Diccionario de enfermedades

Derrame pericárdico

Causas, síntomas y tratamiento de un derrame pericárdico
El pericardio es una bolsa que recubre y protege al corazón. El derrame pericárdico es la acumulación de líquido en su interior.

¿Cuáles son las causas del derrame pericárdico?


Las causas de derrame pericárdico son:
  • Pericarditis agudas o pericarditis crónicas de cualquier causa.
  • Un tumor.
  • La presencia de insuficiencia renal crónica.
  • Traumatismos.
  • Complicaciones de operaciones de corazón, cateterismos cardiacos o colocación de marcapasos.
  • Hipotiroidismo.
  • Radioterapia.

¿Qué síntomas produce esta enfermedad?


En general el derrame en sí no produce ningún síntoma. Los síntomas son consecuencia de la inflamación del pericardio que habitualmente acompaña al derrame (pericarditis). Si es derrame pericárdico es grande, puede producir dolor en el pecho o dificultad respiratoria. Cuando el derrame pericárdico es muy importante, puede comprimir al corazón e impedir su normal funcionamiento, lo que se denomina taponamiento cardiaco.



¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico del derrame pericárdico se realiza mediante un ecocardiograma y un TAC. Si es muy grande, su existencia puede sospecharse con una radiografía del tórax.

En ocasiones es necesario obtener una muestra de líquido pericárdico para conocer su causa, debiéndose realizar una pericardiocentesis.

Generalmente se deben realizar diversos análisis de sangre para descartar las diferentes enfermedades que se asocian con derrame pericárdico, como el hipotiroidismo, enfermedades autoinmunes, etc.

¿Cuál es el pronóstico de los afectados?


El pronóstico del derrame pericárdico depende de la enfermedad responsable y de si existe o no un taponamiento cardiaco.

¿Cuál es el tratamiento del derrame pericárdico?


El derrame pericárdico no precisa ningún tratamiento salvo el de la enfermedad responsable.

Cuando el derrame pericárdico es masivo y produce un taponamiento cardiaco hay indicación para realizar de forma urgente una pericardiocentesis. En ocasiones si con esto no es suficiente y el líquido se vuelve a acumular, es necesario hacer una pequeña abertura (cortando por debajo del esternón con un bisturí) que se deja abierta para que drene todo el líquido, lo que se denomina ventana pericárdica.

En casos de reaparición del derrame puede ser necesario realizar una pericardiectomía (extirpar el pericardio) o inyectar en el interior del pericardio una sustancia parecida al pegamento que impide que se acumule líquido en su interior.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.