La
endometriosis consiste en la
presencia inapropiada de tejido endometrial (la capa que recubre por dentro al útero y que se destruye y regenera con cada menstruación) fuera del útero, lo que se denomina implantes. Los lugares donde más frecuentemente se asienta este tejido endometrial ectópico (fuera de su lugar de origen) son los ovarios, las trompas de Falopio, el intestino grueso (colon), y las zonas de delante, de detrás y de ambos lados del útero. Excepcionalmente pueden encontrarse implantes de tejido endometrial en otras zonas del cuerpo, como el abdomen, el páncreas, la vejiga, el ombligo, el riñón o incluso los pulmones.
La endometriosis es una enfermedad benigna, relativamente frecuente (afecta a más de 1 de cada 100 mujeres) que puede cursar sin ningún síntoma, con dolor menstrual intenso (
dismenorrea) o con infertilidad.
¿Cuáles son las causas de la endometriosis?
Las causas de la endometriosis son desconocidas. Existen varias teorías para explicarla, una de las cuales es que durante la menstruación parte del tejido endometrial en lugar de salir por la vagina, pasa hacia los ovarios y la cavidad abdominal a través de las trompas de Falopio, creciendo posteriormente en estas localizaciones.
El riesgo de endometriosis es mayor en:
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Las mujeres delgadas.
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Aquellas que no han tenido embarazos.
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Las mujeres con menarquia (primera menstruación) temprana.
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Las mujeres con menopausia tardía.
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Las mujeres con menstruaciones prolongadas.
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Las mujeres con ciclos menstruales cortos.
¿Cómo son los síntomas de la endometriosis?
La endometriosis puede no producir ningún síntoma.
Cuando existen síntomas, el más frecuente es el
dolor pélvico, generalmente asociado con la menstruación o inmediatamente antes
(dismenorrea). En ocasiones se trata de un dolor continuo que empeora durante la menstruación. El dolor puede ir empeorando con el paso del tiempo. Otros síntomas son:
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Dolor al mantener relaciones sexuales (dispareunia).
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Dolor al hacer de vientre o al orinar, de mayor intensidad durante los días de la menstruación.
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Dolor lumbar.
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Infertilidad. Se debe a que la endometriosis facilita la aparición de tejido cicatricial que afecta a los ovarios o a las trompas de Falopio, dificultando el embarazo.
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Quistes de chocolate o endometriomas. La presencia de endometriosis en el ovario puede llevar al desarrollo de quistes ováricos con contenido menstrual en su interior.
¿Cómo se diagnostica la endometriosis?
El diagnóstico de la endometriosis se sospecha por los datos clínicos, pero solo se puede confirmar al realizar una laparoscopia o proceder a una cirugía abdominal abierta. Las pruebas de imagen, como las ecografías o el
TAC, no suelen mostrar alteraciones. Debe diferenciarse de otras enfermedades que pueden producir síntomas parecidos, como la enfermedad inflamatoria pélvica, la
cistitis intersticial, la
adenomiosis, el colon irritable u otras. Las mujeres con endometriosis pueden tener moderadamente elevado el CA-125, un marcador de cáncer de ovario, sin padecerlo.
¿Es hereditaria la endometriosis?
Las mujeres con endometriosis tienen con más frecuencia familiares con endometriosis.
¿Es contagiosa la endometriosis?
La endometriosis no es una enfermedad contagiosa.
¿Puede prevenirse la endometriosis?
La endometriosis no puede prevenirse.
¿Cuál es el pronóstico de la endometriosis?
La endometriosis habitualmente se clasifica en:
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Mínima (Estadio I). El número de implantes es pequeño y no hay adherencias.
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Leve (Estadio II). Implantes que globalmente no superan los 5 cm, sin adherencias.
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Moderada (Estadio III). Múltiples implantes superficiales e invasivos. Puede haber adherencias alrededor del ovario o de la trompa de Falopio.
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Grave (Estadio IV). Múltiples implantes, incluidos grandes endometriomas, generalmente con adherencias importantes.
Si bien la endometriosis dificulta el embarazo, si este llega a producirse, el niño no se ve afectado por la enfermedad de la madre. Generalmente la enfermedad mejora después del embarazo.
La enfermedad desaparece con la menopausia, cuando los implantes dejan de crecer al faltar el estímulo de las hormonas sexuales femeninas (estrógenos).
Se ha descrito un riesgo mayor de cáncer de ovario en mujeres con endometriosis aunque muy discreto.
¿Cuál es el tratamiento de la endometriosis?
La endometriosis es una enfermedad crónica que no se cura, si bien los síntomas pueden mejorar con el tratamiento. Las opciones terapéuticas dependen de la situación clínica de la paciente, es decir, si el problema fundamental es el dolor, la infertilidad, etc. Las posibilidades de tratamiento son:
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Tratamiento expectante sin tomar ninguna actitud concreta. Se suele recomendar a las mujeres que no tienen síntomas, a aquellas en los que los síntomas son muy escasos o a las mujeres que ya están cerca de la menopausia. Si hay molestias puede recomendarse tratamiento con analgésicos.
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Tratamiento con anti-inflamatorios para reducir el dolor (ibuprofeno, naproxeno o similares). Son más eficaces si se inician dos días antes de la menstruación. Deben tomarse de forma pautada, es decir cada cierto número de horas sin esperar a que duela para tomarse un comprimido.
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Anticonceptivos. Los anticonceptivos orales, en parches o en forma de anillos vaginales, son eficaces para reducir el dolor asociado a la endometriosis dado que disminuyen el sangrado. Son de elección en aquellas mujeres con endometriosis que además desean un método anticonceptivo.
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Progestágenos. Se utilizan en aquellas mujeres que tienen contraindicación para recibir estrógenos. Pueden administrarse de diferentes maneras, en forma de inyección, de implantación bajo la piel o mediante DIUs que contienen progestágenos.
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Medicinas que liberan gonadotropinas (nafarelina, leuprolide y goserelina). Se pueden administrar a diario en forma de spray nasal o cada varios meses en forma de inyección intramuscular. Suelen usarse cuando las molestias persisten después de varios meses de haber intentado el tratamiento con anticonceptivos. Producen una menopausia temporal al impedir la formación de estrógenos por los ovarios. Esto permite que los focos de endometriosis se reduzcan de tamaño. Son eficaces en 8 de cada 10 mujeres, pero no pueden tomarse si la mujer desea un embarazo a corto plazo. No deben ser utilizados durante más de 12 meses y favorecen la pérdida de calcio del hueso. En ocasiones las pacientes reciben estrógenos y progestágenos a dosis bajas a la vez que estas medicinas, para evitar los efectos adversos de la menopausia inducida.
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Danazol. Se trata de una medicación antiestrógenos que puede ser utilizada en casos leves o moderados. Puede tener efectos adversos relacionados con predominio de hormonas masculinas como ganancia de peso, aparición de vello, acné, disminución del tamaño mamario, etc.
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Cirugía. La cirugía se ofrece a aquellas mujeres que sufren un intenso dolor que no responde a los tratamientos anteriormente mencionados, a aquellas que desarrollan una gran masa (endometrioma) en el abdomen o a aquellas que no se pueden quedar embarazadas y la causa es probablemente la endometriosis. El objetivo de la cirugía es extirpar la mayor parte de los implantes de endometriosis y el tejido cicatrizal. Ocho de cada 10 mujeres mejoran con la cirugía, si bien en muchos casos el dolor reaparece, por lo que es conveniente poner otros tratamientos (como anticonceptivos) para evitarlo. A veces, en mujeres que no desean quedarse embarazadas, se extirpan el útero (histerectomía) y los ovarios. Este tratamiento es permanente y solo se realiza cuando los síntomas son muy intensos. Las posibilidades de cirugía son:
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Laparoscopia. Se utiliza para el diagnóstico de la enfermedad, siendo frecuente que, en el momento del diagnóstico, se proceda también al tratamiento extirpando los implantes de endometriosis detectados.
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Cirugía abierta. A veces se precisa para extirpar grandes endometriomas.
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Otras recomendaciones. No se ha demostrado que ninguna dieta se asocie ni a disminución de los síntomas, ni a menor riesgo de aparición de endometriosis.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.