Niños: Dos años

Desarrollo

• Sube y baja escaleras de una en una, agarrado de la mano o de la barandilla.
• Salta con los dos pies.
• Abre puertas.
• Chuta una pelota.
• Lanza la pelota por encima de la cabeza.
• Puede recoger objetos del suelo mientras está de pie sin perder el equilibrio.
• A lo 24 meses tiene aproximadamente la mitad de su estatura final como adulto.
• Se lava y se seca las manos.
• Trepa al mobiliario.
• Utiliza bien el vaso y la cuchara.
• Pregunta constantemente.
• Se divierte imitando acciones de adultos.
• En ocasiones atraviesa periodos de anomalías en el lenguaje (ej: tartamudeo).
• Selecciona y utiliza los juguetes de forma correcta.
• Suelen tener un vocabulario de unas 50 palabras como mínimo aunque varía en función del sexo (las niñas hablan más que los niños), de si hay hermanos mayores (que pueden hablar en su lugar) o de si en el hogar se habla más de un idioma.
• Puede apilar hasta 6 bloques.
• Puede copiar líneas.
• Se pone solo algunas prendas de vestir (en general tiene más habilidad para quitarse ropa que para ponérsela).
• Comprende el concepto de “hoy”.
• Puede comunicar necesidades como sed, hambre o deseo de ir al baño.
• Aumenta el tiempo de atención.
• La visión está completamente desarrollada.

Crianza y conducta

• Es recomendable leerle cuentos, especialmente al ir a dormir. Contribuye a enriquecer su vocabulario, a mejorar su expresión oral y a estimular su atención.
• Es aconsejable realizar planes al aire libre.
• Es recomendable fomentar las citas de juego con niños de la misma edad aunque no se debe esperar que a esta edad compartan juguetes todavía.
• Les gustan los juguetes que copian equipos y herramientas de adulto.
• Se le debe limitar el tiempo frente al televisor; la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda evitar la televisión a esta edad. La televisión no debe sustituir nunca la interacción padre-hijo. Si se le permite ver algún programa, deben  ser adecuados a su edad. Es recomendable ver el programa junto al niño así como apagar el televisor durante las comidas.
• Es normal que muestren curiosidad por las partes del cuerpo. Es recomendable emplear los términos adecuados para referirse a los genitales.
• Es recomendable invertir tiempo en jugar con el niño. Durante el juego se debe fomentar el compartir juguetes (aunque probablemente no quiera compartirlos con nadie más).
• No es recomendable oponerse a que utilice un objeto preferido (siempre que éste sea seguro) como un peluche o una mantita. Le aporta seguridad y lo terminará dejando espontáneamente.
• Las reglas establecidas deben ser muy simples y las mínimas posibles. Las largas explicaciones son inútiles con un niño de dos años. Debería ser suficiente con un “porque lo digo yo”.
• La disciplina debe ser firme y coherente. Es muy recomendable elogiar sus avances y sus buenas acciones.
• Es conveniente dejarle tomar pequeñas decisiones, siempre en asuntos intrascendentes, por ejemplo: ¿prefieres la camisa roja o la azul?
• Si se le ha de reprender es mejor ignorarle (ej. ante una rabieta). Si eso no es posible se le debe dejar solo en la cuna o en su parque de juegos durante un rato, lo que ayudará a calmar a los padres y a que el niño se dé cuenta de que ha hecho algo equivocado. Además es conveniente expresar verbalmente que se le quiere pero que no se puede aceptar lo que ha hecho. No es recomendable gritarle ni darle azotes. Se le debe tranquilizar cuando ha cesado el mal comportamiento.
• Hay que saber ofrecerle alternativas, por ejemplo: “No puedes jugar con el teléfono pero puedes jugar con el coche de juguete”.
• Se debe evitar pelear con un niño tan pequeño. Nadie gana. Cuando el niño está frustrado, cansado o las cosas no salen como él quiere suele terminar con un berrinche. Siempre es mejor ignorarle y castigarle aislándole durante un rato.
• Se deben alabar sus logros (ej: meter el brazo en la manga, pinchar la comida con el tenedor….) mediante frases como:”y lo has hecho tú solo”.
• Es conveniente mostrar amor en la familia y ser ejemplares en actitudes como utilizar el cinturón de seguridad, evitar el tabaco y mostrar respeto hacia los demás.
• No se deben esperar actitudes como que comparta sus juguetes o que sea paciente al ir de compras o en un restaurante.
• Se le debe permitir ayudar en la casa  y participar en las actividades de la familia.

Salud bucodental

• Se cepilla los dientes solo con una mínima cantidad de pasta dentífrica fluorada.
• A esta edad suele aparecer el segundo molar.

Sueño

• La mayoría de los niños de esta edad siguen necesitando la siesta de la tarde.
• Es el momento de pasar de la cuna a la cama.
• Puede comenzar a utilizar técnicas para retrasar el momento de ir a la cama del tipo “quiero agua” “quiero ir al baño”.
• La hora de irse a la cama es el mejor momento para leerle un cuento.

Vacunas

Control de esfínteres

• La disposición para comenzar el entrenamiento para ir al baño suele comenzar entre los 18 y los 24 meses. Comenzar a edades más tempranas puede retrasar el momento de empezar a retirar los pañales.
• A los dos años, el número de deposiciones suele ser de dos al día.
• Si el niño es regular en sus deposiciones, se le debe sentar en el inodoro a su hora. Si es irregular, se le debe observar para encontrar una pastura o una expresión característica que indique movimiento intestinal, es el momento de sentarle en el inodoro. Si en unos minutos no ocurre nada se le debe levantar y dejarle que siga jugando.
• Es recomendable alabar sus logros en el control de esfínteres. Si alguna vez falla, no se le debe regañar pues puede retrasar el aprendizaje.
• Los signos que avisan de la disposición a aprender son: levantarse de la siesta con el pañal seco, tener movimientos intestinales a la misma hora todos los días, ser capaces de decir “pi-pi” o “po-po”, ser capaces de quitarse la ropa etc.

Seguridad

• No se debe dejar al niño en ningún sitio desde donde pueda caerse.
• Siempre se debe utilizar un asiento de seguridad para llevarle en el coche y debe llevar puesto el cinturón de seguridad.
• No se debe dejar solo al niño en lugares altos ni en la bañera.
• Nunca se debe dejar solo al niño en la casa ni en el coche.
• El baño debe ser diario, con agua templada. Se debe comprobar siempre la temperatura del agua con la muñeca antes de bañarle.
• Las bañeras, piscinas hinchables, etc. deben vaciarse inmediatamente después de ser utilizadas. Las piscinas deben estar protegidas por una valla y tapadas con una cubierta especial para piscinas. Saber nadar no le pone a salvo a esta edad.
• Se debe tener mucho cuidado con los objetos que se dejan en las encimeras como cuchillos, tijeras, productos de limpieza etc.
• Nunca se le deben dar bolsas de plástico, canicas ni globos.
• Se debe mantener un medio ambiente libre de humo. Si hay fumadores en la familia, no se debe permitir que se fume en la casa o en el coche.
• Se debe poner especial cuidado en mantener al niño alejado de fuentes de calor como estufas, calentadores, planchas y chimeneas.
• No se deben dejar objetos pesados ni líquidos calientes en mesas con manteles de los que el niño pueda tirar.
• Se deben colocar protectores en los enchufes.
• Es importante no dejar objetos pequeños a su alcance.
• No se le debe sobrexponer al sol. Es recomendable utilizar cremas con pantalla solar superior a 15 y evitar las horas centrales del día.
• Se deben guardar todas las sustancias tóxicas (medicinas, productos de limpieza, insecticidas, pinturas y disolventes, etc.) en lugares seguros que no estén al alcance del niño. No se deben guardar sustancias tóxicas en botellas vacías o de refrescos.
• Es recomendable instalar puertas al comienzo y al final de las escaleras (en casas con varios pisos) y dispositivos de seguridad en las ventanas.
• El niño debe ir sujeto de la mano al cruzar la calle.
• No se debe encargar la supervisión del menor a ningún niño.
• Se le debe enseñar a ser precavido con los perros, especialmente si son desconocidos o si stán comiendo.
• Los juguetes se deben guardar en un contenedor sin tapa.

Enfermedades

• Ocasionalmente pueden tener infecciones del tracto respiratorio (resfriados) o de los oídos. Los niños que van a guarderías tienen más posibilidades de tener infecciones que aquellos que están en casa al cuidado de una persona.