Alteraciones del olfato

Las alteraciones en el olfato son un problema frecuente a edades avanzadas. Se estima que la mitad de las personas de entre 65 y 80 años tienen un pérdida evidente de su capacidad olfativa. Estas alteraciones pueden producir una pérdida de interés por la comida y favorecer alteraciones nutricionales. La pérdida de la capacidad olfativa puede también favorecer las intoxicaciones accidentales por gas.

Algunas enfermedades producen pérdida transitoria del olfato y otras pérdida permanente. Además de la edad, hay diversas enfermedades que se asocian con alteraciones olfativas.

¿Cuáles son las causas de la alteración del olfato?

El número de enfermedades que se han asociado a alteraciones olfativas es enorme e incluye:

• Infecciones de las vías respiratorias como la rinitis y la sinusitis crónica. Son las causas más frecuentes.
• Enfermedades neurodegenerativas, como las demencias, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica, algunas epilepsias, la esclerosis múltiple, las migrañas y el ictus.
• Traumatismos craneales. Son también una causa frecuente de pérdida del olfato.
• Enfermedades endocrinológicas, como insuficiencia suprarrenal, enfermedad de Cushing, diabetes, síndrome de Turner, hipotiroidismo, etc.
• Enfermedades del hígado.
• Insuficiencia renal crónica.
• Anorexia nerviosa, déficit de atención e hiperactividad, trastornos obsesivo-compulsivos, esquizofrenia, etc.
• Enfermedades respiratorias, como EPOC, fibrosis quística, poliposis nasal, síndrome de Sjögren, etc.
• Algunos medicamentos, como antidepresivos, antibióticos, anti-inflamatorios, etc.
• Exposición a pesticidas y otros tóxicos.
• Consumo de cocaína.
• Déficit nutricionales.
• Tabaquismo.
• Embarazo.
• Otras circunstancias: alergias, alcoholismo.

¿Cómo se diagnostica la pérdida olfativa?

En cualquier paciente con pérdida olfativa se deben realizar las exploraciones y las pruebas necesarias para descartar las enfermedades antes referidas, descartando fundamentalmente las infecciones crónicas de vías respiratorias y la presencia de pólipos nasales.

¿Cuál es el tratamiento para la alteración del olfato?

El tratamiento depende exclusivamente de la enfermedad responsable, muchas veces difícil de encontrar.

Algún estudio ha sugerido que el oler fragancias muy potentes (eucaliptol, eugenol y otros) antes de acostarse y por la mañana al levantarse, potencia al nervio olfativo y mejora la capacidad olfativa. Se necesitan, sin embargo, estudios en este campo que confirmen estos hallazgos.

La administración de zinc o vitamina A no parece ser beneficiosa si no existen carencias nutricionales de estos compuestos.