciosa. Además de la diarrea puede existir:
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En niños: desnutrición, problemas en el crecimiento y desarrollo, osteomalacia (huesos blandos) por falta de absorción de calcio y vitaminas y anemia por falta de absorción de hierro, ácido fólico o vitamina B12.
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En adultos: desnutrición, pérdida de peso, osteoporosis por falta de absorción de calcio y vitamina D, anemia por falta de absorción de hierro, ácido fólico y vitaminas.
¿Cómo se diagnostica?
La malabsorción de determinados nutrientes requiere demostrar la falta de vitaminas o de minerales en un análisis de sangre.
Se puede determinar si existe anemia, si hay niveles bajos de calcio o hierro en sangre, si existen problemas en la coagulación (indican déficit de vitamina K), déficit de proteínas, deficiencia de ácido fólico o de determinadas vitaminas.
Además se pueden estudiar las heces para saber si existe una cantidad exagerada de grasa que indique que ésta no se está absorbiendo correctamente
(esteatorrea).
Por último pueden ser necesarias pruebas específicas para conocer la causa de la malabsorción, como análisis de sangre para demostrar una celiaquía,
gastroscopia con toma de biopsias del estómago y del duodeno,
colonoscopia, estudios radiológicos como un tránsito gastrointestinal, pruebas del aliento,
test de la d-xilosa, etc.
¿Cuál es el tratamiento de la malabsorción?
El tratamiento será el específico de cada una de las posibles enfermedades que pueden producir malabsorción. A su vez suele ser necesario realizar un aporte adecuado de vitaminas y minerales, generalmente inyectados, para que así puedan llegar adecuadamente al interior de nuestro cuerpo.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.