El
adenoma hepático es un
tumor benigno e infrecuente del hígado, que se descubre fundamentalmente en mujeres jóvenes. Con frecuencia son tumores únicos (80% de las ocasiones), aunque también pueden ser múltiples. Pueden sufrir una transformación maligna (cancerosa), por lo que requieren de vigilancia y, en muchos casos, su extirpación quirúrgica.
¿Cuáles son sus causas del adenoma hepático?
Dada la mayor frecuencia de este tumor en mujeres, se piensa que intervienen
factores hormonales. De hecho los adenomas hepáticos son más frecuentes en mujeres que consumen anticonceptivos orales y en personas que consumen andrógenos y anabolizantes. También se han observado con mayor frecuencia en personas con
enfermedades caracterizadas por un exagerado depósito de glucógeno en el hígado (glucogenosis).
¿Qué síntomas produce el tumor?
El síntoma más característico del adenoma hepático es el
dolor en la parte superior derecha del abdomen. Este dolor puede aumentar si se produce una hemorragia en su interior. En ocasiones no produce ningún síntoma y el diagnóstico se produce de forma casual al realizarse una ecografía por cualquier otro motivo.
¿Cómo se realiza el diagnóstico del adenoma hepático?
El diagnóstico de sospecha del adenoma hepático se establece mediante una
ecografía, siendo habitualmente necesario complementarlo con otras técnicas más precisas como la
TAC, la
RMN, la
gammagrafía con tecnecio y, en ocasiones, la
angiografía.
¿Es hereditario?
Los adenomas hepáticos no son hereditarios.
¿Es contagioso?
Los adenomas hepáticos no se contagian.
¿Cuál es el pronóstico de los afectados?
El pronóstico del adenoma hepático depende del número, de su tamaño y de si se relaciona o no con la toma de anticonceptivos. La transformación maligna es infrecuente, aunque algo mayor si los tumores son muy grandes (mayores de 10 cm) o si son múltiples.
¿Cuál es el tratamiento del adenoma hepático?
Si una mujer presenta adenomas hepáticos y está tomando anticonceptivos orales debe suspenderlos.
Si el tamaño del adenoma es pequeño y no produce síntomas, se puede vigilar su crecimiento con ecografías periódicas aunque algunos médicos recomiendan operarlos si son accesibles.
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Si producen síntomas hay que intentar extirparlos mediante cirugía.
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Si son grandes (mayores de 5 cm para algunos médicos) y no se reducen tras suspender los anticonceptivos (en caso de que la paciente los tomara) se deben intentar extirpar.
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Si existen muchos tumores de gran tamaño puede estar indicado incluso el trasplante de hígado.
El embarazo aumenta el riesgo de hemorragia en el interior del tumor por ello debe contraindicarse en mujeres con tumores muy grandes o los tumores deben extirparse antes de recomendar el embarazo.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.