Diccionario de enfermedades

Gripe

¿Cómo se transmite la gripe?
La gripe es una infección respiratoria aguda de carácter estacional y epidémico causada por el virus de la gripe. Se manifiesta por fiebre, un cuadro catarral y dolores musculares generalizados. Su gravedad depende de:
  • Las características del virus.
  • El estado de salud de la persona afectada.
En cada brote epidémico suele afectarse entre el 10% y el 20% de la población.

Causas de la gripe


La gripe es producida por el virus de la gripe. El virus de la gripe sufre frecuentes modificaciones (mutaciones) a lo largo de los años y de las sucesivas epidemias. En función de las características del virus, la gripe presenta menor o mayor gravedad cada año. Existen 3 tipos de virus de la gripe:
  • Virus de la gripe A. Este tipo de virus es el responsable de los brotes más extensos y graves de gripe. La gravedad se debe a los frecuentes cambios en su composición, en concreto en sus antígenos H (Hemaglutinina) y N (Neuroaminidasa), cambios que no se observan con otros tipos de virus de la gripe. Los cambios se relacionan con pandemias (epidemias que afectan a varios continentes). La última pandemia que apareció, durante los años 2009 a 2010, fue debida al virus de la gripe A H1N1. Han habido también brotes por el virus de la gripe A aviar (H5N1), que han pasado a los humanos a partir de aves infectadas sin que se haya observado transmisión de este virus de humano a humano. Esos brotes se han asociado con elevada mortalidad. Otros brotes de gripe A aviar (H7N7 y H9N2) han pasado también a humanos pero con una sintomatología más leve.
  • Virus de la gripe B. Produce epidemias más pequeñas y de menor gravedad que las de la gripe A
  • Virus de la gripe C. Apenas produce enfermedad en los humanos. Pudiera ser responsable de catarros de escasa trascendencia.

¿Cómo se transmite la gripe?


La transmisión de la gripe es de persona a persona, fundamentalmente a través de las secreciones respiratorias liberadas con la tos o con los estornudos. La gripe puede también transmitirse a través de otro tipo de contactos físicos (a través de las manos, besos, etc.) e incluso a través de objetos intermedios (vasos, cubiertos, etc.). La transmisión es idéntica para los diferentes tipos de gripe.

Los brotes anuales de gripe suelen aparecer en los meses de invierno en un periodo breve de tiempo, generalmente 2 o 3 semanas y se mantienen durante aproximadamente 2 o 3 meses. Los brotes pandémicos son más prolongados en el tiempo y aparecen fuera del periodo estacional habitual.

Síntomas de la gripe


La gripe se caracteriza por la brusca aparición de fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, malestar general, dolores musculares, dolores articulares, tos y dolor de garganta. A veces hay afectación de los ojos con la aparición de una conjuntivitis. En ocasiones se trata de un episodio banal, parecido a un catarro, y en otras de episodios con gran afectación del estado general. Los síntomas tienden a mejorar en 3 o 4 días aunque en ocasiones tarda hasta una semana en observarse mejoría. La tos puede persistir durante una semana o durante más tiempo.

El virus de la gripe A suele producir síntomas más graves e intensos que el resto de virus de gripe. Por este motivo, las complicaciones asociadas con esta infección suelen ser también más graves y su mortalidad mayor.

¿Cuáles son sus complicaciones?


Las complicaciones de la gripe aparecen con más frecuencia en:
  • Niños menores de 4 años.
  • Personas mayores de 65 años.
  • Embarazadas.
  • Niños menores de 18 años que reciben tratamiento con aspirina por cualquier motivo y pueden desarrollar un fallo hepático fulminante (síndrome de Reye).
  • Personas con enfermedades cardiacas o pulmonares crónicas (incluido el asma y la fibrosis quística).
  • Personas con enfermedades crónicas que afectan al:
  • Sistema endocrino (diabetes, obesidad mórbida).
  • Riñón (insuficiencia renal crónica).
  • Sangre (alteraciones de la hemoglobina y anemias).
  • Ausencia de bazo.
  • Enfermedad hepática crónica.
  • Enfermedades neuromusculares graves.
  • Inmunodepresión (defensas bajas) como infección por VIH, cáncer o receptores de trasplantes.
  • Enfermedades que conllevan disfunción cognitiva (síndrome de Down, demencias y otras).
  • Personas institucionalizadas con enfermedades crónicas de cualquier tipo, sobre todo si se asocian con dificultad para movilizar las secreciones.
Las complicaciones más frecuentes son:
  • Neumonía. Puede tratarse de una neumonía por el propio virus de la gripe o una neumonía por bacterias.
  • Aparición de un episodio de asma o una exacerbación de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Síndrome de Reye. Se trata de una hepatitis fulminante que acontece en niños y adolescentes como consecuencia del consumo de aspirina en el contexto de una infección por virus, frecuentemente una gripe.
  • Miositis. Una inflamación de los músculos. Produce intenso dolor a la palpación muscular y dolor al caminar o movilizarlos.
  • Descompensación de una enfermedad crónica previa, como una insuficiencia cardiaca, una insuficiencia renal, etc.


¿Cómo se diagnostica?


El virus de la gripe puede ser detectado a partir de las secreciones nasales, de las secreciones obtenidas en la zona de la garganta y del esputo. Se puede tomar una muestra de cualquiera de estas localizaciones con un bastoncillo y mandarla a analizar. Este análisis permite saber qué tipo de virus de la gripe está produciendo la infección.

¿Es contagiosa la gripe?


La gripe es muy contagiosa. La transmisión se realiza de persona a persona, a través de las secreciones respiratorias liberadas con la tos o con los estornudos. La gripe puede transmitirse también a través de otro tipo de contactos físicos (a través de las manos, besos, etc.) e incluso a través de objetos intermedios (vasos).

¿Puede prevenirse el contagio?


Para protegerse frente a cualquier tipo de gripe es conveniente:
  • Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón.
  • Mantenerse alejado de las personas enfermas.
  • Cubrirse la boca y la nariz al estornudar y al toser, y desechar inmediatamente los pañuelos usados. Cubrirse con las mangas al toser o estornudar es otra forma de evitar contaminar las manos.
  • Evitar tocarse los ojos, nariz y boca para evitar que los virus se diseminen por estas vías.
  • Si se está enfermo con gripe se debe permanecer en casa (con excepción de las visitas al médico) hasta que hayan transcurrido al menos 24 horas sin fiebre. Se consideran 24 horas sin fiebre cuando transcurren sin tomar ninguna medicación para bajar la fiebre.
  • Durante la enfermedad se debe limitar al máximo el contacto con los demás.
  • Vacunarse todos los años contra la gripe. Este es el método más eficaz para reducir las posibilidades de infectarse por el virus de la gripe. Las personas vacunadas contra la gripe tienen menos posibilidades de enfermar o de morir por gripe que las no vacunadas.
Los virus de la gripe sufren modificaciones frecuentes por lo que esta enfermedad no produce inmunidad de por vida y suele repetirse cada año.

Cada año se fabrica una vacuna con características similares a las del virus de la gripe del año previo. La vacuna puede realizarse con virus inactivados (muertos) o con virus atenuados (atontados, que han perdido parte de su eficacia para infectar).

La vacuna con virus muertos produce una protección de entre el 50 y el 80% siempre que el virus que circule ese año sea similar al del año previo. Tiene muy pocos efectos adversos. Algunas personas que la reciben presentan fiebre moderada, rinorrea (emisión de agüilla por la nariz) y dolores musculares leves, generalmente a las 24 horas de la inyección. La vacuna está contraindicada en pacientes alérgicos al huevo.

La vacuna de virus vivos atenuados es más eficaz. Se administra por la nariz. Permite una protección del 90%, pero solo debe ser administrada a personas entre 2 y 49 años sin problemas en sus defensas.

Los grupos de población en los que se recomienda la vacunación antigripal, según el protocolo para la vigilancia de la gripe aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, son los siguientes:

1. Personas de 65 años o mayores, sobre todo si están institucionalizadas.

2. Personas menores de 65 años con un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
  • Niños mayores de 6 meses y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares.
  • Niños mayores de 6 meses y adultos con enfermedades crónicas que afectan al sistema endocrino (diabetes, obesidad mórbida), al riñón (insuficiencia renal crónica), a la sangre (alteraciones de la hemoglobina y anemias), con ausencia de bazo, con enfermedad hepática crónica, con enfermedades neuromusculares graves, con defensas bajas (infección por VIH, cáncer o receptores de transplantes) y con enfermedades que conllevan disfunción cognitiva (síndrome de Down, demencias y otras).
  • Personas que conviven en residencias, instituciones o en centros que prestan asistencia a enfermos crónicos de cualquier edad.
  • Niños y adolescentes de 6 meses a 18 años, que reciban tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
  • Mujeres embarazadas.
3. Personas que pueden transmitir la gripe a personas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones:
  • Trabajadores de centros sanitarios tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria, pública y privada. Se hará especial énfasis en aquellos profesionales que atienden a pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo anteriormente descritos.
  • Personas que por su ocupación trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente los que tengan contacto continuo con personas vulnerables.
  • Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o a ancianos.
  • Personas que conviven en el hogar, incluidos niños, con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo, por su condición clínica especial.
4. Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
  • Personas que trabajan en servicios públicos esenciales:
  • Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local.
  • Bomberos.
  • Servicios de protección civil.
  • Personas que trabajan en los servicios de emergencia sanitarias.
  • Trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento por resolución judicial.
  • Viajeros internacionales. Personas que presentan mayor riesgo de complicaciones de gripe, por su edad o por su condición clínica especial, que no fueron vacunadas durante la temporada gripal y que se dirigen a zonas tropicales en cualquier época del año o viajen al hemisferio sur entre los meses de abril a septiembre.
  • Así mismo, se deberán vacunar frente a la gripe todas las personas que se dirijan a zonas donde existen brotes de gripe aviar altamente patogénica y puedan estar en contacto estrecho con granjas de aves de corral o con probabilidad de exposiciones intensas a aves.
  • Personas que, por su ocupación, pueden estar en contacto con aves sospechosas o conocidas de estar infectadas por virus de gripe aviar altamente patogénica, especialmente:
  • las personas que están directamente involucradas en las tareas de control y erradicación de los brotes (destrucción de los animales muertos, limpieza y desinfección de las áreas infectadas).
  • las personas que viven y/o trabajan en granjas de aves donde se han notificado brotes, o se sospecha su existencia.
En algunos países las recomendaciones se han ido extendiendo y actualmente abarcan al total de la población mayor de 6 meses.

La vacuna definitivamente no empeora la esclerosis múltiple y, si bien se han descrito casos excepcionales de síndrome de Guillain-Barré, globalmente su beneficio es muy superior a sus riesgos.

La prevención de la gripe también puede realizarse con el consumo de medicamentos antivíricos. Sin embargo no se recomienda su utilización generalizada en la población para evitar que los virus se vuelvan resistentes a estas medicinas.

¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?


El pronóstico de la gripe es generalmente bueno, curando sin secuelas. Sin embargo, en los grupos de población con más riesgo de complicaciones la enfermedad puede ser más grave e incluso mortal. La infección por el virus de la gripe A suele producir más complicaciones.

¿Cuál es el tratamiento de la gripe?


Existen diferentes medicamentos antivirales eficaces para el tratamiento de la gripe, como oseltamivir, zanamivir, amantadina y rimantadina. El tratamiento con estos medicamentos durante 5 días, e iniciado en las primeras 48 horas del comienzo de los primeros síntomas, reduce la duración de la enfermedad en 1 o 2 días. Algunos datos sugieren que también reduce las complicaciones respiratorias y la necesidad de hospitalización. Este tratamiento pudiera estar indicado en personas con un riesgo elevado de complicaciones. En el resto, el tratamiento recomendado son los analgésicos, anti-inflamatorios y anti-tusígenos. La aspirina está contraindicada en niños menores de 18 años por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.