Diccionario de enfermedades

Enfermedad inflamatoria pélvica

¿Cuáles son las complicaciones de la enfermedad inflamatoria pélvica?
El aparato reproductor femenino está formado por los ovarios (lugar de formación de los óvulos), las trompas de Falopio (unos tubos encargados de transportar el óvulo desde los ovarios hasta el útero), el útero (lugar donde se implanta el óvulo si ha sido fecundado) y la vagina.

La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección de los órganos reproductores femeninos, que afecta a la capa interior del útero, el endometrio (endometritis), y a las trompas de Falopio (salpingitis). Casi siempre procede de una infección previa en la vagina o en el cuello del útero (cervicitis). La infección puede extenderse todavía más allá y dar lugar a una peritonitis o a una infección de la zona de alrededor del hígado (perihepatitis) o del apéndice (periapendicitis).

¿Cuáles son sus causas de la enfermedad inflamatoria pélvica?


Las causas de una enfermedad inflamatoria pélvica son:
  • La mayoría de ellas proceden de infecciones iniciadas en la vagina o en el cuello del útero, generalmente como consecuencia de una enfermedad de transmisión sexual. Por ello, la mayoría de estas infecciones son producidas por gonococo o por chlamydia.
  • En ocasiones puede tratarse de una infección directa del útero como consecuencia de un raspado o un legrado uterino, de la colocación de un dispositivo intrauterino (DIU), o de una infección tras el parto.
  • Muy raramente, la infección de las trompas de Falopio puede proceder de infecciones que comienzan en la cavidad abdominal (diverticulitis, apendicitis) o como consecuencia de una infección de la sangre que alcanza a dicho órgano.

¿Qué síntomas produce la enfermedad?


Los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica dependen de lo extensa que sea la infección. Frecuentemente están afectados a la vez varios órganos genitales, siendo difícil diferenciar entre la afectación de uno u otro. En general suele haber flujo vaginal amarillento y maloliente junto a molestias abdominales bajas como consecuencia de una vaginitis o una cervicitis inicial, apareciendo a continuación diversos síntomas en función de la extensión de la enfermedad:
  • Endometritis (infección del interior del útero). Puede producir fiebre y dolor en la parte baja del abdomen.
  • Salpingitis (infección de las trompas de Falopio). Suele acompañarse de fiebre y dolor sordo en la parte baja del abdomen, pudiéndose también asociar sangrado anormal entre menstruaciones, escozor al orinar (disuria) y molestias en el ano.
  • Perihepatitis y periapendicitis. Es la extensión de la infección más allá de las trompas de Falopio, alcanzando la superficie de algunos órganos del interior del abdomen.
  • La perihepatitis se caracteriza por la aparición de dolor en la parte superior derecha del abdomen (la zona del hígado) asociada al resto de manifestaciones de la enfermedad. Si no se refiere al médico la presencia de flujo vaginal y de molestias iniciadas en la parte baja del abdomen, el médico puede pensar que se trata de una inflamación de la vesícula (colecistitis).
  • En la periapendicitis el dolor se localiza en la parte baja y derecha del abdomen (zona del apéndice) y, de nuevo, el diagnóstico puede confundirse con el de una apendicitis aguda si no se refiere la historia previa de flujo vaginal.
Algunas personas con enfermedad inflamatoria pélvica no tienen ningún síntoma o éstos son muy vagos, por lo que no consultan al médico. En estas circunstancias el riesgo de desarrollar complicaciones es mayor si no se les diagnostica y trata a tiempo.



¿Cuáles son las complicaciones de la enfermedad inflamatoria pélvica?


Las complicaciones de una enfermedad inflamatoria pélvica pueden ser:
  • Embarazos ectópicos (fuera del útero). El riesgo de este tipo de embarazo es mayor en mujeres con antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica.
  • Esterilidad. La curación de una enfermedad inflamatoria pélvica puede producir una cicatrización que puede llegar a obstruir total o parcialmente las trompas de Falopio, lo que puede dar lugar a esterilidad. La enfermedad inflamatoria pélvica es la primera causa de esterilidad prevenible.
  • Mayor riesgo de nuevos episodios de salpingitis.
  • Molestias abdominales vagas, crónicas e inespecíficas.

¿Cómo se diagnostica?


La exploración ginecológica en la enfermedad inflamatoria pélvica suele mostrar signos de cervicitis, observándose un cuello del útero inflamado, que sangra con facilidad y del que sale una secreción amarillenta y maloliente. Dicha secreción debe tomarse con una torunda y debe ser remitida al laboratorio para estudio microbiológico. La exploración ginecológica y la toma de muestras por parte del ginecólogo pueden ser dolorosas.

En los análisis de sangre suele haber elevación del número de glóbulos blancos.

En situaciones donde existen dudas puede solicitarse una laparoscopia (introducir un tubo con una cámara en el interior del abdomen a través de una pequeña incisión realizada por debajo del ombligo) para asegurar el diagnóstico.

¿Es contagiosa?


Cualquier enfermedad de transmisión sexual es muy contagiosa si no se siguen las normas de protección recomendadas.

¿Puede prevenirse?


Las enfermedades de transmisión sexual pueden prevenirse con la utilización de preservativo en las relaciones sexuales.

Una enfermedad inflamatoria pélvica puede, en ocasiones, prevenirse si se diagnostica a tiempo la presencia de una cervicitis y se trata antes de que se extienda la infección.

¿Cuál es el pronóstico de las afectadas?


El tratamiento antibiótico produce mejoría de la enfermedad inflamatoria pélvica en unos pocos días. Si no se ha tratado de forma rápida se incrementa el riesgo de complicaciones. Cuantos más episodios de enfermedad inflamatoria pélvica se produzcan, mayor es el riesgo de esterilidad.

¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad inflamatoria pélvica?


El tratamiento de la enfermedad inflamatoria pélvica son los antibióticos, dirigidos a diferentes tipos de gérmenes relacionados con esta infección. En general se suelen utilizar dos o tres antibióticos distintos. La eficacia del tratamiento es similar si la paciente ingresa en el hospital o si es tratada de forma ambulatoria, sin embargo se recomienda el ingreso hospitalario si el diagnóstico no está claro, si hay una importante afectación del estado general, si la paciente está infectada por el VIH, está embarazada o si ya se ha tratado ambulatoriamente y no ha habido respuesta adecuada.

La cirugía raramente es necesaria y tan solo se utiliza para extirpar un absceso (colección de pus) que se haya podido producir en una trompa de Falopio.

Las parejas sexuales de las mujeres con enfermedad inflamatoria pélvica deben ser estudiadas y tratadas en relación con una posible enfermedad de transmisión sexual.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.