El corazón late de forma rítmica (acompasada) a una frecuencia (velocidad) de entre 60 y 90 latidos por minuto. El latido se origina en una zona del corazón llamada nodo sinusal, que se encuentra en la aurícula izquierda. Este nodo sinusal es un marcapasos natural desde donde se generan los impulsos nerviosos que recorren todo el corazón. El impulso nervioso pasa de la aurícula al ventrículo y se produce una contracción cardiaca en aquellos lugares donde llega la corriente eléctrica.
El
bloqueo aurículo-ventricular (BAV) es un tipo de
arritmia cardiaca por la cual el impulso eléctrico generado en la aurícula izquierda tarda más tiempo de lo normal en pasar al ventrículo. Ello puede no producir ningún problema o puede acompañarse de bradicardia (enlentecimiento de la frecuencia cardiaca).
¿Qué tipos de bloqueo auriculo-ventricular existen?
En función de su gravedad, es decir, de la dificultad en el paso del impulso eléctrico, el bloqueo se clasifica en 3 tipos:
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BAV de 1er grado. Todos los impulsos generados en la aurícula pasan al ventrículo aunque con cierto retraso.
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BAV de 2º grado. La mayoría de impulsos generados en la aurícula pasan al ventrículo pero algunos no. Hay 2 tipos: Mobitz 1 y Mobitz 2.
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BAV de 3er grado. Ningún impulso generado en la aurícula pasa al ventrículo. Como consecuencia de ello, el ventrículo es capaz de contraerse porque pone en marcha su propio marcapasos el cual dispara a una velocidad muy lenta, cursando siempre con bradicardia (enlentecimiento de la frecuencia del corazón).
¿Cuáles son las causas del bloqueo?
En la mayoría de las ocasiones, los bloqueos son consecuencia de una determinada enfermedad, bien del corazón, bien a otro nivel, que enlentece al corazón.
En algunos jóvenes puede haber BAV de 1er grado transitorios, siendo excepcional pero posible que haya BAV permanentes sin que exista una enfermedad cardiaca.
Las causas más frecuentes de BAV son:
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Hipersensibilidad del seno carotideo; se trata de una estructura situada en el cuello que puede regular la velocidad del corazón.
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Causas metabólicas:
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Hipermagnesemia (aumento del magnesio).
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Hipotiroidismo. Disminución de la producción de hormonas tiroideas.
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Insuficiencia adrenal. Disminución de producción de hormonas procedentes de las glándulas suprarrenales.
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Toma de algunas medicinas, como los beta bloqueantes, calcioantagonistas, digoxina, litio y antiarrítmicos.
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Infecciones del corazón, como endocarditis, tuberculosis, sífilis, difteria, etc.
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Enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y otras conectivopatías.
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Cánceres, como el linfoma.
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Enfermedades por falta de riesgo del corazón (enfermedad coronaria).
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Enfermedad degenerativa del corazón, generalmente asociadas con la edad avanzada.
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Enfermedades hereditarias del corazón o de los músculos.
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Otras enfermedades, como sarcoidosis o amiloidosis.
¿Qué síntomas produce la enfermedad?
En función de la velocidad a la que vaya el corazón puede no haber ningún síntoma y ser un hallazgo casual al tomar el pulso o al hacer un electrocardiograma, o puede producir
cansancio, dificultad para tolerar el ejercicio, mareo, sudoración e incluso pérdida del conocimiento (desmayos o síncopes) por falta de llegada de sangre a la cabeza u otras partes del cuerpo.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza con un
electrocardiograma. Posteriormente pueden necesitarse diversas pruebas para conocer la causa. Existen también diferentes estudios que pueden ser necesarios para conocer el nivel y gravedad del bloqueo, los cuales pueden estar indicados en situaciones muy concretas.
¿Cuál es el pronóstico de los afectados?
Depende de la enfermedad responsable. Los BAV debidos a diversas enfermedades de fuera del corazón pueden revertir al tratar la enfermedad responsable (quitar una determinada medicina, tratar las alteraciones endocrinológicas o metabólicas, curar las infecciones, etc). El resto de los BAV suelen ser permanentes y suelen requerir tratamiento de por vida.
¿Cuál es el tratamiento del bloqueo aurículo-ventricular?
En aquellos BAV donde existe una causa conocida, hay que corregirla.
Si la causa no puede corregirse, algunas medicinas pueden ser útiles para mejorar la conducción del impulso nervioso, si bien en muchos pacientes se necesita colocar un marcapasos bien de forma temporal o permanente.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.