Diccionario de enfermedades

Alanina aminotransferasa en sangre

Infografía en 3D de un hígado
La alanina aminotransferasa (ALT) en sangre, también llamada transaminasa glutámico pirúvica (GPT), es la enzima que se encuentra en el hígado y otros tejidos y consiste en una concentración alta de transaminasa glutámico pirúvica sérica liberada a la sangre que puede ser un signo de daño en el hígado, cáncer u otras enfermedades, según el Instituto Nacional del Cáncer (NIH) estadounidense. Un análisis de la enzima ALT mide la cantidad de la misma que hay en la sangre. Esta enzima tiene una vida media en sangre de 47 horas, según recogen los estudios 'La clínica y el laboratorio: Interpretación de análisis y pruebas funcionales. Exploración de los síndromes. Cuadro biológico de las enfermedades' e 'Hipertransaminasemia'. Por su parte, David Martí, del Servicio de Hepatología del Hospital Clínico Universitario de Valencia y vocal de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), añade que la ALT forma parte también de tejidos como el corazón, riñón y músculo esquelético.

El hígado es, con diferencia, el órgano más rico en ALT, por lo que su determinación en la sangre se emplea fundamentalmente como indicador de lesión hepática. También se pueden encontrar pequeñas cantidades de ALT en riñones, corazón, músculos y páncreas. La ALT se encuentra sobre todo en el citoplasma de las células, y tiende a elevarse en mayor grado que la AST en las hepatitis víricas, constituyendo uno de los marcadores más sensibles en este tipo de procesos.

Generalmente los niveles de ALT en sangre son bajos, pero cuando el hígado sufre alguna lesión que destruye las células hepáticas, se libera ALT al torrente circulatorio. La cantidad de ALT que hay en la sangre es directamente proporcional a la cantidad de tejido lesionado. La elevación de la ALT puede detectarse en la sangre incluso antes de que aparezcan los síntomas y signos de la enfermedad causal.

En general, la ALT se solicita al mismo tiempo que la aspartato aminotransferasa (AST o GOT) para valorar el perfil hepático; la relación entre ambas puede ser de ayuda para determinar el origen de la lesión. Sin embargo, la ALT es más específica del hígado y hay ocasiones en la que es la única que aumenta. La actividad de las transaminasas en sangre se ha empleado tradicionalmente como indicador de lesión hepática, y esta sigue siendo hoy en día su principal utilidad en la clínica. De todas formas, y debido a que la ALT puede elevarse por diferentes motivos, ante valores alterados suele ser necesario realizar pruebas adicionales para interpretar correctamente los resultados.

En la mayor parte de enfermedades hepáticas, los niveles de ALT son mayores que los de AST, de manera que el cociente AST/ALT es menor que 1. Algunas excepciones, sin embargo, son la hepatitis alcohólica, la cirrosis y las lesiones musculares o cardiacas; en estos casos el cociente AST/ALT puede ser mayor que 1.

¿Qué se mide en la prueba de alanina aminotransferasa ALT?


Un análisis de ALT se solicita para:
  • Evaluar si existe daño en el hígado.
  • Ayudar a identificar el daño hepático; especialmente hepatitis y cirrosis.
  • Supervisar si un tratamiento está funcionando o no.
  • Comprobar si una ictericia está causada por un trastorno de la sangre o una enfermedad del hígado.
  • Monitorizar las medicaciones que pueden dañar el hígado.
  • En niños con leucemia linfoide aguda, valores muy elevados de ALT pueden indicar evolución rápida de la enfermedad.

¿Requiere alguna preparación especial?


La muestra de sangre para determinar la ALT suele obtenerse de una vena del brazo. Los resultados pueden verse afectados por:
  • Estar tomando dosis altas de vitamina A.
  • Daño muscular reciente.
  • Haberse sometido recientemente a un cateterismo o a una cirugía cardiaca.
  • La toma de algunos productos de herbolario.
El paciente debe asegurarse de que el médico conozca todos los medicamentos, los productos a base de hierbas, las vitaminas y los suplementos que está tomando.

Cómo interpretar resultados de un análisis de alanina aminotransferasa ALT


Los niveles de ALT en recién nacidos y lactantes son aproximadamente el doble que en los adultos y van disminuyendo hasta alcanzar niveles de adulto hacia los 3 meses de edad.
La disminución de los valores de ALT no tiene repercusión clínica.
  • Valores normales: Los valores que indicamos aquí solo deben servir como referencia. Los rangos dependen de múltiples factores y varían ligeramente entre diferentes laboratorios. El informe de la prueba debe incluir los rangos de referencia utilizados en el laboratorio que ha realizado el análisis.
  1. Hombres: 10 – 40 unidades por litro (U/L)
  2. Mujeres: 7 – 35 U/L
En ese sentido, Alejandro Forner, miembro de la Unidad de Oncología Hepática en el Hospital Clínic de Barcelona-Idibaps y vicesecretario científico y vocal de Comunicación de AEEH, asegura que "el aumento de la enzima es un marcador sensible de daño hepatocelular. Se considera relevante un valor superior a x2 veces el nivel alto de la normalidad, aunque las cifras no guardan relación con la gravedad o el pronóstico de la lesión hepática".
  • Aumento de ALT en sangre:
  1. Enfermedad hepática:

    A) Hepatitis

    Aguda: generalmente son de origen vírico. Es frecuente hallar elevaciones de 50 – 100 veces los valores normales. La proporción AST/ALT es generalmente menor que 1. La elevación máxima se produce en las primeras semanas, se mantiene elevada uno o dos meses y puede tardar entre 3 y 6 meses en normalizarse.

    Crónica: no se eleva tanto como en las agudas, los valores de ALT pueden, incluso, ser normales.

    Tóxica: las elevaciones suelen ser más moderadas, aunque en casos graves pueden alcanzar valores similares a los de la hepatitis vírica. La proporción AST/ALT suele ser superior a 1 (sobre todo en las de causa alcohólica).

    B) Esteatosis hepática: la proporción AST/ALT es habitualmente superior a 1.

    C) Cirrosis: las elevaciones suelen ser moderadas, la proporción AST/ALT es habitualmente superior a 1. En fases finales, los valores tienden a ser normales; en estos casos no indican mejoría sino destrucción de células hepáticas.

    D) Colestasis intra y extrahepática: la proporción AST/ALT es habitualmente superior a 1.

    E) Enfermedad biliar: la proporción AST/AST es habitualmente superior a 1.

    F) Lesiones ocupantes de espacio: granulomas, abscesos, tumores, etc.
  2. Medicamentos y tóxicos: numerosos medicamentos y tóxicos pueden elevar las transaminasas (alcohol, opiáceos, aspirina, ampicilina, estatinas, tetracloruro de carbono, intoxicación por plomo, etc.).
  3. Otros: es posible encontrar elevaciones ligeras e inconstantes de ALT en diversos procesos como mononucleosis infecciosa, estirones puberales, infarto de miocardio, shock, insuficiencia cardiaca congestiva, trastornos musculares, etc.
Sobre los valores de ALT por debajo del límite de la normalidad, Martí detalla que se suelen encontrar en pacientes de edad avanzada, enfermedad renal crónica y déficit de vitamina B6. En cuanto al abordaje, "existe un consenso nacional sobre métodos de detección y derivación de enfermedades hepáticas prevalentes ocultas, que se centra en población de riesgo (obesidad, diabetes, síndrome metabólico) y cuyo algoritmo para detectar fibrosis hepática emplea índices que combinan parámetros clínicos y analíticos entre los que se encuentra la ALT".

David Martí Aguado, especialista del Servicio de Hepatología del Hospital Clínico Universitario de Valencia y del Joan Rodés, Incliva Biomedical Research Institute. Martí también es vocal de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).

Alejandro Forner González, miembro de la Unidad de Oncología Hepática en el Hospital Clínic de Barcelona- Idibaps. Forner es además vicesecretario científico y vocal de Comunicación de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.