Cómo proteger tu vista: Mitos y realidades

Consejos para proteger la vista

• No existe ningún riesgo por ponerse lentes de contacto de colores: Falso. En algunos países las lentillas de colores solo pueden usarse tras prescripción por un especialista, y su comercialización está regulada por las mismas agencias que regulan los medicamentos o los productos sanitarios. Si una persona desea utilizar este tipo de lentillas es necesario que un oftalmólogo o un especialista en óptica examine previamente el ojo para reducir los posibles riesgos.
• Sentarse muy cerca de la televisión o de la pantalla del ordenador daña la vista: Falso. De acuerdo a la Academia Americana de Oftalmología, el sentarse cerca de la televisión o de las pantallas no puede dañar de ninguna forma a la vista. Tampoco puede dañarse por ver mucha televisión o por ver películas en 3D. Lo que si puede ocurrir es que la vista se canse, pero el ojo no se daña.
• No existe problema en utilizar a diario gotas para los ojos: Falso. No es recomendable utilizar a diario gotas para los ojos cansados o para quitar el enrojecimiento ocular. Si bien al inicio de su uso estos productos efectivamente blanquean los ojos, su utilización continuada produce un efecto rebote que se asocia con pérdida de eficacia, pudiendo incluso ser ellas mismas la causa de los ojos rojos. Las gotas oculares pueden utilizarse durante unos días pero luego deben suspenderse.
• Los punteros láser o los juguetes con láser pueden dañar los ojos: Verdad. Un haz de luz láser aplicado directamente sobre el ojo, sobre todo si se trata de un láser potente, puede producir una lesión ocular inmediata o incluso la ceguera.
• El consumo de zanahorias es bueno para la vista: Verdad. Las zanahorias, al igual que los guisantes, el brócoli u otros vegetales y frutas de color intenso contienen carotenoides, unas sustancias precursoras de una vitamina importante para la vista, la vitamina A.
• El tabaquismo aumenta el riesgo de degeneración macular: Verdad. El tabaco es uno de los factores de riesgo para el desarrollo de degeneración macular, una enfermedad grave que se produce a edades avanzadas y que se asocia con ceguera. Otros factores de riesgo para el desarrollo de degeneración macular son la dieta, la exposición mantenida al sol, la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular y factores hereditarios.