¿Qué es la foliculitis?
La foliculitis es una inflamación de los
folículos pilosos (la parte de la piel sobre la que crece el pelo) que se manifiesta como pequeñas pápulas enrojecidas que van evolucionando y generando una pústula central. La foliculitis puede aparecer en cualquier parte de la piel, aunque los lugares más comunes son la cara, el cuello, la espalda, el pecho, las nalgas, las ingles y los muslos.
Causas de la foliculitis
Por norma general la principal causa de la foliculitis es
una infección bacteriana por un estafilococo, no obstante, hay variantes en las que también actúan otras bacterias o factores ambientales como unas trenzas muy apretadas o un peinado que deje muy tirante el pelo. En este último caso se habla de
foliculitis por tracción, con
sarpullidos con pus o enrojecidos que provocan picor y ardor.
Hay otros factores que predisponen a sufrir foliculitis:
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Obesidad.
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Sudoración excesiva (hiperhidrosis).
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Estar expuesto a ambientes con mucha humedad.
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Alcoholismo o toxicomanía.
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Falta de higiene corporal.
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Uso excesivo de jabones o desinfectantes en la piel.
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Depilación o afeitado sobre zonas sensibles.
Tipos de foliculitis
Al margen de la foliculitis por tracción, los tipos de foliculitis con mayor prevalencia son:
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Foliculitis bacteriana: generada por Staphylococcus aureus en la mayoría de los casos. Cursa como una inflamación de la epidermis, pero en ocasiones puede afectar a capas más profundas de la piel y general placas endurecidas y dolorosas que pueden dejar cicatrices como secuela.
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Foliculitis por pseudomonas (foliculitis del jacuzzi o del tobogán de agua): menos frecuentes que las provocadas por estafilococos, pero también habituales, son las foliculitis provocadas por las bacterias pseudomonas. En este caso aparece un sarpullido que causa picor y que aparece uno o dos días después de utilizar una bañera de hidromasaje, un tobogán acuático o una piscina climatizada donde aniden estas bacterias por un incorrecto mantenimiento del cloro y el ph del agua.
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Foliculitis descalvante: en este caso se habla de una infección crónica que, en sucesivos brotes, destruye los folículos pilosos debido a una reacción inmunológica que intenta eliminar la infección bacteriana pero que hace que se caiga el pelo en esa zona con difícil recuperación. Se puede frenar el avance de la infección con determinados medicamentos, aunque no existe ninguno que cure de forma definitiva la infección.
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Pseudofoliculitis de la barba: estos sarpullidos son muy parecidos a los de las foliculitis bacterianas pero aparecen en personas con el vello rizado en cara o ingles que, al rasurarse, dejan pelos encarnados y no hay infección.
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Otros tipos de foliculitis: existen foliculitis víricas debido a herpes; por hongos como cándidas o malassezia o por parásitos (sarna). Además, también existen foliculitis gramnegativas, asociadas a veces al tratamiento con antibióticos para el acné a largo plazo, con bultos con pus alrededor de nariz y boca; y la foliculitis eosinofílica, que afecta principalmente a personas con VIH/Sida y provocan una picazón intensa en bultos cerca de los folículos pilosos de la cara y la mitad superior del cuerpo. Los orzuelos también son considerados como foliculitis en los párpados y el ántrax es una infección grave que incluso puede ser mortal.
Foliculitis: tratamientos y predisposición
Por lo general las foliculitis son
procesos leves, aunque pueden repetirse en el tiempo si no se abordan. El tratamiento más común es con
antibióticos en crema o en pastillas si son casos extensos. El uso prolongado de estos fármacos no está recomendado para evitar nuevos brotes. En algunos casos graves se puede recurrir a la cirugía ambulatoria o
drenajes quirúrgicos.
Complicaciones de la foliculitis: forunculosis
La
forunculosis es la aparición recurrente y durante periodos de tiempo prolongados de forúnculos únicos o múltiples en diversas localizaciones. Se manifiesta con un
edema rojo oscuro en la cara, fiebre, escalofríos y fuerte malestar que requiere de intervención urgente.
El forúnculo comienza como un bulto duro y sensible en la piel, que aumenta de tamaño, se vuelve doloroso y termina creando un
absceso que después se rompe, con pus y sustancia necrótica. El tratamiento son el drenaje mediante una incisión si el forúnculo es de menos de cinco centímetros y si es de más con antibióticos sistémicos.
En estos casos es importante valorar si hay
factores que predispongan a la forunculosis o la foliculitis así como una revisión a posibles portadores del entorno del paciente con cultivos nasales de estafilococos. Se calcula que un 20 por ciento de la población general es portadora persistente de esta clase de estafilococos, un 60 por ciento es portadora de forma intermitente y solo un 20 por ciento nunca es portadora. La localización más habitual de esta bacteria es en las fosas nasales.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.