El
esófago de Barrett o enfermedad de Barrett es una complicación seria del reflujo gastro-esofágico. Consiste en una
alteración del epitelio del esófago (la capa de tejido que recubre la pared del esófago por dentro) que puede llevar a una transformación cancerosa. Se produce como consecuencia de un
reflujo gastro-esofágico grave mantenido en el tiempo.
Causas del Esófago de Barret
El esófago de Barrett se debe a un reflujo gastro-esofágico grave, mantenido en el tiempo. El paso de
contenido ácido del estómago al esófago produce una irritación continua del epitelio del esófago que puede favorecer su transformación cancerosa.
Entre 1 o 2 de cada 10 personas con reflujo gastro-esofágico grave pueden desarrollar con el tiempo un esófago de Barrett.
Los
factores de riesgo para el desarrollo de un esófago de Barrett son:
-
Varones de edad avanzada.
-
Reflujo gastroesofágico crónico.
-
Presencia de una hernia de hiato.
-
Reflujo que se ha iniciado antes de los 30 años de edad.
-
Obesidad.
-
Tabaquismo.
-
Historia familiar de esófago de Barrett o de cáncer de esófago.
-
Síndrome de apnea del sueño
Síntomas del Esófago de Barret
El esófago de Barrett no produce ningún síntoma concreto. Los pacientes suelen tener los síntomas derivados del reflujo gastro-esofágico. Sin embargo existen pacientes que nunca han tenido síntomas de reflujo.
El problema fundamental del esófago de Barrett es el desarrollo de un cáncer de esófago. También se favorece el desarrollo de una úlcera de esófago que se caracteriza por dolor en el estómago o la parte baja del esternón, sobre todo con el paso de comida, y que al cicatrizar puede producir obstrucciones al paso de comida por el esófago.
¿Cómo se diagnostica el esófago de Barrett?
El diagnóstico del esófago de Barrett se realiza mediante una
esofagoscopia con biopsia.
¿Puede prevenirse?
El esófago de Barrett puede prevenirse
tratando de forma enérgica el reflujo gastro-esofágico. En cualquier caso, una persona con reflujo de mucho tiempo de evolución y por encima de los 40 años debe hacerse siempre una endoscopia.
¿Cuál es el pronóstico?
Se estima que de cada 200 pacientes que tienen un esófago de Barrett, uno al año desarrollará un cáncer. El pronóstico viene determinado en función de si en la biopsia obtenida se observan o no células precancerosas (displasia) y la intensidad de la alteración precancerosa (displasia de bajo grado o de alto grado). Ante un diagnóstico de esófago de Barrett es imprescindible realizarse revisiones periódicas para evaluar si aparece un cáncer y poder actuar a la mayor brevedad posible.
Tratamiento del esófago de Barret
-
Tratamiento enérgico del reflujo gastro-esofágico tanto con hábitos de vida (recomendaciones para el paciente con reflujo gastro-esofágico) como con medicamentos (omeprazol y similares).
-
Esofagoscopias de control con toma de múltiples biopsias de la zona para ver si hay o no un principio de cáncer, y revisiones periódicas mas o menos frecuentes en función de los resultados de la primera esofagoscopia:
-
Si en la primera esofagoscopia hay zonas sugestivas de ser precancerosas con displasia de alto grado:
-
Se puede operar y extirpar esa zona del esófago (esofagectomía). Es la única opción definitiva, si bien es la más agresiva. Actualmente se recomienda utilizar otras opciones, lo que se denomina tratamiento erradicador endoscópico, es decir:
- Extirpar la pared interior del esófago durante la esofagoscopia.
- Quemar la zona con fototerapia, radiofrecuencia (la técnica actualmente de elección), crioterapia, etc. siendo necesario un seguimiento posterior muy estrecho y esofagoscopias cada poco tiempo.
-
Si en la primera esofagoscopia se detecta una displasia pero de bajo grado:
-
Se deben hacer esofagoscopias de control cada 6 o 12 meses y actuar en función de los resultados obtenidos en las biopsias. A veces se recomienda quemar la zona mediante una de las técnicas previamente comentadas.
-
Si en la primera esofagoscopia no hubiera ningún grado de displasia (ninguna transformación precancerosa) en las biopsias obtenidas:
-
El seguimiento puede realizarse haciendo esofagoscopias cada ciertos años, en general cada 3 a 5 años.
-
Algunos médicos recomiendan quemar la zona con radiofrecuencia aunque actualmente la mayoría de Sociedades Científicas no lo recomiendan.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.