Diccionario de enfermedades

Gastroscopia

¿Qué es una gastroscopia?
Una gastroscopia sirve para visualizar el interior del esófago, del estómago y del duodeno.

La gastroscopia se puede solicitar en personas que tienen:
  • dificultad o dolor al tragar.
  • regurgitación de alimentos.
  • ardor, quemazón o dolor en la boca del estómago que sube o no por el pecho.
  • sangrado digestivo.
  • anemia.
La gastroscopia también puede ser una prueba curativa para extraer cuerpos extraños que se han introducido por el tubo digestivo, para tratar o prevenir una hemorragia digestiva, para extirpar pólipos, para dilatar estrechamientos y para otras muchas situaciones.

¿En qué consiste una gastroscopia?


Una gastroscopia consiste en la introducción por la boca de un tubo flexible (endoscopio) que lleva en su extremo una luz y una cámara de vídeo. Mientras se introduce, las imágenes generadas son visualizadas en un monitor de televisión.

¿Cómo me preparo para una gastroscopia?


El paciente debe llevar en ayunas al menos 8 horas, no pudiendo haber ingerido comida ni bebida durante este periodo. Se debe haber realizado un análisis de coagulación para que, en caso necesario, puedan realizarse biopsias sin riesgo de sangrado. Por este mismo motivo se debe de suspender el tratamiento con medicinas que alteren la coagulación de la sangre (aspirina, anticoagulantes, etc.) unos días antes si se quiere realizar algún procedimiento terapéutico o una biopsia, si bien es el médico quien tendrá que decir si esto es imprescindible. En algunas personas con alteraciones en las válvulas del corazón (dañadas o con prótesis), con antecedentes de infecciones de corazón o con malformaciones congénitas del corazón, podría estar indicado poner tratamiento antibiótico antes de la prueba para prevenir una endocarditis.

¿Existe alguna contraindicación para la realización de una gastroscopia?


El médico que la realiza debe conocer las enfermedades importantes y las medicaciones que toma el paciente para poder determinar si la prueba está indicada o no.



¿Cómo debe realizarse la gastroscopia?


El paciente habitualmente está tumbado de lado. Se suele anestesiar la garganta para que no haya muchas náuseas o ganas de vomitar al pasar el endoscopio. A veces se toma una vía periférica (se coloca un catéter en la vena) para inyectar alguna sustancia que reduzca la ansiedad o las molestias que pudieran aparecer durante la prueba. Posteriormente se coloca en la boca una boquilla a través de la cual se introduce el endoscopio. Se solicita al paciente que no trague saliva y que toda la que le llega a la boca la deje caer. La prueba suele durar 5 o 10 minutos aunque puede ser más prolongada cuando hay que realizar alguna acción terapéutica. No suele ser dolorosa aunque es algo molesta.

¿Existe algún efecto adverso de la gastroscopia?


No suelen existir efectos adversos en las gastroscopias diagnósticas. A veces quedan molestias digestivas durante unas horas. Raramente la obtención de una biopsia da lugar a un sangrado digestivo importante. A veces puede haber reacciones alérgicas si se pone algún tratamiento. Excepcionalmente se puede producir una perforación del estómago o del esófago, una infección derivada de la prueba o el paso del contenido digestivo hacia los pulmones (aspiración) con la dificultad respiratoria subsiguiente y riesgo de neumonía.

¿Existe algún cuidado posterior a la gastroscopia?


No. Tras pasar el efecto de la anestesia de la garganta se puede comer y beber sin ningún problema. Si el paciente ha sido sedado puede estar algo adormilado al concluir la prueba. En caso de haberse realizado alguna acción terapéutica debe preguntarse al médico cuándo se puede comenzar a ingerir alimento.

¿Cómo se interpreta una gastroscopia?


La mayoría de los datos obtenidos en una gastroscopia proceden de la inspección ocular del esófago, estómago y duodeno explorados. A veces hay que esperar a disponer de los resultados de las biopsias para estar completamente seguros del diagnóstico.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.