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Diccionario de enfermedades
Dermatitis de estasis
La dermatitis de estasis o por estasis consiste en un enrojecimiento crónico de la piel de las piernas y de los tobillos como consecuencia de una insuficiencia venosa o de la hinchazón crónica (edemas) de las piernas.
La dermatitis de estasis se debe a la acumulación crónica de líquido en la piel de las piernas debido a la dificultad para el retorno de la sangre hacia el corazón, algo que se observa en pacientes con:
En las fases iniciales de la dermatitis de estasis suele producirse una coloración rojiza de la piel de las piernas y de los tobillos, asociada con inflamación, calor y descamación, en ocasiones asociada a picor. La piel suele encontrarse fina y brillante. Cuando la piel de la zona está más inflamada y roja puede incluso rezumar líquido, lo que puede llevar a que se confunda con una infección de la piel (celulitis).
En la dermatitis por estasis crónica, la piel suele estar engrosada y adquiere un color marrón.
La dermatitis de estasis puede complicarse con infecciones (erisipela, celulitis) y con una dermatitis de contacto, y puede evolucionar hacia la aparición de úlceras (úlceras de estasis) de lenta evolución y de difícil curación.
La dermatitis de estasis es un diagnóstico clínico, no siendo necesario realizar pruebas adicionales. Se debe identificar la enfermedad responsable de la dermatitis de estasis.
La dermatitis de estasis se previene evitando y/o tratando enérgicamente todas aquellas enfermedades que favorecen una insuficiencia venosa crónica o la presencia crónica de edemas.
El pronóstico de la dermatitis de estasis es variable en función de la enfermedad responsable.
Los pacientes con dermatitis de estasis deben mantener el mayor tiempo posible las piernas elevadas y deben utilizar medias de compresión progresiva, todo ello con la intención de favorecer el retorno de sangre hacia el corazón. Si hubiera edemas se debe intentar reducirlos con la utilización de diuréticos.
En ocasiones puede ser beneficioso administrar cremas hidratantes y de corticoides sobre la piel de la zona.
Los pacientes deben evitar el rascado y las heridas. Para ello deben mantener una buena higiene local, deben mantener las uñas bien recortadas y deben utilizar zapatos cómodos que no produzcan rozaduras.
Las úlceras de estasis tienen un tratamiento difícil y una evolución muy lenta hacia la mejoría. Se deben elevar las piernas lo máximo posible para favorecer el retorno de sangre. Se deben hacer curas locales por parte de enfermeras especializadas que retiren las zonas muertas de la úlcera y apliquen el tratamiento curativo adecuado. No se debe poner ninguna crema de corticoides sobre la herida, pero sí pueden aplicarse en las zonas de alrededor si existe picor o irritación. Si aparece alguna infección, esta deber ser tratada de forma enérgica.
¿Cuáles son las causas de la dermatitis de estasis?
La dermatitis de estasis se debe a la acumulación crónica de líquido en la piel de las piernas debido a la dificultad para el retorno de la sangre hacia el corazón, algo que se observa en pacientes con:
- Varices.
- Insuficiencia venosa crónica (por ejemplo tras haber padecido una trombosis venosa profunda).
- Hinchazón mantenida de los pies (edemas) como consecuencia de enfermedades del corazón, del hígado, etc. Dicha acumulación crónica de líquidos favorece el desarrollo de atrofia y cambios en la coloración de la piel de las piernas.
¿Qué síntomas produce enfermedad?
En las fases iniciales de la dermatitis de estasis suele producirse una coloración rojiza de la piel de las piernas y de los tobillos, asociada con inflamación, calor y descamación, en ocasiones asociada a picor. La piel suele encontrarse fina y brillante. Cuando la piel de la zona está más inflamada y roja puede incluso rezumar líquido, lo que puede llevar a que se confunda con una infección de la piel (celulitis).
En la dermatitis por estasis crónica, la piel suele estar engrosada y adquiere un color marrón.
La dermatitis de estasis puede complicarse con infecciones (erisipela, celulitis) y con una dermatitis de contacto, y puede evolucionar hacia la aparición de úlceras (úlceras de estasis) de lenta evolución y de difícil curación.
¿Cómo se diagnostica?
La dermatitis de estasis es un diagnóstico clínico, no siendo necesario realizar pruebas adicionales. Se debe identificar la enfermedad responsable de la dermatitis de estasis.
¿Puede prevenirse la dermatitis de estasis?
La dermatitis de estasis se previene evitando y/o tratando enérgicamente todas aquellas enfermedades que favorecen una insuficiencia venosa crónica o la presencia crónica de edemas.
¿Cuál es su pronóstico?
El pronóstico de la dermatitis de estasis es variable en función de la enfermedad responsable.
¿Cuál es el tratamiento de la dermatitis de estasis?
Los pacientes con dermatitis de estasis deben mantener el mayor tiempo posible las piernas elevadas y deben utilizar medias de compresión progresiva, todo ello con la intención de favorecer el retorno de sangre hacia el corazón. Si hubiera edemas se debe intentar reducirlos con la utilización de diuréticos.
En ocasiones puede ser beneficioso administrar cremas hidratantes y de corticoides sobre la piel de la zona.
Los pacientes deben evitar el rascado y las heridas. Para ello deben mantener una buena higiene local, deben mantener las uñas bien recortadas y deben utilizar zapatos cómodos que no produzcan rozaduras.
Las úlceras de estasis tienen un tratamiento difícil y una evolución muy lenta hacia la mejoría. Se deben elevar las piernas lo máximo posible para favorecer el retorno de sangre. Se deben hacer curas locales por parte de enfermeras especializadas que retiren las zonas muertas de la úlcera y apliquen el tratamiento curativo adecuado. No se debe poner ninguna crema de corticoides sobre la herida, pero sí pueden aplicarse en las zonas de alrededor si existe picor o irritación. Si aparece alguna infección, esta deber ser tratada de forma enérgica.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.
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