Diccionario de enfermedades

Cáncer de ovario

Causas, síntomas y tratamiento del cáncer de ovario
Los tumores de ovario son los tumores ginecológicos más frecuentes del aparato sexual femenino. Existen 4 tipos de tumores de ovario:
  • Tumores que proceden del epitelio o carcinomas epiteliales de ovario (la cápsula que recubre al ovario). Son los más frecuentes; la mitad de ellos son benignos, un tercio son malignos y el resto tienen un nivel de malignidad intermedio. La mayoría aparece entre los 60 y los 70 años, si bien pueden también verse en mujeres jóvenes. Cuanto menor es la edad de la paciente, mayor la probabilidad de que sea benigno. Dentro de los cánceres de ovario de origen epitelial se encuentran:
  1. Tumor seroso (la mitad de los cánceres de ovario).
  2. Tumor mucinoso (25%).
  3. Tumor endometrioide.
  4. Tumor de células claras.
  5. Otros más infrecuentes, como el tumor de Brenner y el de células transicionales.
  • Tumores del estroma. Este tipo de tumores puede producir diversas hormonas. Representan tan solo un 7% de todos los tumores de ovario. Pueden aparecer a cualquier edad, incluso en niñas, aunque son más frecuentes cerca de los 70 años.
  • Tumores de las células germinales. Son tumores con una gran mezcla de tejidos, incluyen a los teratomas benignos y a los teratomas malignos o inmaduros, a los disgerminomas, coriocarcinomas, etc. El teratoma benigno o quiste dermoide es frecuente en mujeres jóvenes.
  • Tumores que metastatizan en el ovario. Los cánceres de mama, estómago, colon y páncreas pueden producir metástasis en el ovario.

¿Cuáles son las causas del cáncer de ovario?


Como en todo tipo de cáncer, las causas de los tumores de ovario suelen ser desconocidas, existiendo probablemente factores genéticos asociados a factores ambientales.

Se han detectado diversas mutaciones que se acompañan de un mayor riesgo de tumores de ovario, algunas de ellas asociadas también con un mayor riesgo de cáncer de mama, como la mutación BRCA.

Los factores ambientales que se han asociado con los tumores epiteliales de ovario son:
  • El no haber tenido hijos.
  • La obesidad.
  • Probablemente, el uso de tratamiento hormonal sustitutivo.
Los factores que protegen del desarrollo de cáncer de ovario son aquellos relacionados con el hecho de tener un número menor de ovulaciones:
  • La utilización de anticonceptivos.
  • El tener muchos hijos.
  • El haber dado lactancia materna a los hijos.

Síntomas del cáncer de ovario


La mayoría de los tumores de ovario no producen molestias. No duelen a no ser que sufran una torsión, es decir, que se giren o tuerzan atrapando a los vasos que les llevan la sangre y cortando el riego al tumor, lo que produce intenso dolor, o que tengan una hemorragia en su interior. Cuando producen síntomas ya suelen ser de gran tamaño y los síntomas son debidos a la compresión de los órganos vecinos o a las metástasis que han producido. La compresión de órganos cercanos puede producir sensación de pesadez abdominal o en la pelvis, digestiones pesadas, náuseas, cambios en la frecuencia urinaria o en la frecuencia de las deposiciones o sensación de gases, y un progresivo aumento de volumen del abdomen. Muchos de estos síntomas no son tenidos en consideración por la paciente durante meses.

Es frecuente la diseminación del tumor por la cavidad abdominal (peritoneo), lo que favorece la aparición de líquido en el interior de la misma (ascitis).

Las metástasis de los cánceres de ovario se producen con más frecuencia en el hígado, en el pulmón y en el bazo.

Los tumores del estroma pueden secretar diversas hormonas, fundamentalmente estrógenos, que producen sensación de plenitud o turgencia mamaria, alteraciones en la menstruación en mujeres no menopáusicas (sangrado abundante o prolongado), sangrado vaginal en mujeres menopáusicas o pubertad precoz en niñas. A veces estos tumores secretan hormonas masculinas (andrógenos) que producen crecimiento exagerado del vello (hirsutismo) o rasgos masculinos (virilización). La producción de otras hormonas puede también producir un síndrome de Cushing.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?


El diagnóstico de los tumores de ovario puede sospecharse al tocar el abdomen de una paciente y notar una masa (un bulto). Se debe confirmar mediante una ecografía abdominal o transvaginal, que demuestra una masa en el ovario o mediante un TAC.

En la sangre puede haber elevación de diversos marcadores tumorales como el CA-125, HE-4 o la gonadotropina coriónica.

¿Es hereditario este tipo de cáncer?


Existe una mayor frecuencia familiar en los tumores de ovario si bien la herencia no está perfectamente caracterizada.

Prevención


Dada la mayor curación de los cánceres de ovario en estadios poco avanzados, sería recomendable realizar una búsqueda de su presencia en todas las mujeres. Sin embargo, dado que no son muy frecuentes, habría que explorar a demasiadas mujeres para encontrar a una con un cáncer en estadio precoz que se pudiera curar. Por ello, actualmente, no está indicado realizar campañas para su detección precoz.

¿Cuál es el pronóstico del tratamiento?


Los estadios del cáncer de ovario se relacionan con la supervivencia. Los estadios son:
  • Estadio I. Confinado al ovario. Supervivencia a 5 años del 95%.
  • Estadio II. Confinado a la pelvis. Supervivencia a 5 años del 80%.
  • Estadio III. Extensión a la cavidad abdominal o a los ganglios. Supervivencia a 5 años del 50%.
  • Estadio IV. Extendido fuera del abdomen. Supervivencia a 5 años del 5%.
En el momento del diagnóstico la mayoría de las mujeres ya se encuentran en el estadio III.

Los tumores del estroma tienen un mejor pronóstico. La mayoría están localizados y, aunque estén extendidos, la supervivencia suele ser larga.

Los tumores de células germinales suelen responder muy bien al tratamiento quirúrgico con o sin quimioterapia asociada, incluso aunque el tumor esté extendido.

Tratamiento del cáncer de ovario


Tras encontrar una masa en el ovario es importante:
  1. Saber si es buena o si es maligna (si se trata de un tumor benigno o de un cáncer).
  2. En caso de que sea maligna, saber si se trata de una metástasis (un cáncer procedente de otro sitio) o si se trata de un cáncer primario de ovario.
Para ello lo que se suele hacer es extirpar el ovario junto a la trompa de Falopio. Si el tumor es benigno no se hace nada más. Si el tumor es metastásico se debe tratar el tumor primario. En el resto de casos:

Cáncer epitelial de ovario. Si se trata de un cáncer epitelial de ovario se realiza:
  • Una segunda operación para extirpar el útero, limpiar bien si han quedado zonas de ovario o de trompa de Falopio, extirpar los ganglios de la pelvis y mirar la cavidad abdominal para ver si hay afectación del peritoneo. Si el peritoneo está afectado se suele hacer una cirugía agresiva extirpando la mayor parte del tumor, incluso extirpando el bazo o zonas afectadas del colon. En algunos casos, en mujeres en edad fértil y cuando el cáncer está limitado al ovario (estadio I), puede no hacerse nada más tras extirparlo.
  • Posteriormente se recibe quimioterapia, generalmente por vena, aunque puede también administrarse directamente en el interior de la cavidad abdominal. Otra manera de actuar en pacientes en los que claramente está afectada la cavidad abdominal es tratar primero con quimioterapia y, una vez que el cáncer se haya reducido, proceder con la cirugía y extirpar los restos de tumor que queden. Ambas formas de actuar se asocian con similar supervivencia. Con estos tratamientos responden muchas mujeres y cerca de la mitad de ellas entra en remisión completa, es decir, no quedan evidencias del tumor, si bien en la mitad de ellas vuelve a aparecer el tumor con el tiempo. En estos casos se deben utilizar otra serie de tratamientos quimioterápicos distintos. En mujeres en las que se detecte una determinada mutación en el cáncer, se pueden utilizar tratamientos especiales dirigidos a ese tipo concreto de tumor.
Tumores del estroma. Estos tumores suelen estar limitados al ovario por lo que el tratamiento es la cirugía. Si están extendidos se debe extirpar mediante cirugía la mayor parte visible del tumor. Algunos responden a quimioterapia.

Tumores de células germinales. Suelen operarse para extirpar el ovario afectado con o sin la trompa de Falopio del mismo lado. A veces se afectan los ganglios linfáticos cercanos, por lo que deben ser revisados durante la operación para ver si están invadidos y, en ese caso, extirparlos. Posteriormente, en función del tipo de tumor, puede ser necesario administrar quimioterapia.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.