Diccionario de enfermedades

Inicio del trabajo de parto

¿Cuáles son las señales del comienzo del trabajo de parto?
El trabajo de parto es una acción mecánica del organismo que busca finalizar la gestación con la expulsión fetal y otras estructuras como la placenta, bolsa y líquido amniótico, que han formado parte del entorno imprescindible para el crecimiento y desarrollo del feto.


¿En qué semanas de embarazo se inicia el parto?


El periodo de gestación ronda las 40 semanas para un parto y nacimiento a término. La matrona Rosa María Plata señala que, por debajo de este número, “hablamos de prematuridad”, aunque se debe distinguir entre una prematuridad que podría generar complicaciones para el feto - por debajo de la semana 35 - y aquella en la que nacen por encima de la semana 35, cuando “teóricamente” el feto ha adquirido “suficiente madurez, fundamentalmente respiratoria”.

“También se habla de una postmadurez entre las semanas 40-42 de gestación en las que el feto está más expuesto a daño por insuficiencia placentaria y de ahí que los controles para determinar el buen estado fetal sean más frecuentes, cada 48 horas”, indica. En ese sentido, explica que el consenso internacional es no dejar evolucionar el embarazo por encima de la semana de gestación 42 “por los potenciales peligros para el feto, en cuyo caso, la recomendación médica, es la de inducir el parto de forma artificial”.


¿Cuáles son las señales del comienzo del trabajo de parto?


Las contracciones son “la llave” del trabajo activo de parto. Estas se hacen más intensas y regulares y suelen ir acompañadas con la expulsión del tapón mucoso (moco sanguinolento), aunque este no es un signo de parto en sí, necesariamente. “Tampoco es un signo inminente de inicio de parto la rotura de la bolsa (en una gestación dentro del término), aunque si se produce, hay que acudir al hospital sin urgencia, siempre que sean aguas claras”, indica la especialista.

“El parto, lejos de lo que se piensa en general, no se origina en un día,  hay un periodo que se denomina pródromos de parto que se desarrolla en días, sin poder precisar, dependiendo de cada mujer”, detalla Plata. Así, explica que en este tiempo se producen contracciones sobre todo por la tarde y la noche, cuando la gestante descansa de su actividad diaria. Algunas de las contracciones pueden percibirse como dolorosas, pero cesan en torno a una hora o poco más tras el reposo, al contrario de lo que sucede con las de parto, que son cada vez más intensas y frecuentes, y no cesan.

“Gracias a estas contracciones el cuello del útero, se vuelve más corto, más blando etc., el feto desciende para encajarse, para cuando comience el periodo activo de parto con el inicio de la dilatación del cuello del útero hasta que se complete para  que permita que el feto  salga al exterior”, indica.


Antes de que comience el parto pueden aparecer síntomas más o menos molestos que “avisan” que el parto está próximo. Entre las distintas señales del comienzo del trabajo de parto se encuentran:

  • El bebé se mueve hacia abajo, desciende hasta llegar a la pelvis. Puede ocurrir desde unas semanas a pocas horas antes de que comience el trabajo de parto. Si observa que el embarazo está más bajo, que se puede respirar mejor (porque el bebé no presiona sobre los pulmones) y que aumentan las ganas de orinar (porque el bebé presiona sobre la vejiga).
  • Se expulsa una gran cantidad de flujo vaginal espeso llamada “tapón mucoso” o “tapón de moco”, de color rosado (porque suele contener un poco de sangre), como consecuencia del comienzo de la dilatación del cuello uterino. El tapón de moco se puede desprender muchas horas antes del comienzo del parto (hasta 72 horas antes) por lo que, una vez desprendido, no quiere decir que el parto vaya a ser inminente sino que empezará en pocos días.
  • Se rompe prematuramente la “bolsa de las aguas” o “saco amniótico”. Durante el embarazo, el bebé se encuentra dentro de una bolsa en el útero, rodeado de un líquido llamado líquido amniótico. Esta bolsa se rompe poco antes de que nazca el bebé por la presión ejercida por el feto y por las contracciones. Normalmente se suele romper de forma espontánea al final del periodo de dilatación, cuando la parturienta ya ha dilatado completamente. Sin embargo, en un 10% de los casos, se rompe antes de que comiencen las contracciones y de denominación rotura prematura de membranas. Cuando esto ocurre, el líquido sale por la vagina y se puede sentir su escape como un goteo o como un chorro. En esta situación se debe conservar la calma, ya que las verdaderas contracciones de parto suelen comenzar de forma espontánea entre 6 y 10 horas después. Si, tras una rotura prematura de membranas, las contracciones no comienzan espontáneamente tras el periodo anteriormente indicado, se aconseja inducir (provocar) el parto para evitar que el bebé permanezca muchas horas dentro del útero con riesgo de infección (este riesgo aumenta a las 24). horas de haber roto aguas). Únicamente se debe intentar frenar las contracciones en las mujeres con rotura prematura de membranas antes de la semana 34 de la gestación, para dar tiempo a que maduren los pulmones del bebé.

Es importante observar el color del líquido amniótico, ya que proporciona una información valiosa sobre el estado de salud del bebé. Cuando es entre blanquecino y rosado indica que todo va bien. Si tiene una tonalidad entre gris y verde oscuro es necesario acudir a la urgencia cuanto antes ya que puede avisar que el feto está en peligro.

  • Se siente dolor en la parte baja de la espalda o cólicos en la zona del estómago.
  • Comienzan a notar las contracciones. Las contracciones pueden ser dolorosas, y se aprecian como un endurecimiento del abdomen. Después de cada contracción, el útero se relaja y el dolor desaparece. Algunas mujeres tienen contracciones leves y esporádicas ( contracciones de Braxton Hicks ) que no son verdaderas contracciones de parto. Cuando se tienen contracciones de Braxton Hicks no ha comenzado aún el trabajo de parto. Las verdaderas contracciones de parto son aquellas que dilatan el cuello del útero. Las características de ambos tipos de contracciones son muy diferentes.

¿Qué se debe hacer cuando comienzan las contracciones de parto?


Cuando comienzan las contracciones se debe controlar el tiempo que transcurre entre una contracción y otra para saber si la frecuencia va aumentando. Para ello se puede anotar la hora a la que empieza cada contracción. Si el reloj tiene segundo también se puede controlar la duración de cada una. Son datos útiles para informar al médico oa la comadrona. El inicio del parto suele estar próximo cuando las contracciones aparecen en intervalos menores a 10 minutos y se acompañan de presión pélvica y de aumento de la necesidad de orinar.


¿Cómo se identifican las contracciones?


Las contracciones se distinguen “perfectamente de los movimientos fetales”. La diferencia es la siguiente:
  • En la contracción “toda la cubierta abdominal (tripa), desde arriba hacia abajo, se pone dura, tanto más cuanto más intensa sea la contracción y, en consecuencia, la madre percibe menos o más dolor”.
  • Cuando “se trata de movimientos fetales, solo zonas de la tripa donde se perciben durezas que corresponde a las partes fetales que empujan hacia afuera, pero el resto de la tripa materna permanece blanda”

¿Qué se debe hacer cuando comienzan las contracciones de parto?


La presidenta de la Asociación Española de Matronas explica que lo más importante para una buena evolución del proceso del parto es que la madre mantenga una respiración adecuada y una buena relajación. “Hay que esperar a que las contracciones se regularicen en tiempo e intensidad, más o menos durante una hora y media, cada 3´ si se trata de un primer parto y cada 5´ si la mujer ha tenido otro/s hijos anteriormente, para acudir a la maternidad con un parto activo en el mayor de los casos”, señala.

Se debe avisar cuando se crea que ha comenzado el trabajo de parto. La mayoría de médicos y comadronas recomiendan que se les avise cuando las contracciones se producen cada 5 minutos y duran unos 60 segundos. También se debe avisar en cualquiera de las siguientes situaciones:
  • Si sale sangre, moco o líquido a través de la vagina.
  • Si se tienen más de 6 contracciones en una hora (eso significa que las contracciones se producen cada 10 minutos o menos).
  • Si las contracciones son cada vez más fuertes y dolorosas.
Al llegar al hospital es muy probable que se realice una exploración general y vaginal. Para saber si ha comenzado el trabajo de parto, el médico o la comadrona examinan el cuello del útero para saber si se está abriendo (“dilatando” o “borrando”), revisan la frecuencia de las contracciones y pueden considerar necesario realizar más pruebas.

¿En qué otros momentos se debería acudir al médico durante el final de embarazo?


“Es importante acudir a las visitas regladas para comprobar el buen estado fetal”, sostiene. Además, detalla que en cualquier momento de la gestación, un sangrado rojo vivo en cantidad como una regla o más, es motivo para acudir urgentemente al hospital.

“Esto no incluye sangre oscura (marronácea) que indica que el sangrado  no es activo. También en caso de rotura de la bolsa, aunque en este caso, si el líquido es claro, no implica urgencia de dirigirse al hospital; de hecho , en muchas ocasiones de mujeres que han roto la bolsa prematuramente ni siquiera están o inician el parto y una buena proporción, no se llega a poner de parto  de forma espontánea y hay que inducirlas pasadas 24 horas. Sin embargo en el tiempo de espera se les aplica cobertura antibiótica para evitar infección ascendente tras la rotura de la bolsa que mantenía aislado y protegido al feto”, detalla.


¿El bebé se mueve durante las contracciones?


“El bebé, a medida que crece, va teniendo menos espacio en la cavidad abdominal de la madre, además decrece el líquido amniótico y el feto es empujado hacia el estrecho inferior, con lo cual sus movimientos al final del embarazo son menores”, dice la matrona. Por ello, durante las contracciones del parto activo, sus movimientos son mínimos e imperceptibles sumado a la presión de la contracción ejercida sobre el feto.


¿Por qué cuando el bebé se mueve puede generar dolor en la parte baja?


En este caso, la matrona explica que “el feto en desarrollo está en medio de la cavidad abdominal de la madre, en cuyo interior hay estructuras y órganos, cuyo aplastamiento o desplazamiento producen dolor en la madre”.

¿Cuándo se debe comenzar a empujar?


El médico o la comadrona indican cuándo se debe comenzar a empujar. En la mayoría de las ocasiones, la madre puede colocarse en la posición en la que se encuentre más cómoda. La expulsión del bebé puede durar de minutos a horas. En general es más lenta cuando se trata del primer hijo.

La mayoría de los partos vaginales suelen llevarse a cabo sin problemas, pero, en algunos casos, el bebé puede quedar atascado en el canal del parto. En esos casos, el médico o la comadrona pueden ayudar al bebé a salir mediante un aparato que sujeta su cabeza (fórceps o ventosa). Cuando hay que sacar al bebé de inmediato se realiza una cesárea.

¿Cuánto dura el trabajo de parto?


Cada parto es diferente y el tiempo de duración varía. Si se trata del primer hijo, el trabajo de parto suele durar entre 12 y 14 horas. Si no es el primer hijo, el parto será, probablemente, más corto.

¿Es doloroso?


Sí, en general el parto es doloroso, aunque el grado de dolor es diferente en cada mujer. El dolor depende de muchos factores, como el tamaño del bebé y su posición dentro del útero. En general, el dolor es menor al principio y va aumentando con la evolución del parto.

Cada mujer puede elegir la forma idónea para controlar el dolor; No existe una forma que funcione para todas.

Algunas mujeres optan por tener un “parto natural”, lo que significa que no tomarán ninguna medicación para el dolor ni durante el trabajo de parto ni durante el parto. Para controlar el dolor haga ejercicios de respiración.

Otras mujeres deciden tomar medicamentos para aliviar el dolor.

¿Qué sucede si el trabajo de parto no comienza por sí solo?


Cuando el trabajo de parto no comienza por sí solo, se suele administrar medicación para tratar de iniciarlo, lo que se llama “inducir o provocar el parto”. Existen diferentes motivos que hacen necesario provocar un parto:
  • Riesgo materno o fetal.
  • Prolongación del embarazo más allá de la semana 42.
  • Enfermedades de la madre.
  • Retraso del crecimiento del feto.

¿Qué sucede si el bebé no está en la posición correcta?


Al final del embarazo, la mayoría de los bebés se encuentran con la cabeza hacia abajo. Sin embargo, algunos bebés tienen las piernas, los glúteos o los hombros más cerca de la vagina. Si son las piernas o los glúteos los que están más cerca de la vagina hablamos de “parto de nalgas”.

Cuando el bebé no se encuentra cabeza abajo, el médico valora e informa sobre las opciones existentes. En algunas ocasiones se puede intentar dar la vuelta al bebé antes de que comience el parto. En otras ocasiones hay que realizar una cesárea.

¿Qué sucede cuando ha salido el bebé?


Una vez que ha salido el bebé, también se debe expulsar la placenta. La placenta es el órgano que se ha encargado de nutrir, administrar oxígeno y eliminar los desechos del bebé durante el embarazo. En general, la placenta sale de forma natural a los 30 minutos del nacimiento del bebé. En algunas ocasiones el médico o la comadrona deben ayudar a expulsarla.

Después de que la placenta haya salido al exterior, el médico revisa el estado de la vagina. Si ha sido necesario realizar cortes (episiotomía) , se procede a dar unos puntos de sutura.

¿Qué sucede si el trabajo de parto comienza antes de la semana 35?


“En el caso de un parto prematuro por debajo de la semana 35, está indicado acudir de forma rápida al hospital para intentar frenar el parto a fin de conseguir  una mayor madurez fetal que no ponga en compromiso al feto en el momento del nacimiento. Por encima de la semana 35, según el consenso internacional, se deja evolucionar espontáneamente el parto y, por tanto, hay que seguir las indicaciones de inicio de parto”, explica.

¿Qué se hace con el bebé después de nacer?


Después de nacer, el pediatra realiza un examen rápido al bebé para revisar su cuerpo y su estado de salud. Una de las pruebas que hace se llama “prueba o test de Apgar”. En ella se controlan el ritmo cardíaco, la respiración, el movimiento, los músculos y la coloración del bebé. Esta prueba se realiza al minuto ya los 5 minutos del nacimiento.

Al poco tiempo de nacer, se somete al recién nacido a varios tratamientos como gotas oculares para evitar infecciones y una dosis de vitamina K para evitar un sangrado.

Antes de que abandone el hospital, también se le someterá a:
  • Un examen físico minucioso.
  • Un análisis de sangre (por medio de un pinchazo en el talón), para comprobar que no tenga ninguna de las enfermedades graves con las que puede nacer un bebé.
  • Una prueba de audición.
  • Una dosis de vacuna contra la hepatitis B.

¿Cuándo se debe avisar al médico tras un parto vaginal?


Tras abandonar el hospital, se debe avisar al médico si:
  • Se sangra mucho por la vagina. Es normal sufrir un sangrado vaginal durante unas semanas después del parto, pero si el sangrado es importante o presenta coágulos de sangre grandes se debe avisar al médico.
  • Se produce un mareo o una pérdida de conocimiento.
  • Aparece fiebre.
  • Aparecen vómitos.
  • Duele en la zona del estómago.
  • Se produce un dolor de cabeza intenso, dificultad de visión o inflamación de manos y pies.
  • Se desencadena un sentimiento de tristeza o desesperación.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.